tag:blogger.com,1999:blog-50689205457395394742024-03-13T12:37:17.696-06:00Äriastóteles Platónico¿Quién soy?
Bebo vino nietzscheanoEnrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.comBlogger452125tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-43456948688904118432014-05-15T01:00:00.000-05:002014-05-15T01:00:02.186-05:00Handel: Jephtha "Cherub and Seraphim"<iframe title="YouTube video player" width="480" height="390" src="http://www.youtube.com/embed/VI7ukASK4NM" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-62617661872539896022014-04-15T01:00:00.001-05:002014-04-15T01:00:01.079-05:00Celebración del erotismo satírico<p></p><br /><div style="TEXT-ALIGN: center"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/liWAed8z-gvZGm4_ix65YQ?feat=embedwebsite"><img src="https://lh3.googleusercontent.com/_49OB2DckXlE/TW734a3jM4I/AAAAAAAAAv8/knriEHM0Jck/s800/Casa%20del%20Lago.jpg" width="380" height="252" /></a></div><br /><div style="TEXT-ALIGN: justify"><b>Enrique Arias Valencia</b></div><br /><div style="TEXT-ALIGN: justify"></div><br /><div style="TEXT-ALIGN: justify">Estoy en la <a href="http://www.casadellago.unam.mx/site/">Casa del Lago del bosque de Chapultepec,</a> aguardando a que dé comienzo el recital de voz y piano que rescata algunas canciones del teatro de revista de principios del siglo pasado. El teatro de revista es un género satírico en el que las palabras tienen doble sentido, ingenioso y de buen humor. También se le conoció como café concierto.</div><br /><div style="TEXT-ALIGN: justify"></div><br /><div style="TEXT-ALIGN: justify">Una anciana derriba la cuarta pared del escenario cuando me pide que cargue su maleta hasta un lado del piano. Y es así que la viejecita canta “El trancazo” de R. García Arellano. Y entonces, es el milagro, pues tras descubrirse el velo, la mezzosoprano Estrella Ramírez se alza garbosa. Interpreta su canción de cabaret, y de pronto, se sienta en mis piernas, y me canta al oído lo que para mí suena como una canción nueva: “Coqueta”, de F. Ruiz. Les juro que esto bastó para que yo decidiera faltar a mi sesión de Reiki, pues una jocosa copla vale más que mil terapias.</div><br /><div style="TEXT-ALIGN: justify"></div><br /><div style="TEXT-ALIGN: justify">Para cantar “El teléfono sin hilos” de <i>Chin Chun Chan, Conflicto chino en un acto y tres cuadros,</i> una zarzuela de Luis G. Jordá, La mezzosoprano me pide prestado mi móvil. Lo toma en sus manos, y al encender la pantalla, descubre una estrella. Es así como Estrella celebra su nombre. Luis G. Jordá (1869-1951) no sólo fue un compositor festivo, también escribió música para órgano, y hasta ganó el premio para la música del primer centenario de la Independencia de México, a cuyo estreno asistí el año pasado.</div><br /><p></p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">“La mujer tabla”, a pesar de ser una canción muy vieja, trata un tema siempre nuevo y preocupante. ¿Quién sería el inhábil imprudente que convenció a las jovencitas de que la anorexia es sexy? La letra de esta pieza de domino público hace escarnio de esa idea.</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">“Los amoríos de Ana” cuenta las peripecias eróticas de una chica casquivana que recibe en su casa a todos los hombres del barrio. Al final, Anita intenta salvar su alma:</p><br /><blockquote><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify"><i>Anita que es piadosa fue a ver al confesor y encendida y ruborosa sus pecados le contó. “Acúsome, le dijo, que en un curso, no más, desfiló por mi ventana toda la Universidad”. Y ciego de furor rugía el confesor: “Ana, te vas a condenar, Ana, no tienes salvación, Ana, de buena gana negárate la absolución”. Ana, gemía: “¡Ay! yo pequé pero culpa mía no fue Padre, pues mi ventana tan baja está, pase usted y lo verá”.</i></p></blockquote><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Fue muy gratificante que Estrella nos enseñara a corear “Ana” cada vez que el nombre de la protagonista era mencionado en la canción. “Los amoríos de Ana” se canta regularmente entre las tunas mexicanas. Juan Martínez Abades (1862-1920) el compositor de tan chispeante pieza fue también un esmerado pintor, siempre gustoso de capturar en su lienzo los hechizos de las mares. Afuera, son las ondas del lago mayor. Las paletas que se hunden en el agua, el chapoteo de los patos, el efluvio de las fuentes. Dentro, son las labores del arte. Nada hay más lejos del la costumbre austera que las canciones de revista. La costumbre es una estructura austera, mecánica, repetitiva, equidistante. La revista libera al arte de la forma: sólo es el esplendor del color.</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Juan José Cadenas es el autor de “La llave”, una pieza que juega con la idea de la enorme llave que cuelga y aquello que cuelga como símbolo de virilidad. En esta tanda, la cantante finge seducir a un ancianito. Sobre este asunto del doble sentido, dice Emilio Jiménez Díaz en su blog <a href="http://desdemitorrecobalto.blogspot.com/">Desde Mi Torre Cobalto:</a></p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify"></p><br /><blockquote style="TEXT-ALIGN: justify">“El picante era la salsa exquisita del cuplé y nadie se asustaba antes ni nadie se va a asustar ahora de aquellas letras de doble intencionalidad tan substanciosas para la risa y para alegrar inocentemente las pajarillas a los viejos verdes. Quién se iba a molestar por aquella letrilla que decía: Tengo dos lunares,/ tengo dos lunares:/ el uno junto a la boca/ y el otro donde tú sabes”.</blockquote><br /><p></p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Volviendo al recital, Estrella Ramírez nos regaló el famoso chotís “La Lola ”, de J. M. Román (1892-1968) y Francisco Alonso (1887-1948).</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify"><i></i></p><i><br /><blockquote>Un mantón me'he compra'o con algún dinero que tenía ahorra'o y en él lo he gasta'o. El mantón alfombra'o que a una cigarrera va que ni pinta'o y eso está proba'o. El mantón alfombra'o sabe Dios las cosas que me habrá tapa'o y aún me ha de tapar. Y en mi barrio ¡ay de mí! todas las cotillas suelen murmurar y cantar así. La Lola dicen que no duerme sola porque han visto un mozalbete que la ronda por las noches y no ven donde se mete. La Lola, en las batas gasta cola y camisas de farola de las de tira bordá las camisas de la Lola quien no las conocerá.</blockquote></i><br /><p></p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Tras “Los amoríos de Ana”, para corear “La Lola” estábamos ya bien puestos. La mezzosoprano sacó a lucir su mantón de Manila.</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Por cierto que para la interpretación de “La llave” de Juan José Cadenas, Estrella Ramírez pide al público que mueva las manos cono si estuviese lavando cristales, en el estilo del chotís de los años veinte.</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Para cerrar la primera parte, la mezzosoprano interpretó de Pascual Marquina “Amor y olvido”. Una canción cuya seriedad nos permite disfrutar de la voz de Estrella desde otro punto de vista, el dramático.</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Tras el intermedio, es el turno de “Las tardes del Ritz”, de Álvaro Retana (1890-1970)) y Genaro Monreal (1894-1974). La longevidad de sus autores es una muestra de que la alegría es sana para el corazón.</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Manuel Font de Anta (1899-1936) es el autor de “Inés la pantalonera ”, pieza que juega con la idea de cómo se vería mejor la chica en cuestión: con o sin prenda.</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify"></p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Juan Antonio Palacios compuso la “Rumba de los monaguillos ”, una pieza que condensa el cielo tropical en las notas sincopadas que se dicen con la voz.</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">A. L. López: “El martilleo”. De nuevo, el efecto del ritmo es importante en esta música de principios del siglo pasado.</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Una pieza más de Juan José Cadenas: “El ojo de cristal”. La letra explora una idea que más tarde estudiará la psicología académica: la asociación entre el ojo y el final del intestino. Algo, que de cualquier modo, ya era tratado por el pueblo desde hace mucho, mucho tiempo.</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Para terminar. Estrella Ramírez cantó “La chula tanguista ”, con letra de Ernesto Tecglen y música de Juan Rica, la cual comienza diciendo:</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify"><i></i></p><i><br /><blockquote>¿No habéis observado lo que pasa hoy de noche en los soupers? Van cuatro pollitos que no valen ná, la gracia está en los pies.</blockquote></i><br /><p></p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Tras los aplausos, Estrella Ramírez nos compartió su pesar: recién había muerto su maestro Enrique Jaso, y quiso invitarnos a la misa. Y es entonces cuando se revela el alma de la artista en todo su esplendor, pues agradeció a su finado maestro de música la manera en que la inició en el arte. Al hablar del buen corazón del maestro Jaso, Estrella Ramírez reflejó su propio corazón en el público que la homenajeó con un largo y sonoro aplauso, una aclamación que alcanzó a Jaso, pues su alumna y los pianistas le debían mucho a un hombre que siempre estuvo dispuesto a compartir con todo aquel que lo buscaba.</p><br /><p style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">***</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Casa del Lago Juan José Arreola</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Presenta</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify"><b>Recital de voz y piano</b></p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Estrella Ramírez, mezzosoprano.</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Víctor Manuel Hernández, piano.</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Sábado 12 de febrero de 2011/ Salón José Emilio Pacheco / 12:00 horas</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">Con la colaboración de: Escuela Nacional de Música de la UNAM</p><br /><p style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify">***</p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify"><a href="http://www.youtube.com/watch?v=Dkm8sIn0XUU">Los amoríos de Ana en YouTube</a></p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify"><a href="http://www.youtube.com/watch?v=I4PLqWCjYo8">La llave, </a><i><a href="http://www.youtube.com/watch?v=I4PLqWCjYo8">íbidem</a></i></p><br /><p style="MARGIN-BOTTOM: 0cm" align="justify"><a href="http://desdemitorrecobalto.blogspot.com/2010/05/canciones-por-nuestras-vidas-anteriores_31.html">El Blog Desde Mi Torre Cobalto, de Emilio Jiménez Díaz</a></p>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-32081868712598224162013-03-01T01:00:00.000-06:002013-03-01T01:00:01.947-06:00Apogeo del miedo, de Richard Garriott<div style="text-align: center;"><iframe width="560" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/hyC_s_mom3w" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe></div><br /><div style="text-align: justify;">Como esteta que soy quiero aplaudir el audaz ingenio de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Richard_Garriott">Richard Garriott,</a> quien ideó el primer filme de ciencia ficción ¡en el espacio exterior! Realmente asombroso. El simpático millonario introdujo una cámara polizón en su viaje de 2008. No olvidemos que Richard fue el sexto turista espacial de la historia. Los burócratas de la NASA quisieron censurar su peli con un argumento absurdo: que tal producción “estaba fuera del acuerdo” con Richard Garriott, quien “había usado como actores a empleados de la NASA” y que la peli exhibe “hardware y máquinas exclusivos de la NASA”. <i>¡Sopas cuerotes interestelares!</i> No cabe de duda de que los grandotes siempre querrán aguarnos la fiesta. Incluso, la cinta ya fue presentada hace un año en la convención de cómics Dragon*Con y fue grabada clandestinamente por un pillastre. Gracias a este último, quien la subió a YouTube, aquí está. La trama: dos astronautas americanos y un cosmonauta ruso advierten que el consumo de oxígeno de la Estación Espacial Internacional aumenta desmesuradamente. Horrorizados descubren que la causa es la presencia de un extraterrestre en la ISS. La obra está llena de humor y no les cuento más para que la puedan disfrutar solos.</div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-28730975939759266882013-01-01T01:00:00.000-06:002013-01-01T01:00:07.982-06:00La nada calumniada<div align="justify"><em><strong>Enrique Arias Valencia</strong></em></div><br /><div align="justify"><br />La primera vez que la nada fue calumniada fue cuando la Iglesia Católica incluyó en sus enseñanzas aquello de que Dios había hecho el mundo sacándolo de la nada. Desde entonces la ciencia, sí, pero sobre todo la filosofía, no ha dejado de señalar que tal cosa es un disparate.<br /></div><br /><div align="justify">Es curioso que ahora que la Iglesia se encuentra en un declive inexorable, sea la ciencia la que trate de tomar la estafeta del absurdo, y con la teoría del Big Bang, continuar con la pretensión de ofuscar las mentes con un cuento tan viejo como el mundo, pero que no a fuer de repetirse, ha terminado por ser verdad. Goebels se equivocaba: una mentira repetida mil veces no termina por ser verdad, aunque esté muy bien contada. Por lo tanto, aún sigue siendo verdadero, le pese a quien le pese, lo dicho por Lucrecio: “De la nada, nada”. Y el Big Bang es tan sólo una metáfora de un misterio que quizá carezca de sentido: el mundo no comenzó nunca, es el mito de origen sostener que alguna vez hubo un principio prestigioso.<br /></div><br /><div align="justify">Sin embargo, en parte creo saber porqué la ciencia nos habla tanto de la nada, pues ésta ejerce una fascinación que va más allá del concepto que engalana. Mi fascinación por la nada no procede de la ciencia, sino de mi anhelo de dejar de ser algún día. Para los cientificistas, un óvolo fecundado no es un ser humano, pues carece de sistema nervioso. Para los creyentes, un óvulo fecundado es un alma con un cuerpo. Desde mi punto de vista, un óvulo fecundado es demasiado, pues es una promesa en un mundo miserable que quizá no pueda satisfacer dicha promesa. La verdad es que envidio a mis hijos: ellos no deberán morir para no ser, ser nada. Ellos, al no haber sido concebidos nunca, son hermanos de leche de la nada. Están ahí, en ese lugar que supera al limbo en paz: “la sagrada paz de la nada”, como la llamó Schopenhauer.<br /></div><br /><div align="justify">Sabido es para quienes siguen este blog que no suelo simpatizar con los argumentos de Richard Dawkins, quien por cierto, y como la mayoría de los científicos, admite la teoría del Big Bang. Sin embrago, cuando en “¿Es la ciencia una religión?” su pluma toca el tema del destino de la vida humana individual, llega a conmoverme hasta la simpatía su reflexión, pues entonces, el célebre etólogo sostiene:<br /></div><br /><div align="justify"><br /><blockquote><br /><p align="justify">“Moviéndonos a la escatología, sabemos por la segunda ley de la termodinámica que toda complejidad, toda vida, toda risa, toda pena, está condenada al final a la fría nada. Ellos, y nosotros, no somos sino rizos temporales del resbalón universal hacia los abismos de la uniformidad”. </p></blockquote><br /></div><br /><div align="justify">Suena tan bello lo que dice, que quizá no sea verdad. ¿Y a la nada, nada? ¿Qué sucederá cuando me muera? Si la nada siguiese a la muerte, sería algo: la nada sería el estado que le sigue a la muerte. Pero la nada no es nada, y por lo tanto, no sigue a la muerte. </div><br /><div align="justify"><br />Pero si la nada no sigue a la muerte, ¿fue o no fue un necio quien dijo una noche de negra quietud “¡No hay Dios!”?<br /></div><br /><div align="justify">No sé si el resto sea silencio…</div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com20tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-81657875075205966912012-09-01T01:00:00.000-05:002012-09-01T01:00:08.462-05:002012: Una metáfora de la Evolución<div style="TEXT-ALIGN: center; FONT-SIZE: 100%"><iframe style="FONT-SIZE: 100%" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/GFbdGgSZycg" frameborder="0" width="480" allowfullscreen=""></iframe></div><br /><div style="TEXT-ALIGN: center; FONT-SIZE: 100%"><br /></div><br /><div style="TEXT-ALIGN: center"><span style="font-size:+0;">Versión final, publicada en YouTube</span></div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-63238743180266297982012-08-01T01:00:00.001-05:002012-08-01T01:00:00.278-05:00Un poco de art decó<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">Hace varias décadas Javier Solís cantó “¿A qué negar?” de Agustín Lara. Hoy Tatiana canta esta misma pieza, con algunas variaciones, comenzando la pregunta así: “¿Por qué negar?”</p><br /><br /><div style="text-align: center; "><iframe width="420" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/0aouH1uu_S0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">¿Por qué antes con una orquesta art decó y hoy con una persistente batería y un acompañamiento electrónico? Porque lo que se busca está más allá de la razón, sin derrocarla. Lo que se busca es querer mirar y desear mirar más allá de lo que se mira: admirar lo absoluto en una in-determinación particular, como si el amor fuese necesario a pesar de las palabra pronunciadas: los ángeles me asisten en una experiencia cuya finalidad no se muestra a los sentidos sino en la inmortalidad de una melodía sin fin.</p>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com32tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-83625791061707295642012-07-15T01:00:00.012-05:002012-07-15T01:00:07.651-05:00Truenos y relámpagos<p class="MsoNormal" style="font-style: normal; text-align: justify; "></p><p class="MsoNormal" style="font-style: normal; text-align: justify; "><span style=" ;font-size:100%;"><i><b>Enrique Arias Valencia</b></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-style: normal; text-align: justify; "><b>¿Quién soy?</b></p> <p class="MsoNormal" style="font-style: normal; text-align: justify; ">¿Quién soy? Yo soy una cosa que siente. Puedo advertir que si mis sentimientos perciben un objeto sin concepto, entonces tiene la cualidad de bello. Si mis sentimientos se vuelcan hacia el absoluto, luego es bello según la cantidad: universal. Si el objeto es percibido como si persiguiese una finalidad sin fin, luego, según la relación es bello. Si el objeto es percibido como necesario, luego es bello según la modalidad. </p> <p class="MsoNormal" style="font-style: normal; text-align: justify; ">No hay ninguna razón para que a una nota cualquiera, digamos Sol bemol, le siga alguna otra nota, por lo que le puede seguir cualquier otra nota, digamos Mi. Y el método lo podemos repetir ad nauseam. Y sin embargo, nadie compone haciendo surgir las notas sin ninguna razón, salvo aquellos que intentaron la música aleatoria. Luego, hay una razón para componer; pero, ¿cuál es?</p> <p class="MsoNormal" style="font-style: normal; text-align: justify; ">El problema se agudiza si nos damos cuenta de que Kant tiene razón cuando dice que la belleza está libre de todo concepto, porque entonces las razones para componer una melodía permanecerán ocultas por su propia condición estética.</p> <p class="MsoNormal" style="font-style: normal; text-align: justify; "><b>¿De dónde vengo?</b></p> <p class="MsoNormal" style="font-style: normal; text-align: justify; ">Es así que tenemos una bella melodía que surge de la mente soberana de un compositor, hija legítima de la facultad de crear, y sin embargo, heredera de todas las melodías que la precedieron y madre de todas las melodías que le sucederán.</p> <p class="MsoNormal" style="font-style: normal; text-align: justify; ">El alma humana es melodía inmortal, sin fecha de nacimiento, pues no sabemos de dónde viene. Su carácter puede ser dado por un compositor en específico, pero tal melodía puede ser tomada por otro compositor, algunos siglos más tarde, para dotarla de un carácter nuevo. Incluso, compositores contemporáneos pueden tomar la misma marcha, para dotarla de su sello personal: Rakoczi-Marsch en manos de <a href="http://www.youtube.com/watch?v=1hdAPtLLL-I">Liszt</a> o de <a href="http://www.youtube.com/watch?v=qfIspYcnpeY">Berlioz.</a></p><br /><br /><div style="font-style: normal; text-align: center; "><iframe width="420" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/ET9tisfEqI0" frameborder="0" allowfullscreen="" style="font-size: 100%; "></iframe></div><br /><p class="MsoNormal" style="font-style: normal; text-align: justify; ">No sólo las melodías, sino los sonidos de la naturaleza son fuente inmortal de inspiración. Para poner un ejemplo sellado por la alegría de la bella época: Los truenos y relámpagos Op.324 de Johann Strauss II tienen por ahí una hermana moderna, no en la melodía, sí en la inspiración atmosférica, así en “Me voy a enamorar” escuchamos a Tatiana cantar en los ochentas:</p> <p class="MsoNormal" style="font-style: normal; "></p><blockquote style="font-style: normal; "><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Bailo, contigo muy despacio<br /><span style=" ;font-size:100%;">bailo, y tu besándome<br /></span><span style=" ;font-size:100%;">truenos, relámpagos y rayos.<br /></span><span style=" ;font-size:100%;">Ardo, por Dios ayúdame.</span></i></p></blockquote><p class="MsoNormal" style="font-style: normal; "></p> <p class="MsoNormal" style="font-style: normal; "><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="font-style: normal; text-align: justify; ">No deja de ser curioso que la melodía de Strauss sea un allegro chispeante, heredero de los rayos de tormenta; en tanto que con una encantadora melodía de la cuerda baja <a href="http://www.youtube.com/watch?v=HfppQjZNgZg">Tatiana</a> pide ayuda ingenuamente, mencionando al Dios de las brechas, aquel que nosotros, los espíritus graves, sostenemos que sólo existe como personaje estético. Y la chica busca sobrevivir a un juego del que ella es cómplice: perdiendo gana, ganando pierde. </p> <p class="MsoNormal" style="font-style: normal; text-align: justify; ">Y resulta curiosísimo que Strauss compuso una animadísima pieza en la que los truenos y relámpagos tienen un protagonismo ininterrumpido y persistente ambientado por bronces, timbales y platillazos, con sorpresivas disonancias; en tanto que Tatiana suena más dulce, respetuosa de la tonalidad, dulzura que persiste aún con la batería y el forte hacia el que evoluciona la voz, por lo que cabría preguntarse cuál de las dos piezas es más dionisiaca: bárbaro Strauss, bellísima Tatiana.</p><p class="MsoNormal" style="font-style: normal; text-align: justify; "></p><p class="MsoNormal" style="font-style: normal; text-align: justify; ">Repasemos breve e idealmente el diapasón de la música popular. Thalía es soprano. Tatiana es mezzosoprano. Luis Miguel es tenor. Alberto Vázquez es barítono. La soprano abarca del do<sub>4</sub> hasta un do<sub>6</sub>. Idealmente, la tesitura de bajo va desde un mi<sub>2</sub> hasta un hasta el fa<sub>4</sub>. Conforme las notas musicales se hacen más graves, las vibraciones individuales que las componen se vuelven cada vez más apreciables. Si en un piano tocamos la tecla que se encuentra en el extremo izquierdo del teclado, podremos advertir unas veloces pulsaciones simultáneas a la identificación de su tono. Esta nota musical es tan grave que dudamos entre percibirla como una nota unitaria y escucharla, o más bien sentirla, como un impetuoso curso de oscilaciones individuales. La nota grave fluctúa entre la singularidad y la pluralidad, entre su carácter audible y su carácter tangible. Hay pianos especiales con veinte teclas más bajas. Si pudiéramos ir más abajo aún, de pronto empezaríamos a sentir las notas supergraves más como estremecimientos en la piel y los huesos, y no como música. Dos notas vecinas sonarían no como tonos distintos sino como el retumbar de un trueno. Muchos componentes actuales nos permiten advertir esto, y las fiestas lejanas parecen una tormenta. De nuevo, los truenos y relámpagos acompañan esta reflexión sobre música.</p><p style="font-style: normal; "></p> <p class="MsoNormal" style="font-style: normal; text-align: justify; "><b>¿A dónde voy?</b></p> <p class="MsoNormal" style="font-style: normal; text-align: justify; ">Tras la tormenta, ¿qué misteriosa fibra del corazón ha sabido tañer Tatiana? Aquella que a ella la hace verdadera artista y a mí me hace verdadero esteta. Apreciar el carácter particular que la época hace a cada obra musical nos revela el espíritu de dicha época. <span style=" ;font-size:100%;">¿Qué significa ser un artista romántico? Un artista romántico es aquel que nos eleva de la naturaleza inmediata al carácter moral. Así, Schiller, en la Tercera Carta sobre la educación estética del hombre, nos asegura que el ser humano “elimina por medio de la moralidad y enaltece mediante la belleza el aspecto vulgar que la necesidad física confiere al amor sexual”. Con muchas aventuras de por medio, este ideal artístico llegó a la época en que Tatiana grabó su primer disco. En <a href="http://www.youtube.com/watch?v=Qrf7nLA6pqY">“A plena luz”,</a> Tatiana nos entrega su interpretación más hermosa, en la que se sintetizan con maestría las ideas que cantó por primera vez. La pieza forma parte del álbum Tatiana (1984). En esta canción, las cosas se dicen de una forma discreta, con el decir sin decir propio del arte romántico. La melodía es reposada, aunque se hace intensa a medida que pasa el tiempo. A amar, tan sólo con la vista, con toda la magia de la expectativa, es a lo que nos invita Tatiana con esta pieza en la que se reúnen todas las fuerzas del amor discreto.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "> </p><p class="MsoNormal"></p><blockquote><i>Ámame....<br /><span style=" ;font-size:100%;">con la mirada,<br /></span><span style=" ;font-size:100%;">no hace falta que me toques<br /></span><span style=" ;font-size:100%;">o me beses...<br /></span><span style=" ;font-size:100%;">Es mejor una sonrisa,<br /></span><span style=" ;font-size:100%;">que todo un universo de caricias.</span></i></blockquote><span style="font-style: normal; font-size:100%;"></span><p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;font-style: normal; ">Más tarde, en el álbum Chicas de Hoy (1986), en “Cuando estemos juntos” y “Detente” Tatiana le pedirá a su novio que pensara muy bien antes de tener relaciones sexuales. La música de ambas canciones es muy movida y ligera. Tatiana reunió así el carácter moral al artístico, con el tema de la paternidad responsable. Con este esfuerzo, a sus fans nos regaló una canción que deleita y alegra el corazón: “A plena luz”. ¿Qué significa ser fan? Para el esteta, todo es poesía. Por lo tanto, soy fan de Tatiana porque ella me revela el aspecto poético del amor romántico. Tatiana despliega la esperanza y nos conduce al amor platónico. Un amor que, en el caso de quien esto escribe, es totalmente platónico, pues se trata del amor ideal de una adolescencia no vivida.</p><p></p><p style="font-style: normal; "></p>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-10426515846606962022012-07-01T01:00:00.013-05:002012-07-10T15:37:06.308-05:00El discreto encanto de la popular Tatiana<div align="justify"><strong><em>Enrique Arias Valencia</em></strong><br /></div><br /><br /><div align="justify">El viernes, 4 de enero de 2008, a las 11:07 recibí un correo de la hermosa Lísida, que decía: “Mi querido hermano Enrique, quiero que me enseñes a cantar”. Y aunque si bien es cierto que la música es uno de mis grandes amores, yo no tengo estudios formales de la más perfecta de las artes. Pero, ¿cómo podía decirle que no a Lísida? Por lo tanto, le contesté que sí. Le hice una pequeña prueba, y ella añadió que alguna vez le habían determinado que su voz era semejante a la de Tatiana, y que además, era ideal como voz acompañante. ¿Quién era aquella Tatiana a la que se refería Lísida?</div><br /><br /><p align="center"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/dK0fYYSrzioJCnwIH2tC_tMTjNZETYmyPJy0liipFm0?feat=embedwebsite"><img src="https://lh5.googleusercontent.com/-b984MMwCZt8/T-oySSOZj0I/AAAAAAAABE4/gyYD45qWl4Q/s400/Tatiana.jpg" width="400" height="267" /></a></p><br /><br /><div align="justify"><br />Tatiana Palacios Chapa nació en Filadelfia, Estados Unidos, de padres mexicanos. Es así que tiene doble nacionalidad. Si bien hoy dedica su carrera al público infantil, hacia 1984 debutó como cantante protagónica de la ópera Rock Kumán. También se lanzó como solista ese mismo año con un disco que sólo llevaba el nombre de la novel artista. Una canción de dicho álbum saltó a la fama y hasta llegó a grabársele un video muy celebrado: <a href="http://www.youtube.com/watch?v=R20Y7WSQDdk">“El amor no se calla”.</a> Así nació una estrella de la juventud; aunque no está de más aclarar que en aquella época la música de Tatiana sólo fue para mí un lejano eco de la cultura popular, y nada más. Con todo, en este apocalíptico 2012 y con ya 41 años a cuestas, ha querido mi alma repasar los tiempos felices de mi adolescencia. Y hete aquí que, gracias a YouTube y a <a href="http://www.tatiana.info/music/index.html.es">varias páginas de discografías,</a> el trabajo se ha hecho fácil y divertido.</div><div align="justify"><br />Hoy Tatiana me sorprende por su voz clara y feliz de mezzosoprano. Del álbum siguiente, me parece muy tierno e hilarante el dueto que hizo con Johnny Lozada en <a href="http://www.youtube.com/watch?v=6lFTWVTdv0w">“Cuando estemos juntos”,</a> y <a href="http://www.youtube.com/watch?v=bMedcO0w154">“Detente”,</a> pues con ellas se pretendía dar una pequeña lección de educación sexual a los adolescentes. Sin embargo, las intensas melodías y el espíritu de Tatiana compensan todos los descalabros. <a href="http://www.youtube.com/watch?v=5YqOYuIhUaU">“Me voy a enamorar”,</a> cumple con todos los requisitos del amor cursi: un tema muy empalagoso para la poesía, pero que todos quisiéramos vivir. Este asunto es muy interesante, pero muy pocos lo han abordado, porque se corre el riesgo de colocar los sentimientos propios en la palestra. ¿Por qué a algunos de nosotros nos recorre una descarga dionisiaca cuando una bella chica nos canta una línea como la siguiente?</div><em><blockquote><em>Locos, los dos estamos locos<br />todo, podría suceder<br />rojo, mi corazón al rojo<br />solos, hasta el amanecer.</em></blockquote></em><div align="justify"><em></em>No se puede estar cuerdo, enamorado y decir cosas coherentes. Friedrich Nietzsche, uno de los espíritus más graves de todos los tiempos, ha dicho: “En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón”. Busco después las piezas que no fueron tan famosas en su época, y que por lo tanto yo jamás escuché. Me encuentro con <a href="http://www.youtube.com/watch?v=61jum3zCOOU">“Maldito teléfono”,</a> y me roba el corazón. El coqueteo es algo que siempre resulta agradable en una pequeña historia de amor. De pronto, me topo con otra canción que, por su título, llama mi atención: <a href="http://www.youtube.com/watch?v=pQqfTGoW3d4">“Querido amigo”.</a> Sin embargo, postergo su audición algunos días, para volver a disfrutar con los éxitos de Tatiana. Una mañana, por fin escucho:</div><em><blockquote><p><em>Son 15 largos años compartidos<br />Juntos de casa al cine,<br />siempre unidos<br />Manos entrelazadas<br /></em><em>Besos de puro amigo<br />Y contigo contar.</em></p></blockquote></em><div align="justify"><em></em>Aun con toda su bella melodía y el indudable encanto de la voz de Tatiana, la letra subsiguiente de esta canción me revuelve el estómago. ¿Qué ha sucedido? He vivido algo semejante a lo que canta Tatiana: he sido amigo de quien me gusta, y ella también me ha dicho algo como esto:</div><em><blockquote><em>Y no te enfades si vuelo a otros nidos,<br />Serás siempre mi amigo, tú serás siempre.<br />Quiero ser, tan libre como el río aquel,<br />Y saber que un día a ti podré volver.</em></blockquote></em><div align="justify"><em></em>Con su áspero carácter, seguramente involuntario, tal vez “Querido amigo” sea una pieza apta para alcanzar la catarsis aristotélica. Entonces, toda esa náusea que siento, una vez descargada en forma estética, podrá ayudarme a purificar mis pasiones al escuchar las razones del comportamiento ideal de la mujer. La mujer quiere ser libre de hacer pareja con quien ella quiera, pero quiere contar con el apoyo de una vieja amistad. El delicado corazón de la mujer, tan diferente al del hombre en este aspecto, es sin embargo un sublime contrapunto a las escandalosas pasiones del varón. El espíritu femenino sueña con una amistad eterna. El espíritu del varón anhela descubrir a martillazos el misterio de la verdad en medio de un oasis de belleza.</div><div align="justify"><br />Otro problema es que, en términos de la estética kantiana, si se cuela un criterio moral cuando entramos en contacto con una obra, como es el caso de lo que me sucedió con “Querido amigo”, luego la apreciación del objeto está empañada por un concepto, “lo que debería ser” frente a lo que en efecto es. Por lo tanto, esta canción no es percibida como bella. Ojo, porque si la canción disgusta sin que se entrometa concepto alguno, la canción sí que será advertida como bella. El displacer también es bello si es ajeno a la moral. No obstante, el timbre de la voz de Tatiana, y la melodía, ajenas al discurso hablado, son aun admirables y bellas en su exposición.</div><div align="justify"><br />Con sus canciones que evocan la juventud y sus avatares, Tatiana se convierte en arquetipo: Tatiana es el comienzo, lo no visto, lo eternamente bello, el noviazgo perfecto. No olvidemos que una mañana de enero, Lísida me envió un breve correo que decía: “Mi querido hermano Enrique, quiero que me enseñes a cantar”.</div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-54397792974270815922012-06-23T17:58:00.006-05:002012-06-26T09:29:49.660-05:00El amor percibido a los doce años<div style="font-style: normal; font-family: Georgia, serif; font-size: 100%; font-variant: normal; line-height: normal; text-align: justify; "><span style="font-size: 100%; "><b><i>Enrique Arias Valencia</i></b></span></div><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><span><br /></span></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">Hay cosas que percibo aun cuando yo no haya decidido percibirlas. Hay cosas que he decidido percibir y que sin embargo, no percibo. ¿Qué es lo percibido? De entre lo percibido, hay algo que destaca por atractivo, por estimular en nosotros el sentimiento de placer y displacer. Recordemos que Immanuel Kant nos ha ayudado a ver en lo bello aquello que corresponde al siguiente esquema: </span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; "></span></div></span><blockquote style="font-style: normal; font-size: 100%; "><span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">Cualidad: sin concepto.</span></div></span><span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">Cantidad: universal.</span></div></span><span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">Relación: finalidad sin fin.</span></div></span><span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">Modalidad: necesario.</span></div></span></blockquote><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; "></span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">¿Seguro que así funciona? En tal caso, tal vez sólo las flores serían bellas, pues ellas placen sin decirnos nada, su belleza es aceptada por todos, gozamos con ellas sin atender a objetivo alguno y necesariamente admitimos esto como cierto. Pero, ¿son sólo bellos aquellos objetos que se acomodan al severo juicio reflexionante? Al declinar el siglo XVIII, ya Friedrich Schiller había elaborado una espléndida crítica a las tesis estéticas kantianas. ¿Qué es pues, lo bello, y quién es el árbitro de tan difícil materia?</span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; "><div style="text-align: justify; "><span>¿Quién soy?</span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">Vine al mundo sin saber porqué. ¿Qué hago aquí? ¿A qué he venido? Omar Kayam lo ha dicho en forma de poema:</span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; "></span></div></span><blockquote style="font-style: normal; font-size: 100%; "><i><span><div style="text-align: justify; "><span style="font-size: 100%; ">Al mundo me trajeron sin mi consentimiento </span></div></span><span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">y los ojos abrí con sorpresa infinita, </span></div></span><span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">partiré después de reposarme un tiempo </span></div></span><span><div style="text-align: justify; "><span style="font-size: 100%; ">sin saber la razón de mi entrada y mi salida.</span></div></span></i></blockquote><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; "></span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">El primer sentimiento es la admiración, que se volcará en asombro con el paso de los años. Asombro permanente: ante lo bueno y lo malo, lo bello y lo sublime, lo verdadero y lo espantoso. ¿Quién puede ayudarme a buscar la belleza en este mundo? ¿Podríamos, por un conjuro, percibir por un instante el mundo como alguna vez lo percibimos, como cuando teníamos doce años? ¿Quién era yo a los doce años?</span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; "><div style="text-align: justify; "><span>¿De dónde vengo?</span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">He llegado tarde a todos los compromisos. Casi no me entusiasmó la música de mi generación, si bien fui sensible a algunas excepciones. Me pareció curioso, hoy diría tal vez tragicómico, que la jarocha <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Yuri_(cantante)">Yuri</a> cantara baladas con inusuales reminiscencias de trompetas bachianas. He dicho tragicómico, aunque la palabra no es exactamente esa, porque cada vez que escucho la solemne intervención de los vientos en estas piezas, mi corazón cree encontrarse en medio de una revelación sobrenatural. Ahí tenemos “Esperanzas” de Yuri, con sus versos contradictorios, pues las primeras líneas sostienen categóricas: </span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; "></span></div></span><blockquote style="font-style: normal; font-size: 100%; "><i><span><div style="text-align: justify; "><span style="font-size: 100%; ">Sólo tengo recuerdos de un pasado feliz.</span></div></span><span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">Sólo tengo añoranzas en mi mente de ti.</span></div></span><span><div style="text-align: justify; "><span style="font-size: 100%; ">Vuelve aquí.</span></div></span></i></blockquote><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; "></span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">Para, a renglón seguido, hablar de años difíciles que quiere borrar de la memoria: </span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; "></span></div></span><blockquote style="font-style: normal; font-size: 100%; "><i><span><div style="text-align: justify; "><span style="font-size: 100%; ">He vivido unos años algo duros sin ti</span></div></span><span><div style="text-align: justify; "><span style="font-size: 100%; ">Ahora quiero olvidarlos y volver a reír</span><span style="font-size: 100%; ">.</span></div></span></i></blockquote><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">Por fin: ¿qué hay en la mente aferrada a un amor pasado? ¿Únicamente recuerdos que hablan de los días felices o tiempos rudos que se preferiría olvidar? Por confesión propia, ambas cosas. Por lo tanto, nos pese o no, los que vivimos creyendo que todo tiempo pasado fue mejor también tenemos la cabeza ocupada por las inclemencias del presente. Y si la belleza tiene que ver con lo mejor, entonces la belleza no es, en consecuencia, la pura muestra sin concepto, sino toda una pléyade de sentimientos, no sólo el del placer y displacer, sino de todo aquello que tenga sabor humano, como el concepto de la angustia, por decirlo en términos del existencialismo kierkegaardiano.</span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">Al final, las armonías que despide la canción recuerdan tanto a Johann Sebastian Bach como a Richard Clayderman: lo mejor y lo peor se dan cita para hablarnos de la nostalgia, un sentimiento peligroso porque nos ancla al pasado en vez de permitirnos abrir las puertas del presente.</span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">Yuri aún canta aquel que fuera uno de sus más tempranos éxitos. <a href="http://www.youtube.com/watch?v=ObfWT8EN54w">Lo acaba de hacer en Viña del Mar en 2011.</a> En lo personal me parece que en esta versión en vivo la línea del teclado queda descontextualizada de las “Esperanzas”. Pero la voz de Yuri compensa los descalabros. Consultando internet me he enterado que esta canción fue cantada por primera vez por un dueto español, <a href="http://www.youtube.com/watch?v=pgj6e6vvGc4">Pecos. </a></span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe width="480" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/EPI3GmRvGlU" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe></div></div><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">También recuerdo que cuando estaba en la escuela primaria canté una parodia de “La ladrona” de Diego Verdaguer:</span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; "></span></div></span><blockquote style="font-style: normal; font-size: 100%; "><i><span><div style="text-align: justify; "><span style="font-size: 100%; ">Mi corazón es delicado…</span></div></span><span><div style="text-align: justify; "><span style="font-size: 100%; ">Pues vete a un hospital y asunto arreglado…</span></div></span></i></blockquote><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; "></span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">Asimismo me pareció maravillosa “Mi gran noche” con Raphael. La encontré vigorosa y llena de vida. En la letra, se hacía uso de uno de los elementos más importantes de todo idilio: la expectativa. Y cuando la vida comienza, es decir, cuando se tienen sólo doce años, la vida entera tiene el esplendor rampante de la expectativa. El mundo nunca ha dejado de asombrarme, aun en aquello que podría parecer banal…</span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; "><div style="text-align: justify; "><span>¿A dónde voy?</span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-size: 100%; "><div style="text-align: justify; "><span style="font-size: 100%; ">Soy un ser social, y por lo tanto, he sido influido por mis padres, mi hermano y mis primos. Mi hermano presume que cuando yo voy a la música popular, él ya viene de regreso. Pero, ¿no podría presumirme lo mismo mi prima Rosa quien, cuando éramos niños nos invitó a ver una película llamada <i><a href="http://www.youtube.com/watch?v=As5Idtkxn-4">Una aventura llamada Menudo?</a></i> Y a la fecha, puedo identificar algunas canciones de aquel grupo ochentero.</span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">¿Qué hacer con todo aquello que escapa a lo cualitativo, a lo cuantitativo, a lo relativo y a lo modal? ¿Qué hacer con lo que según los académicos no es bello, pero que de todas formas vive en tanto que bello en nuestro corazón estético? ¿Qué hacer con la cultura popular?</span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">Kant y la gente culta lo ponen demasiado esquemático: “esto es bello si y sólo si no es conceptual”. Sin embargo, no sólo el concepto, sino los retruécanos contradictorios de la cultura popular perfilan nuestra experiencia de la belleza. En lo que Kant no se equivoca es cuando dice que “Nada es en sí la belleza sin atender al sentimiento del sujeto”. Y es en atención a la subjetividad que he abordado este ensayo.</span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">Gracias a la influencia de nuestra madre, tanto a mi hermano como a mí nos gustó la música clásica. Sin embargo, él además supo deleitarse con los frutos de su tiempo, en tanto que a mí con mi solemne lentitud, tarde me llegó el amor por lo popular, a pesar de que me conmovió aun antes de que yo cumpliese doce años. En lo que a mí respecta, la mayoría de las primeras canciones de la cultura popular que escuché me hablaban de un sentimiento que entonces no experimenté. Tardé años en enamorarme por primera vez.</span></div></span><div style="font-style: normal; font-size: 100%; text-align: justify; "><br /></div><span style="font-style: normal; font-size: 100%; "><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 100%; ">El primer amor es el amor por la línea, por la melodía. Que los ateos me perdonen: esto es una epifanía. Y que los creyentes me dispensen, pues el Dios que se revela no es Jesús. La belleza es bandera de un mundo donde se vive en la santa paz de las armonías del espíritu.</span></div></span>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-90362715281903022212012-06-16T13:18:00.002-05:002012-06-16T13:23:38.845-05:00Ariastóteles a caballo<div style="text-align: center;"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/s2uvDyHgCthYRKUOVRao6NMTjNZETYmyPJy0liipFm0?feat=embedwebsite" style="font-size: 100%; "><img src="https://lh5.googleusercontent.com/-U53wo4UKZGg/T9zOjuy-G2I/AAAAAAAABEk/pzh2b2eHZu4/s800/Ariast%25C3%25B3teles%2520a%2520caballo.jpg" height="240" width="320" /></a></div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-49730645342013172702012-05-01T01:00:00.001-05:002012-05-03T23:58:34.284-05:00Las tortuguitas de Karla<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/7A74XLsOIPs?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<br />
Conozco a Karla desde que era bebé. Ella ha crecido, y ha mostrado un gran interés por la biología. Karla ama a los animales. Recientemente, la niña me prestó un video con sus tortuguitas para que lo musicalizara. Aquí está el video con las tortuguitas de Karla, con música de un servidor.
¡Salud e inquieta alegría!Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com9Fernando, Alamos, Benito Juárez, 03400 Ciudad de México, DF, México19.399957658017271 -99.13933753967285219.399021658017272 -99.140571539672848 19.400893658017271 -99.138103539672855tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-3892193957109748792012-04-01T01:00:00.001-06:002012-04-04T09:28:04.655-05:00Un Concierto de Salterios que Evoca Taxco<div style="text-align: center;"><iframe width="480" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/umLvQrQuwdY" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe></div><br /><div style="text-align: justify;"><b>Taxco de Alarcón</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">He visitado Taxco en quizá siete ocasiones, la primera en los ochentas, con mis padres y hermano. La segunda, en 2002, completamente solo. La tercera y la cuarta me acompañó Lísida. La quinta, solo de nuevo. La sexta y la séptima con mi hermano. Aquí recreo dos visitas del 2008 y una del 2010.</div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-78006268888791904272012-03-01T01:00:00.005-06:002012-03-01T01:00:06.294-06:00Reencarnación científica<span >La Evolución como Metáfora</span><br /><br /><i><b>Enrique Arias Valencia</b></i><br /><br /><div style="text-align: right;"></div><blockquote><div style="text-align: right;">Con piel y carne me cubriste, con huesos y nervios me tejiste en una pieza; me regalaste la vida y te acercabas a cuidar mi respiro.</div><div style="text-align: right;"><b>Job, 10:11-12</b></div></blockquote><div style="text-align: right;"></div><br /><div style="text-align: justify;">Durante el siglo XII, Europa se vio iluminada por las enseñanzas de quien después sería reconocido como San Francisco de Asís, quien vio a la Naturaleza entera como hermana. En su famoso “Himno al Sol” este santo exclama entre otras cosas:</div><div style="text-align: justify;"><blockquote>“Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento y por el aire y el rocío y por todo tiempo, con el cual das sustento a tus creaturas...”</blockquote></div><div style="text-align: justify;">Estamos frente a un movimiento de glorificación de la Madre Naturaleza, una exaltación de la fraternidad universal. En la India también se manifestó un clima espiritual en el que la Naturaleza se revela como nuestra hermana, pero aquí el concepto fue más intenso, más vivo, más consciente. Somos hermanos del raudo pez y de la paciente rosa, del suave viento y de la arena de los mares. ¿Qué puede afirmar la ciencia al respecto?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/djprtsTKmY--4kM2BbrZqtMTjNZETYmyPJy0liipFm0?feat=embedwebsite"><img src="https://lh3.googleusercontent.com/-5vyimM58aII/T0qopu_6-CI/AAAAAAAABDo/coToaC0pTVM/s288/Darwin%2520en%2520pocos%2520trazos.jpg" height="192" width="288" /></a></div><div style="text-align: center;"><i><span >Darwin en pocos trazos</span></i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La ciencia biológica ha descubierto algo asombroso: después del sagrado momento de la concepción, una célula triunfante se instala en el fértil sitio que su madre le ha regalado, igual a como lo hicieron hace millones de años las primitivas células que flotaban en los mares originarios. Esto parece apuntar a que procedemos de células diminutas como los infusorios paramecios de los lagos, seres microscópicos que nadan alegremente en su medio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Algunos días después la criatura que se desarrolla en el vientre materno encarna ahora a un conjunto de células que tras de haberse dividido varias veces, constituyen ahora una elegante esferita que pronto comenzará a presentar una concavidad en un costado. Muy pronto el embrión se asemejará a un celentéreo, esas criaturas marinas como son las anémonas o los corales. Somos hermanos de animales que viven en el mar, de él procedemos y muchas vidas hemos tenido en el vientre materno sin siquiera sospecharlo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al principio el pequeño ser sólo tiene dos capas de células, pero pronto se añade una tercera. ¿No somos hermanos de los platelmintos y nematelmintos? Estos últimos fueron los primeros seres que tuvieron sangre en sus cuerpos y sangre es lo que ahora fluye en el pequeño embrión.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hace millones de años la Madre Tierra sirvió de vientre para albergar a los equinodermos, quienes fueron los primeros seres con esqueleto interno, como las estrellas de mar, y un esqueleto se manifiesta ya en el ser que se nutre con el alimento que le proporciona su madre a través del cordón umbilical. A las tres semanas el embrión cuenta ya con una cuerda vertebral y también posee un esbozo de hendiduras branquiales, como sus antepasados los peces. Asimismo, no olvidemos que la criaturita flota en un medio líquido y unas pequeñas escamas al rededor de la boca muy pronto se convertirán en dentadura. Sus aletitas laterales formarán brazos y piernas.</div><div style="text-align: justify;">Poco después el embrión asume el aspecto del hermano anfibio, como por ejemplo el ajolote del barrio de Xaltocán de Xochimilco, un animal de eterna infancia y que en su forma es capaz de recordarnos al pez, al batracio y al reptil.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nuestro embrión también recorrerá etapas de desarrollo análogas a las de estas criaturas. Por fin el bebé se muestra como un mamífero primitivo. Sus manitas modeladas con sabiduría, son ya una copia en miniatura de las de su madre. Su boca, sus pulmones, detallados por la mano de un Dios desconocido, muy pronto podrán decir la palabra “Mamá”. El ser ha pasado de embrión a feto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hay quienes decían que el hombre está totalmente desvinculado de los animales y que por lo tanto no podemos ni descender ni reencarnar gracias a otros seres. El caso es que hemos reencarnado ya. Nuestro corazón pasa por las etapas de sencillita bomba, hasta convertirse en cuatro cámaras las cuales toman la sangre impura y la purifican por medio de una delicada alquimia, sin mezclarla nunca. La Naturaleza pone a evolucionar a los seres, llevándolos a una mayor consciencia de sí mismos. ¿No es ésta la misión de la vida, un homenaje a la vida misma?</div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-72153462173915953702012-02-01T01:00:00.001-06:002012-02-01T01:00:03.136-06:00El pesimismo luminoso es un camino personal<div style="text-align: justify;"><i><b>Enrique Arias Valencia</b></i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/101vRwPUeeeo8Z4VZfXNJtMTjNZETYmyPJy0liipFm0?feat=embedwebsite"><img src="https://lh5.googleusercontent.com/-_gfJ0DMjuFQ/Tx40x0DP1SI/AAAAAAAABA8/tkM8dC3I6y8/s400/Concierto%252520foto%252520clara.jpg" height="300" width="400" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><b>S</b></span>oy un <a href="http://ariastotelesplatonico.blogspot.com/2009/12/el-pesimismo-luminoso.html">pesimista ilustrado.</a> Eso significa que no me encuentro a gusto en el mundo ordinario. El mundo ordinario es el mundo verdadero, sin maquillajes: el de los asesinatos, el de los secuestros, el del capitalismo salvaje y omnipotente. El mundo ordinario es el del hambre del todos los días. ¿Cómo soportarlo? Todavía no lo sé a ciencia cierta. Y a pesar de ello, o mejor dicho no a pesar de ello, yo sé cómo dirigirme a las aguas profundas que trascienden el mundo ordinario. <a href="http://ariastotelesplatonico.blogspot.com/2009/10/sonata-no3-adagio-ma-non-trip-hop.html">Dichas aguas son el lenguaje universal de la música.</a> La música, con su esplendor carácter metafísico, trasciende el mundo ordinario y nos devuelve la esperanza robada por los políticos, por los prelados, por los talabosques, por los agiotistas y demás secuestradores de la felicidad. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El año pasado pude disfrutar de 154 conciertos de lo más diversos. Desde un humilde y solitario clavecín en un diminuto templo católico hasta la colosal <a href="http://www.youtube.com/watch?v=n8YnNE97Kg0"><i>Sinfonía de los mil</i> de Gustav Mahler</a> en la <a href="http://www.musica.unam.mx/index.php?Itemid=17&id=8&option=com_content&task=view">Sala Nezahualcóyotl.</a> Entre otros lugares visité el Palacio de Bellas Artes, el Alcázar de Chapultepec y el Centro Cultural Ollin Yoliztli. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La música es la lámpara mágica que ilumina todo lo que se encuentra cerca de ella. El genio de la música sale de la lámpara en forma de sonido: es invisible, pero casi omnipotente. Sí, la música no puede remediarlo todo: el maldito mundo ordinario sigue allá afuera; sólo es desplazado por un par de horas. Y sin embargo, mientras dura el hechizo de la música, pareciera que nuestra alma se encuentra celebrando sus saturnales en un reino perdido donde la voluntad de vivir habla directamente el lenguaje del corazón: lo entendemos sin palabras, son sonidos que van más allá del dolor y del placer. La música es la realización de la auténtica felicidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El domingo 15 de enero a las 17 horas Max Courrech y Eduardo Salceda me han acompañado a la Sala Manuel M. Ponce donde hemos tenido el placer de escuchar nuevamente a nuestros queridos amigos la pianista María Teresa Frenk y el flautista Rafael Urrusti en un espléndido recital que arrancó con la <i><a href="http://www.youtube.com/watch?v=MUj7NgFHYB0">Sicilienne Op. 78</a></i> de <a href="http://oidofino.blogspot.com/2010/09/faure-requiem-giulini.html">Gabriel Fauré</a> (1845-1924). Esta pieza tiene en mí el poder de equilibrar a <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Apolo">Apolo</a> y a <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Dioniso">Dioniso</a> en un amable juego reflexivo. Así pues, mientras dura esta pieza me pregunto: ¿es la razón quien medita o es la meditación quien razona? No se trata de una meditación a lo oriental, en la que nos vaciamos de deseos; es más bien una meditación pánica en la que nuestros más amables deseos se hacen realidad: la paz, la verdad y el sutil erotismo impresionista. Ésa es la <i>Sicilienne</i> Op. 78.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Antes de interpretarla, Rafael Urrusti hace una simpática pintura de <i><a href="http://www.youtube.com/watch?v=tYb3WbNrTEU">Joueurs de flûte Op. 27</a></i> de Albert Roussel (1869-1937). Cabe aclarar que cito de memoria su breve y amena conferencia, por lo que los aciertos son de Urrusti y los deslices son míos. Resulta que este compositor francés hizo una serie de retratos de flautistas famosos: Pan, <a href="http://www.youtube.com/watch?v=acZdl2kyVnI">Tityre,</a> Krishna, y Mr. de la Péjaudie. La lista es encantadora ya por sus solos títulos; un deleite por su fabulosa música. Por cierto que Rafael nos aseguró que cuando Krishna se enteró del sueldo de flautista, exclamó: “Me conformo con ser sólo Dios”. Urrusti también nos habló de Pan y su infructuosa búsqueda del amor carnal, y de cómo ésta condujo a la tragedia de Siringa, de la cual nació la flauta de Pan. Como yo no sabía quién era Monsieur de la Péjaudie, quien compartió retrato con al menos dos dioses y una ninfa, bien pude agradecer a Urrusti cuando aclaró que dicho personaje era un gran flautista de la época.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ahora bien: la <a href="http://www.youtube.com/watch?v=Gdlk6twzzGQ"><i>Sonatina Op. 76</i></a> (1922) del compositor judío Darius Milhaud (1892-1974), Jeux-Sonatine de Jacques Ibert (1857-1944), y el Concertino Op. 107 de Cecile Chaminade (1857-1944) son tres partituras que, cada una a su manera, evoca aquello que durante el concierto se ha llamado impresionismo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y, ¿qué es el impresionismo? Espero no estar sobreinterpretando a Rafael Urrusti si les aseguro que tratándose de música, el impresionismo es en realidad el descubrimiento de un camino de interpretación personal del fenómeno sonoro. Sabemos que a Ravel y a Debussy les molestaba que les llamasen “impresionistas”. Y sin embargo, Debussy al resucitar el cantus firmus medieval, y al desafiar la armonía académica, nos conduciría inexorablemente al impresionismo de <a href="http://www.youtube.com/watch?v=BehDmiP36P4&feature=fvst"><i>La cathédrale engloutie,</i></a> sumergiéndonos así en el sentimiento océanico de identidad con lo divino que sólo la música puede hacernos realidad, destruyendo así las pretensiones de cualquier <a href="http://ariastotelesplatonic.blogcindario.com/2009/09/01312-presentacion-de-el-pesimismo-luminoso.html">pesimista ilustrado</a>. Y lo digo por experiencia propia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Creo recodar que tras los últimos aplausos Max me aseguró en tono misterioso que, desde un punto de vista alquímico el recital fue dominado por el aire y el agua. No me dio mayor explicación del fenómeno.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al final del concierto pudimos convivir brevemente con los artistas, y nos obsequiaron posar para una foto. De izquierda a derecha: Rafael Urrustri, Enrique Arias, Eduardo Salceda y María Teresa Frenk.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por supuesto que los enlaces ejemplifican el concierto, pero no lo calcan tal cual.</div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com22tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-4204297958789561032012-01-14T00:10:00.002-06:002012-01-14T00:14:04.709-06:00Un Viaje con Fanor a las Lagunas de Zempoala<div style="text-align: center;"><iframe width="480" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/dHGM-_b506s" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">¡Mi amor por los caballos se acrecienta!</div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-90857093142116170512012-01-08T10:44:00.003-06:002012-01-08T10:57:13.421-06:00Primer viaje del año<div style="text-align: center;"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/uB208jN5IvjHdbimkM1HjtMTjNZETYmyPJy0liipFm0?feat=embedwebsite"><img src="https://lh6.googleusercontent.com/-GqfzqvdFQVI/TwkJOJP4uEI/AAAAAAAAA9I/bdNgNyrPGk0/s400/S3010003.JPG" height="400" width="300" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><i><b>En las Lagunas de Zempoala, el 7 de enero de 2012</b></i></div><div style="text-align: center;"><i><b><br /></b></i></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">Fanor y yo estuvimos en las <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Lagunas_de_Zempoala">Lagunas de Zempoala,</a> un parque nacional que está formado prácticamente sólo por coníferas de alta montaña. De nuevo, como hace unos años, no he consultado a qué altitud se encuentra el parque, pero por su morfología parece que debería estar a más de 2,800 metros sobre el nivel del mar.</span><br style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); "><br style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); "><span style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">Vayamos a las tablas, y veamos qué nos dicen. La primera página de internet que me sale al paso afirma que las Lagunas de Zempoala están a una altitud de 2,900 msnm. Tuve un error de cien metros. No soy geógrafo, y no sé qué rango de error se permita en estos casos. Pero mi cálculo me satisface. No es cosa de magia, ni de que yo lo haya adivinado. Se trata de una deducción a partir de un dato científico. La fronda de las coníferas de alta montaña se alza orgullosa a partir de los 2,800 metros de altitud, y llegará hasta los 3,000, a veces un poco más.</span><br style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); "><br style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); "><span style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">¿Qué es lo que pasa cuando la razón se auxilia con los datos que le proporciona la experiencia? Lo que acabo de contarles es lo que pasa.</span> </div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-45067977188165120392011-12-25T01:00:00.000-06:002011-12-25T01:00:05.099-06:00Navidad en Xochimilco<p align="center"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/pux-qPFbSaW1g-H3rRejKQ?feat=embedwebsite"><img src="https://lh3.googleusercontent.com/_49OB2DckXlE/TVd9JofFiyI/AAAAAAAAAt4/mkHT6aDMWKY/s800/Imagen027.jpg" width="240" height="320" /></a></p>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-62985959378877162452011-12-19T12:00:00.002-06:002011-12-19T12:05:51.939-06:00Como esteta en mi viejo San Juan<div align="justify"><em><strong>Enrique Arias Valencia<br /><br /></strong></em>No es tiempo de deciros porqué abandoné a mi iglesia; tal vez ella me abandonó a mí; tal vez nunca la he dejado por completo. Por eso soy un atormentado nostálgico, y de vez en cuando vuelvo a ella para deleitarme con sus besos, porque besos son sus ritos y fiestas para el esteta de oído siempre atento. Es así que el domingo 18 pasado asistí a una representación teatral que se efectuaría en el altar mayor del Templo de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, en las inmediaciones de los barrios de la Postal y la Álamos.</div><br /><div align="justify"><br />La función consistiría en una pastorela que presentarían los niños del Libro Club de la colonia Postal. Pastorelas son representaciones teatrales de carácter popular que los frailes franciscanos instauraron en el Virreinato de la Nueva España tras la conquista española. Alguna vez en este mismo templo, como un episodio de mi juventud partida, yo también me uní al grupo de la san Juanita para participar en una puesta en escena de esta naturaleza. Y quiso la suerte, o quiso un Dios desconocido que aquel futuro ateo interpretase en aquella ocasión el papel del Diablo. En las pastorelas el Diablo debe ser la figura más importante; y sin embargo, su papel debe ser cómico. Satanás galán, forma de la forma más estética, es bella tempestad e impulso de vida, obra y palabra. Si su acto es intempestivo, la aparente contrariedad puede hacernos reír. En esta ocasión la jovencita Paty, interpretó el papel del Diablo principal, quien acompañada por Monteserrat pretendían embriagar a los mismos ángeles para evitar que éstos dieran noticia a los pastores del milagro de Belén. Tras los acores del O Fortuna de Carmina Burana, todos los diablos se enfrentaban a los coros angélicos, quienes eran anunciados por el Gloria de Vivaldi. </div><br /><div align="justify"><br />¿Es un fruto del azar el que San Juan de los Lagos esté ahora en manos franciscanas, las mismas de aquella hermosa orden que inventaron las pastorelas para aleccionar en los misterios evangélicos a los indígenas del México recién conquistado, herida abierta, amor de los misioneros?<br /></div><br /><p align="center"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/mEaxUIAUG5p5t4SFq8lJA9MTjNZETYmyPJy0liipFm0?feat=embedwebsite"><img src="https://lh4.googleusercontent.com/-qUqGLDxzWbU/Tu979rL6UjI/AAAAAAAAA6c/fcK4uIlT10o/s400/San%252520Juanita%2525201.JPG" width="400" height="300" /></a></p><br /><div align="justify"><br />En el Gita, Arjuna deberá enfrentarse en la guerra a sus amigos. Hoy aquí, en el templo de mi juventud, a pesar de mi ateísmo yo soy un Arjuna al revés: más de veinte años después de mis primeras diabluras, frente a mí están los hijos de mis amigos de adolescencia. La Virgen María es Ana Victoria, hija de Sergio y Mariana. Gerardo es diablillo y su hermanita Karla es Serafín. Alfredo y Karla, padres de estos dos niños también participan tras bambalinas. En el público, a mi lado está Max Courrech, quien me ha tomado la foto de la balaustrada románica que acompaña esta reseña.<br /></div><br /><div align="center"><br />Por lo tanto, a pesar de mi ateísmo galopante, desde estas páginas les deseo a mis lectores:<br /><br /></div><br /><div align="center"><span style="font-size:130%;"><em>¡Feliz Navidad! </em></span><br /><br /></div><br /><div align="justify"><br />¡Je je je! (que así se ríe el esteta) </div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-691435744595408972011-11-11T11:00:00.000-06:002011-11-11T11:00:15.497-06:00Tlaxcalchica, en Tlayacapan<div align="center"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/WC8SmQjpUTYLirR3DVvsYA?feat=embedwebsite"><img src="https://lh5.googleusercontent.com/_49OB2DckXlE/TVd98VS8BoI/AAAAAAAAAvA/GY_rADp1Jzs/s800/Imagen047.jpg" width="600" height="800" /></a><br /><br /><em>La capilla más pequeña, la fe más grande</em></div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-91366115901268226342011-10-18T23:33:00.005-05:002011-10-22T19:28:07.931-05:00Milagro no reconocido a san Cristóbal<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm"><i><b>Enrique Arias Valencia</b></i></p> <p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm">La ciencia parte del supuesto, más o menos disfrazado, que plantea que todas nuestras experiencias pueden explicarse en términos científicos. Por su parte, la obligación moral nos exige que seamos veraces en nuestras declaraciones. De hecho, la ley lo exige. Estas dos últimas afirmaciones entran en contradicción con la primera. Por lo tanto, la ciencia nos exige la insinceridad. </p> <p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm">Hace algunos ayeres, mi instinto aventurero me llevó al barrio de San Cristóbal, una de cuyas fronteras es, me parece, la Avenida Nuevo León, en Xochimilco. La capilla de San Cristóbal es diminuta, pero tiene el encanto de los edificios viejos. No recuerdo si pude entrar a ella o la encontré cerrada, pues mi intuición de explorador me condujo hacia la laguna de Xaltocan, al sur de dicho barrio. Traspuse un puentecillo que atraviesa el canalito, y me perdí en una calle ancha. Quería averiguar si por ahí se podía llegar al Bosque de Nativitas. Xochimilco es lugar de flores y aguas: el paisaje era paradisíaco. Sin embargo, poco a poco la calle se fue estrechando, y las viviendas se hacían cada vez más modestas y desvencijadas. Desapareció el asfalto, y el terreno se volvió tortuoso. La calle terminaba intempestivamente frente a un canal. Comencé a desandar el camino, cuando de pronto, fui sorprendido por una jauría.</p> <p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm">Si bien soy capaz de reconocer la hermosa estampa de los perros, sé por experiencia propia que aquellos que gruñen al aproximarse a uno, sí muerden. Así, en medio de su iracunda belleza, los colmillos expuestos de los canes son señal de su carácter peligroso. Había yo entrado inoportunamente a su territorio, y algunos gruñían en las notas bajas y otros ladraban estruendosamente: entre todos me cercaron. Ante tan horrísono espectáculo, yo estaba muerto de miedo. Nadie se asomó de entre las destartaladas casas.</p> <p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm">De pronto, fue el literal milagro. De entre la fronda apareció un perro diferente a la jauría. Su talante era de autoridad, y sereno y callado, atravesó la formación envolvente para situarse a mi lado. De blanco pelaje, tranquilo y algo ya viejo, el noble animal se sentó en los cuartos traseros y comenzó a mover la cabeza de un lado a otro. Sus congéneres lo miraron respetuosamente, y detuvieron su marcha hacia nosotros. Los ladridos se fueron apagando. Tan pronto sucedió esto, el perro blanco comenzó a caminar decididamente hacia el Norte. Yo lo seguí, acariciando de vez en cuando su níveo lomo. La retirada se efectuó en el más completo de los silencios. La jauría rompió la formación para dejarnos pasar. Algo tenía ese callado ambiente del sabor de lo sagrado. Una vez me hubo servido, tan discreto como llegó, mi salvador de cuatro patas desapareció.</p> <p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm">Unos cientos de metros después, el barrio recuperaba la alegría de sus casas. Pregunté a un vecino si podía llegar al Bosque de Nativitas, y me indicó que siguiese la sinuosa Avenida del Puente. Éste comunicaba con Santa Cruz Acalpixca. Al Este se encuentra Nativitas. Finalmente, al atardecer alcancé el bosque. No recuerdo qué hice ahí ese día. </p> <p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm">Volví al barrio de San Cristóbal, y después me dirigí al templo de San Bernardino de Siena, en el centro de Xochimilco. En las paredes de la enorme nave de San Bernardino, hace tiempo se descubrió una pintura de san Cristóbal. Quizá sea del siglo XVI. Aparece al modo occidental: un hombre muy musculoso, que bastón en mano, carga con trabajos a un bebé. El diminuto personaje es el niño Dios, y su peso se debe a que lleva consigo los pecados del mundo. En México hay muchas poblaciones que honran a este conspicuo personaje. El ejemplo más famoso es San Cristóbal de las Casas, Chiapas, cátedra del ya fallecido tatic Samuel Ruiz, en medio de los más pobres.</p> <p lang="es-ES" align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm">En el siglo XX la jerarquía católica desconoció a san Cristóbal, y lo retiró del santoral. Me he enterado por el blog de <a href="http://rastacalcedonico.wordpress.com/">C. Oriental</a> que entre los ortodoxos, a san Cristóbal se le pinta con cara de perro. Es una metonimia curiosa porque Cristóbal era extranjero, bárbaro, el hombre que habla como los perros: “barbar” es lo que expresan con sus gargantas los bárbaros. Sin embargo, ¿no es curioso que en las inmediaciones del barrio de San Cristóbal, en la tierra de nadie, y a merced de una amenazante jauría, un perro me salvase de un ataque inminente? ¿Se trata de un milagro? Indudablemente. Según los creyentes, los milagros deberían suspender las leyes de la naturaleza. ¿Se violó alguna ley de la naturaleza con la visita de aquel Cancerbero blanco? No, y sin embargo, su presencia fue extraordinaria. Carl Sagan solía decir que afirmaciones extraordinarias exigen pruebas extraordinarias. ¿Qué prueba puedo dar de mi afirmación? Ninguna, salvo mi testimonio. Según los abogados se necesitan dos testigos para probar algo. Soy mi propio testigo, y si nadie me cree, aún así tengo la satisfacción de que aquella mañana, en circunstancias milagrosas un perro me salvó el pellejo. Tal vez un etólogo sostenga que no hay tal milagro, y que lo único que sucedió fue que desperté la simpatía del macho alfa de la manada. Sin embargo, el milagro no solo consiste en que fuese salvado por un perro, sino en que ese preciso perro llegó en el momento oportuno, en medio de una atmósfera solemne. Es la belleza del acto y del actor, además del acontecimiento mismo: poesía en acción. Un perro blanco y silencioso. El blanco es a la pureza lo que el secreto es al milagro. El silencio es el lenguaje de Dios. Pero, ¿este milagro prueba que exista el Dios de los cristianos? No lo creo.</p><p></p><div style="text-align: center;"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/fFBJREMhZuUpmK6lrtF1zQ?feat=embedwebsite"><img src="https://lh5.googleusercontent.com/-SXqqLN2vw4I/Tp5S8OLi1bI/AAAAAAAAA5k/yAUcqJ1eAWI/s800/Saint_christopher_cynocephalus.gif" height="343" width="182" /></a></div><br /><p lang="es-ES" align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm">La definición estándar de Dios es que se trata de un ser infinitamente bueno y omnipotente. Y si es ambas cosas, ¿por qué no actúa siempre? No siempre me he salvado del mal, y he sufrido sus azotes. ¿Dónde está Dios cuando lo necesitamos? El Dios que yo he visto actuar a veces nos ayuda y también es capaz de abandonarnos. Al negar a san Cristóbal, ciencia y religión no agotan el milagro del mundo. ¿Qué Dios envió a un perro aquella misteriosa tarde en un barrio perdido del sur de Xochimilco?</p><p></p> <p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm">La religión recurre al mito para expresar lo inexpresable. La filosofía también es capaz de reconocer que en el mundo hay algo inexpresable. La paradoja estética es la manera en que yo lo hago. En cierta forma, hay un aspecto de mi experiencia que, siendo subjetiva es inexpresable. Se trata de un ambiente que rebasa la cotidianidad, el vulgar paso del tiempo que registra el método científico, y que por un instante, es capaz de abrir las puertas de los Cielos aun a aquel que no cree en Dios.</p>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com23tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-30433246729072607052011-10-15T01:00:00.000-05:002011-10-15T01:00:06.676-05:00Capilla de San Martín, en Tlayacapan<div align="center"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/dvNdxDv797SpnH2D-5fv4w?feat=embedwebsite"><img src="https://lh4.googleusercontent.com/_49OB2DckXlE/TVd-GFfIaxI/AAAAAAAAAvI/tpm2PgmKIso/s800/Imagen049.jpg" width="600" height="800" /></a><br /><br />Filigrana viva, Dios desconocido<br /></div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-30015181966677985922011-09-25T09:37:00.016-05:002011-09-28T12:33:25.341-05:00Diablo, carne y mundo<div style="text-align: center;"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/H-IYuzIffrduac9bnGBfrg?feat=embedwebsite"><img src="https://lh6.googleusercontent.com/-TtbfkQLP_a4/Tn88Q1NLj0I/AAAAAAAAA40/oxcXFDxn7zA/s288/layer1.png" height="192" width="288" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><i><b>Enrique Arias Valencia</b></i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Son muchos los filósofos que reconocen que una de las labores más importantes de la filosofía consiste en desentrañar la relación que hay entre Dios, el mundo y el alma. Por ejemplo, en las Meditaciones metafísicas René Descartes (1596-1650) trató de probar la existencia de estas tres sustancias. Más tarde, Immanuel Kant (1724-1804) en su proyecto crítico de la razón pura llegó a la conclusión de que Dios, alma y mundo, son Ideas de la razón que no tienen una referencia objetiva, en vista de que no podemos conocer los objetos de dichas Ideas, pero que de todas formas, éstas regulan el universo moral del hombre. Por otro lado, esta relación tripartita la argumenta el matemático, abogado, historiador y miembro del Trinity College de Cambridge Walter William Rouse Ball (1850-1925) como la relación entre Dios, la Naturaleza y el Hombre: </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><blockquote>“He leído en alguna parte que la filosofía se ha preocupado principalmente de las relaciones entre Dios, la Naturaleza y el Hombre. Los primeros filósofos griegos se ocuparon principalmente de las relaciones entre Dios y la Naturaleza, y trataron el asunto del hombre por separado. La iglesia cristiana estaba tan absorta en la relación de Dios con el hombre que descuidó del todo a la naturaleza. Por último, los filósofos modernos se ocupan principalmente de las relaciones entre el Hombre y la Naturaleza. Si esto es una generalización histórica correcta de los puntos de vista que sucesivamente han prevalecido no me importa discutirlo aquí”. (1)</blockquote></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es así que siguiendo a los filósofos modernos el ateísmo niega que el hombre tenga relación alguna con Dios, pues no se puede tener relación alguna con lo no-existente. En más de un sentido, el ateísmo estándar tiene razón. Dios es un término gastado, cuya ancianidad lo llevó a la muerte en el siglo XIX. A pesar de todo, un esteta irracionalista como lo soy yo no puede darse el lujo de despachar sin más la relación con lo así llamado divino. Lo divino, aún con Dios muerto, es materia de reflexión para el esteta. De hecho, se podría decir que lo divino es el único tema de reflexión del esteta, pues, ¿acaso no es el arte único e indiviso, divino en su naturaleza? Para intentar paliar esta situación y quizá provocar un malentendido, en este ensayo propongo que la relación “Dios, Naturaleza, Hombre” sea replanteada como una relación “Diablo, carne y mundo”. La frase la he tomado en préstamo al final de la Redondilla más célebre de Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695), trascendiendo el papel de género que en tal poema cumple dicho octasílabo final.(2) Así, elevo a carácter metafísico la expresión “Diablo, carne y mundo”, y por lo tanto, ésta ahora señala lo que la filosofía entiende por las relaciones entre Dios, el alma y el mundo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Quién es el Diablo, para los fines de este ensayo? Como forma estética, el Diablo es personaje galán de gran dignidad. ¿Podemos entrar en relación con él? Indudablemente. Así, por ejemplo, si mal no recuerdo, el sábado 21 de agosto, durante un recital en el Salón de Recepciones del Museo Nacional de Arte pude escuchar la célebre serenata del Fausto de Gounod en la voz del bajo Charles Oppenheim, en el papel de Mefistófeles. Han de saber que una de las primeras cosas que me desilusionaron del cristianismo fue advertir que en los Evangelios Jesús jamás se ríe. En cambio, Mefistófeles lanza unas colosales carcajadas en el momento de esta serenata. El Diablo galán, figura estética, es tempestad e impulso de vida, obra y palabra. Si su acto es intempestivo, la aparente contrariedad puede hacernos reír. Lo divino es trascendencia. Si dicha trascendencia se presenta como una carcajada, luego es obra del Diablo. Diablo, es pues el aspecto de lo divino si nos hace reír.</div><div style="text-align: justify;"><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/VCUWoX-x7xj_B7rOlSYUIQ?feat=embedwebsite"><img src="https://lh4.googleusercontent.com/-s7LyomQlBhk/Tnyq0crSEiI/AAAAAAAAA4Q/2WTTLDMf1Vs/s144/Charles%252520Oppenheim.jpg" height="144" width="96" /></a></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/VCUWoX-x7xj_B7rOlSYUIQ?feat=embedwebsite"></a><i>Charles Oppenheim</i></span></div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Qué es ahora el alma tras cuatrocientos años de ciencia, sino un montón de despojos del Universo, unidos tan sólo por una ilusión? Tras la labor Darwin, Freud y los neurocientíficos actuales, la supuesta simplicidad del alma se ha hecho añicos. Pero aún tenemos la carne. ¿Qué es la carne? La carne es la residencia de las pasiones, su alojo e inmanencia. Si lo divino es trascendente y eterno, luego la carne se le opone con su inmanencia, con su finitud. Gracias a la carne entramos en contacto con las pasiones del Diablo. La carne nos permite gozar con los sentidos y aún con los frutos de la razón. Carne es pues, la digna acción del muy estético Diablo galán en nuestro propio ser. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El domingo 21 de agosto de 2011 he asistido a un espectáculo titulado “Diablo, carne y mundo” en el que el grupo La Dexima Mvsa nos transportó a la época barroca y rindió homenaje a sor Juana Inés de la Cruz en la Sala Manuel M. Ponce. La obra se abrió con “Dicen que de Inés” de José Marín (1619-1699) a cargo de las sopranos Lourdes Ambriz y Gabriela Miranda, y los instrumentistas Abel Maní en la viola da Gamba, Víctor Hugo Peñaloza en la guitarra barroca, y Karina Peña en el clavecín. Por su parte, entre otros números, la actriz Elia Domenzain, vestida como sor Juana recitó <a href="http://heron5.tripod.com/anto/necios.htm">“Hombres necios que acusáis”.</a> A continuación, las dos primeras estrofas:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"></div><blockquote><div style="text-align: justify;"><i>Hombres necios que acusáis</i></div><div style="text-align: justify;"><i>a la mujer, sin razón,</i></div><div style="text-align: justify;"><i>sin ver que sois la ocasión</i></div><div style="text-align: justify;"><i>de lo mismo que culpáis;</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i>si con ansia sin igual</i></div><div style="text-align: justify;"><i>solicitáis su desdén,</i></div><div style="text-align: justify;"><i>¿por qué queréis que obren bien</i></div><div style="text-align: justify;"><i>si las incitáis al mal?</i></div></blockquote><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Elia Domenzain también leyó un fragmento de la <i><a href="http://www.ensayistas.org/antologia/XVII/sorjuana/sorjuana1.htm">Respuesta a sor Filotea de la Cruz,</a></i> aquella misiva con la que sor Juana intentó defender su amor al saber en una época en la que el mundo era dominado por varones imbéciles. La suerte de sor Juana es un atisbo de que, a pesar de los esfuerzos del muy estético Diablo Galán, no todo es gozo en este mundo, e incluso las huestes angélicas, hoy huérfanas de Dios, están siempre dispuestas a interferir entre los humanos para impedir el triunfo del placer. Es por eso que este mundo no llega a ser completamente feliz, a pesar de la ayuda del Diablo y de la carne.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/qxoLTr1WZjW6HkvegxsMdw?feat=embedwebsite"><img src="https://lh4.googleusercontent.com/-qpPMqtWzrwc/Tn8xCHqMYKI/AAAAAAAAA4g/MX1Z-aoQSMY/s400/San%252520Miguel%252520en%252520San%252520Francisco%252520B.JPG" height="400" width="300" /></a></div></div><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><i><span class="Apple-style-span">Un ángel nos amenaza. (3)</span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span class="Apple-style-span"><br /></span></i></div>¿Qué es el mundo? El mundo es el escenario del desgarramiento de la voluntad en dos entidades: una es el alegre impulso del Diablo, la otra es el adusto gesto del ángel que no desea que esa felicidad se consume. Los jinetes del Apocalipsis son enviados desde el Cielo: guerra, hambre, peste y muerte. A diario, esos cuatro tíos bajan a la Tierra a hacer de las suyas. ¡Y hay ateos que se atreven a decir en una sorprendente mezcla de ingenuidad y desfachatez que el Apocalipsis es una profecía falsa! ¿Es este mundo feliz? ¡Ni el Diablo, supuesto padre de la mentira, creería eso! El Diablo galán se ríe de la afirmación: “Éste es un mundo feliz”. En realidad, los cuatro jinetes del Apocalipsis son sólo una muy optimista muestra de lo que los Cielos son capaces de hacer con tal de impedir la consumación de la diabólica alegría del mundo y de la carne. Hay por tanto en el Cielo toda una caballeriza atestada de pesares, lista para mandarnos sus huestes a la menor provocación: desde un dolor de muelas hasta una amarga decepción de amor. He experimentado varios dolores en este mundo. He visto a varios de mis semejantes sucumbir a dolores mayores que los míos. Aunque los ateos lo nieguen, a diario he visto el bravo galope de los cuatro jinetes del Apocalipsis en los cuatro rumbos del mundo. A pesar de que es muy cierto que Dios no existe, no puedes relajarte y disfrutar de la vida. ¿Cómo escapar de este horror?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hace mucho tiempo, mi padre me contó la leyenda de la Mulata de Córdoba. Hubo, pues, en tiempos del Virreinato, una hermosa Mulata que vivía en el puerto de Córdoba, Veracruz. La Mulata era deseada por todos los hombres que la veían, pero ella rechazaba todos los galanteos. Algún necio envidioso, harto de los desdenes de la Mulata, la denunció ante la Inquisición, con la acusación de que despreciaba a sus pretendientes porque era amante del Diablo. La Mulata fue aprendida, y confinada en un calabozo. Ahí entabló amistad con el guardia, quien como los demás hombres, quedó prendado de su belleza. Una noche la mulata le pidió a su carcelero una tiza. El hombre le llevó el encargo, y la chica comenzó a dibujar un barco en la pared. Ante los asombrados ojos del celador, la Mulata abordó el bajel dibujado, y escapó en él. El guardia se volvió loco. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">He seguido las tres presentaciones del grupo de Solistas Ensamble del INBA, el cual, en el marco de las Fiestas Patrias nos obsequió una tertulia musical integrada por fragmentos de ópera mexicana. El miércoles 14 de septiembre de 2011 en el Salón de Recepciones del <a href="http://www.munal.com.mx/">MUNAL</a>, el miércoles 21 de septiembre en el patio principal del Palacio del Arzobispado, y el viernes 23 de septiembre en el Recinto de Homenaje a Benito Juárez en Palacio Nacional. Uno de los números musicales consistió en la bella escena de <i><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/La_mulata_de_C%C3%B3rdoba">La Mulata de Córdoba,</a></i> en la partitura del compositor José Pablo Moncayo (1912-1958) con libreto del poeta Xavier Villaurrutia (1903-1950) y el dramaturgo Agustín Lazo (1896-1971), interpretada por Lydia Rendón en el papel de la Mulata Soledad, Gerardo Reynoso como Anselmo, encarnando al Inquisidor a Emilio Carsi, el coro masculino del ensamble como los monjes, acompañados al piano por Eric Fernández, todos bajo la dirección de Xavier Ribes. No puedo dejar de apuntar que la voz de Gerardo Reynoso es un hermoso regalo para el corazón.</div><div style="text-align: justify;"><i></i></div><blockquote><div style="text-align: justify;"><i>Amor, amor divino</i></div><div style="text-align: justify;"><i>que en ardoroso anhelo</i></div><div style="text-align: justify;"><i>nos transportas unidos</i></div><div style="text-align: justify;"><i>a las bodas del Cielo.(4)</i></div></blockquote><div style="text-align: justify;">La versión de Moncayo difiere de la que me contó mi padre, pues incluye una trama más elaborada. Hace poco le he pedido a papá que me contara la historia de la Mulata otra vez. Lo hizo, pero en su ancianidad, rendido a la razón, mi padre añadió al final: “Según mi parecer, la Mulata tuvo amores con el guardia y éste la dejó escapar”. En cierta forma, las palabras de mi padre son un incómodo epitafio de las ideas del atardecer de la filosofía: Dios, el alma y el mundo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Acaso soy un eco del ocaso? Y sin embargo, mi alma es la de la Mulata de Córdoba, quien ante los horrores del mundo, no duda en trazar un velero con la imaginación, y al amparo de sus velas hinchadas atracar en el reino del arte divino, y huir así de las falsas acusaciones de la muy Santa Inquisición.</div><br /><span class="Apple-style-span"><i>Post scriptum</i></span><div><br /><div style="text-align: justify;">El viernes 23 de septiembre del presente tuve el honor de asistir a la interesantísima Conferencia Magistral “Schelling-Kierkegaard: la génesis de la angustia contemporánea”, dada por el doctor Fernando Pérez-Borbujo. La tesis principal de Pérez-Borbujo es que Schelling es el primer existencialista, y que Kierkegaard le calcó varias ideas, siendo, por tanto el danés no el primero, sino el segundo existencialista. Al final, durante la ronda de preguntas, el filósofo Jorge Juanes tomó la palabra, para, entre otras cosas, señalar que según su parecer, el problema con Schelling es que éste restauró el asunto de Dios, ya superado, y lo reinsertó como problema filosófico. No me considero capaz de siquiera esbozar la sabrosa discusión, pues mi intención más bien, consistirá en sostener que, desde mi punto de vista, Jorge Juanes se equivoca en el punto que señalé. El asunto de Dios, como problema filosófico no está de ninguna manera agotado, y tengo que reconocer la pésima manera en que yo mismo lo he tratado en este ensayo que ahora el lector tiene enfrente.</div><div style="text-align: justify;"><br /><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/PzLL1-4HJAX9O_Z_cxhcVw?feat=embedwebsite"><img src="https://lh6.googleusercontent.com/-4QcRgOp9n48/ToI6I9KQpoI/AAAAAAAAA48/2czzLcDGij4/s288/conferencia-Perez-Borbujo.jpg" height="288" width="196" /></a><br /><br /></div><div style="text-align: justify;">De hecho, este tanteo tuvo ya en mi blog una salida en falso, pues me parece que no faltará aquel que crea que “Diablo” se refiere al espíritu malvado, opositor de Dios. Si Dios no existe, tampoco existe el Diablo. Lo he rehabilitado como instinto estético, y nada más. Si me he decidido publicar mi reflexión, es porque finalmente me he dado cuenta de que refleja varias de mis intenciones en filosofía, sea sobre todo, estética.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;">***</div><div style="text-align: justify;">NOTAS</div><div style="text-align: justify;"><p style="margin-bottom: 0cm"></p><ol><li><a href="http://www.maths.tcd.ie/pub/HistMath/People/Descartes/RouseBall/RB_Descartes.html">Tomado de: René Descartes (1596 – 1650) en <i>A Short Account of the History of Mathematics </i>(4th edition, 1908) by W. W. Rouse Ball. (La traducción es mía, con ayuda del traductor de Google).</a></li><li>El cual reza completo: “juntáis Diablo, carne y mundo”.</li><li>Templo de San Francisco El Grande, México. Ese día fue el 2° concierto de la 2° temporada de la Orquesta Sinfónica Juvenil Carlos Chávez. Foto cortesía de MC.</li><li>He transcrito el poema de oído. No conozco su forma, si bien sé que se trata de un heptasílabo. Las palabras las recita Anselmo, con réplica inmediata de Soledad. El dueto es hermoso en la poesía y las voces.</li></ol></div></div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-843284626186820032011-09-15T01:00:00.000-05:002011-09-15T01:00:07.139-05:00Un esteta en Tlayacapan<div align="center"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/iTjEAyxPKMS7lj3nYefjSg?feat=embedwebsite"><img src="https://lh6.googleusercontent.com/_49OB2DckXlE/TVd9lMdW_QI/AAAAAAAAAuo/eFdK01atC84/s800/Imagen041.jpg" width="600" height="800" /></a>
<br />
<br />La alegría de la vida en un marco perfecto.</div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-48682916363338288312011-09-04T01:26:00.004-05:002011-09-30T14:34:47.884-05:00Acústica y danza de la chacona<div style="text-align: center;"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/SsEA6CazYfFAoVc0C4_nrA?feat=embedwebsite"><img src="https://lh6.googleusercontent.com/-sDPhybF2qQ8/TmL8zRPm3OI/AAAAAAAAA4A/is5wswRlBEM/s288/Tlaquepaque.jpg" height="288" width="284" /></a></div><br /><br /><div style="text-align: justify;"><i><b>Enrique Arias Valencia</b></i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">1974. Quiosco de Tlaquepaque, en el estado mexicano de Jalisco. El niñito que aparece en las escaleras soy yo. Tenía tres años. Algunos minutos más tarde, el quiosco fue ocupado por un mariachi, un grupo musical originado en Jalisco y que en la actualidad se destaca por la brillantez de las trompetas, la estridencia de los violines, la claridad de las guitarras y guitarrones, el aire tradicional de la vihuela y la hombría de las voces. Quizá se originó en el siglo XVIII. El mariachi es uno de los más importantes símbolos nacionales, por lo que desde 1930 no se limita a tocar música de su comarca, sino que incorpora en su catálogo rancheras, corridos, huapangos, sones jarochos y valses, es decir, música de todas las regiones de México.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Quizá fue la primera vez que escuché música viva. ¿Qué puede sentir un niño cuando escucha por primera vez instrumentos y voces en vivo? Sólo puedo hablar a partir de mi experiencia: el aire del mediodía, la alegría de la vida que comienza, las promesas de la naturaleza siempre inocente, y la persuasión del ritmo. Entonces no lo sabía, pero esa fue la primera vez que fui poseído por el espíritu de Dioniso, y al son de la música, me despojé de toda mi ropa. Un bebé de tres años puede hacerlo con mayor libertad que un adulto, y así, entregarse al disfrute del esplendor de la vida en medio del marco perfecto de una danza improvisada conducida por un son.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Fue así que antes de que me hablaran de la doctrina de Jesús en el catecismo, antes de que me hablasen de moral laica en la escuela, participé de una danza extática en la que tuve una experiencia de primera mano de la metafísica del artista primigenio, con el instinto de lo dionisíaco. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Dicen que genio y figura, hasta la sepultura. Si bien no soy un genio, mi talante espiritual siempre ha tendido a la pasión y el arrebato. Por eso, cuando muchos años más tarde me dirigí hacia la filosofía para intentar poner en orden mis ideas estéticas, no fueron ni Santo Tomás, ni Spinoza, ni Leibniz ni Kant, ni Hegel quienes me persuadieron a seguir sus pasos. En cambio, desde la primera vez que leí a Nietzsche, fue la llamada deslumbrante de su broncínea voz la que me habló directamente al oído, como un viejo amigo, al que de nuevo veía después de que, siendo niños, bailamos juntos en un quiosco. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Decía líneas arriba que el mariachi nació en el Occidente de México, concretamente en Jalisco. Sin embargo, entre su repertorio se encuentran algunas muestras del son jarocho. El son jarocho es hijo de la lujuria del trópico. Mar, sol y melodía lo constituyen. Ahora bien, hay algunos musicólogos quienes, recientemente han forjado una sorprendente teoría que sostiene que la chacona de la música manierista y barroca es originaria del México Virreinal. De hecho, chacona sería una deformación de la expresión “son jarocho” o “choque”. La chacona original era un baile tan persuasivo que llegó a ser prohibido por la inquisición: se bailaba con un choque de caderas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La chacona llegó a Europa, y en manos de hombres como Dietrich Buxtehude (1637-1707) se convirtió en una muy elegante y recatada danza lenta, con metro de 3/4, en la que el tema se repite cíclicamente en la parte del bajo, y sobre dicho tema se construyen una serie de variaciones. Todavía hoy mucha música indígena y mestiza mexicana recurre a este patrón repetitivo. Buxtehude y los barrocos europeos enriquecieron la chacona mexicana con una gran destreza contrapuntística. En 1937, cautivado por los alardes contrapuntísticos de la <i><a href="http://www.youtube.com/watch?v=GrjOItMY6AU">Chacona para órgano en mi menor, BuxWV 160</a></i> de Buxtehude, el compositor mexicano <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Ch%C3%A1vez">Carlos Chávez,</a> (1899-1974) se entregó con entusiasmo de escribir una magnífica transcripción para orquesta sinfónica. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Este sábado 3 de septiembre de 2011, en el foro al aire libre de la Casa del Lago Juan José Arreola, del Bosque de Chapultepec, la Orquesta Filarmónica de la UNAM, bajo la dirección del maestro Rodrigo Macías hemos disfrutado de un concierto en el que una de las piezas que escuchamos fue la <i>Chacona para órgano en mi menor, BuxWV 160</i> de Buxtehude, en la orquestación choncha del compositor mexicano Carlos Chávez. Si bien esta obra es de una solemne espiritualidad en extremo arrebatadora, he sonreído más de una vez al deleitarme con el insistente despliegue contrapuntístico del tema, como si él y yo fuésemos viejos conocidos, cómplices del quebranto de la austeridad. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Quizá aquella tarde de 1974, lo que los mariachis tocaron en el quiosco de Tlaquepaque fuese un son jarocho, que según hemos visto, tal vez es el abuelo de la chacona. De cualquier forma, seducido por el ritmo, un anónimo bebé dio muestras de que entendía perfectamente el lenguaje secreto de la música. Ninguna otra cosa importante hizo desde entonces, sólo saber responder con pasión a las invitaciones de la pasión. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el mundo ordinario se le dice sí a lo que sí es, y se le dice no a lo que no es. ¿Puse en orden mis ideas estéticas? Sí y no, porque la labor del filósofo no consiste en quedarse en la seguridad de lo ordinario, sino en atreverse a desnudar el alma, y desnudo, caminar perpetuamente asombrado por las más diversas regiones del mundo, y de vez en cuando, ofrecer al prójimo una visión nueva: no es la razón la que se encuentra al final para darnos la respuesta a nuestras más grandes interrogantes, la respuesta palpita anhelante en la más oscura comarca de nuestro corazón, aguardando pacientemente para aflorar en forma de danza, poesía y música.</div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-5068920545739539474.post-42302033354514681582011-08-28T23:06:00.009-05:002011-08-30T12:35:27.170-05:00La Gran Trinidad<div style="text-align: justify;"><span style="font-style: italic; font-weight: bold;" class="Apple-style-span">Enrique Arias Valencia</span>
<br /></div><div style="text-align: justify;"><blockquote><div style="text-align: justify;">“La sinfonía ha de ser como el mundo, debe implicarlo todo”.
<br /><span style="font-style: italic;">Gustav Mahler</span></div></blockquote>Érase que se era una lejana ciudad provinciana en una de cuyas casas, una noche, una jovencita escuchó una propuesta de amor del mismo Dios. ¿Qué contestaría si Dios le dijese que se ha enamorado de usted? ¿Aceptaría? Después de todo, jugar a ser la noviecita de Dios parece implicar un gran compromiso. Y sin embargo, la mexicana Concepción Cabrera de Armida (1862-1937) contestó con entusiasmo a la voz de Dios, voz de amor, voz de misticismo. Y si bien Conchita visitó en vida el mundo celestial, ella también se movió en el mundo ordinario, pues se casó y tuvo nueve hijos. Concepción Cabrera retrató su amor por la Eucaristía en una obra teológica de sesenta y seis volúmenes manuscritos, entre la que se puede advertir una prosa poética asombrosa:
<br /><blockquote><i>“¡Quisiera ser tu sagrario, tu copón, la oscuridad misma que te envuelve, y las especies sacramentales que te llevan consigo, y tu misma substancia y calor y luz!”</i>
<br /></blockquote></div><div style="text-align: justify;">¡Quisiera ser tú!, dice la amante enamorada. Nosotros, menesterosos hombres hijos de la Razón, nada sabemos de la identidad contemplativa de Concepción Cabrera con el pan y con el vino, un amor espiritual que culminará con la encarnación mística de Conchita en 1906. Entre los papeles que nos dejó esta visionaria mujer hay un libro, <i>Ven oh Santo Espíritu</i> en el que incluye el himno del siglo IX “Veni Creator”. En esta obra, la mística mexicana celebra sus esponsales con el Espíritu Santo. Alma arrebatada, Conchita sabe que si uno entra en contacto con Dios, la prueba de su existencia sale sobrando.
<br /></div><blockquote><div style="text-align: justify;"><i>Ven, Creador, Espíritu amoroso,</i>
<br /></div><div style="text-align: justify;"><i>ven y visita el alma que a Ti clama</i>
<br /></div><div style="text-align: justify;"><i>y con tu soberana gracia inflama</i>
<br /></div><div style="text-align: justify;"><i>los pechos que creaste poderoso.</i> </div></blockquote><div style="text-align: justify;">¿Vendrá? Vida paralela, pues en el mismo año de la encarnación mística, pero en el otro extremo del globo el compositor austriaco Gustav Mahler (1860-1911) escribió la primera parte de su <i><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Sinfon%C3%ADa_n.%C2%BA_8_%28Mahler%29">Octava sinfonía en mi bemol mayor</a></i> basándose también en este himno de pentecostés, atribuido a Rabano Mauro, arzobispo de Maguncia. Mahler aborda su <i>Octava</i> como una obra completamente vocal. Escuchada entre líneas, nos damos cuenta de que si prestamos una muy delicada atención, Dios nos ofrece una serenata cada madrugada para crear con su omnipotente voz el mundo que habitamos. La música de las esferas de la filosofía idealista es testimonio vivo de esto.</div>
<br /><div style="text-align: center;"><a href="https://picasaweb.google.com/lh/photo/wQPpczacyhWyrFVIGAhU5Q?feat=embedwebsite"><img src="https://lh3.googleusercontent.com/-yvAmkaMZxNI/TVIN_dU30-I/AAAAAAAAAsA/OUqok9RGFcU/s288/Tarde%252520de%252520arte%252520redentor.jpg" width="288" height="209" /></a></div>
<br />
<br /><div style="text-align: justify;">No puedo resistirme a la tentación de confesar que Mahler habla directamente a mi niño interior cuando desata la llamada postrera de los metales en lontananza, los bronces del escenario, los ocho cornos de los maravillosísimos donceles y las voces en agudísimo, un efecto estético gozoso, todo un sonido de la naturaleza en un cuento de hadas que deja de ser un símbolo de la infancia y se hace triunfante realidad.
<br /></div>
<br /><div style="text-align: justify;">¿Qué es el hombre, y qué es Dios en vista de que en la Escritura se proclama que el hombre está hecho a su imagen? ¿Quién puede saberlo? ¿Quién puede afirmarlo? ¿Quién es Dios? ¿Quién es mi prójimo? Os contaré una parábola auténtica. Cien años después de la muerte de Gustav Mahler, yo, el más infeliz de los estetas entré a la página de la Orquesta Sinfónica de Minería, y vi con tristeza que los organizadores anunciaban que los boletos para la <i>Octava</i> de Mahler estaban agotados para sus tres días. Hubiera sido capaz de venderle mi alma al Diablo con tal de obtener un boleto. No obstante, la orquesta invitaba a asistir al ensayo general del miércoles. Asistí con ánimo renovado. Y hete aquí que dicho ensayo estuvo abarrotado. Fue espléndido, un auténtico concierto. ¡Una de las mejores versiones de la <i>Octava</i> que he escuchado en mi vida! Al finalizar el fastuoso recital, un amigo y yo fuimos a felicitar a algunos de los cantantes que intervinieron en tan emotiva interpretación de Mahler. Y entonces fue el milagro: una generosa soprano del Coro Filarmónico Universitario me obsequió un boleto para la gala del día siguiente.
<br /></div>
<br /><div style="text-align: justify;">Es así que puedo abrazar y felicitar en persona y por orden de aparición a mis amigos de los coros, los cantantes Adriana Ruiz y su esposo José Luis Sosa, Sergio Méndez y su esposa Mariana Peña, José Antonio Díaz y si novia Alejandra Jiménez, Alejandro González y su esposa Karla Giancaterino, el bajo Javier Platas y la contralto Patricia Palacios. El jueves obtuve el autógrafo de María Alejandres, quien interpretó el papel de la Madre Gloriosa.
<br /></div>
<br /><div style="text-align: justify;">La mística potosina Concepción Cabrera es la primera persona de mi trinidad estética. El kalisteano Gustav Mahler es la segunda. Mis amigos de los coros más importantes de México, gente cristiana toda ella, son la tercera persona: la humanidad generosa que sabe cantar la gloria de Dios en el mejor lenguaje de todos, la música; y que con su ejemplo vivo hace fracasar mi ateísmo al compartir la llama de la gracia que se derrama sobre mí cada vez que la lengua universal del Espíritu Santo sopla en mi cabeza transfigurando mi mundo en sonido.
<br /></div>
<br /><div style="text-align: justify;"><a href="http://oidofino.blogspot.com/search/label/Mahler">No os engaño cuando afirmo que su tiempo ha llegado.</a>
<br /></div>
<br />
<br /><div style="text-align: center;">***
<br /></div>
<br /><div style="text-align: justify;">Sala Nezahualcóyotl
<br /></div><div style="text-align: justify;"><b><a href="http://mineria.org.mx/">Orquesta Sinfónica de Minería</a></b>
<br /></div><div style="text-align: justify;">Carlos Miguel Prieto, Director
<br /></div>
<br /><div style="text-align: justify;">Ensayo abierto: agosto 24 de 2011
<br /></div><div style="text-align: justify;">Programa de Gala Agosto 25 y 27, 20:00 hrs. Agosto 28 12:00 hrs. </div>
<br /><div style="text-align: justify;"></div>Gustav Mahler (1860-1911)
<br /><div style="text-align: justify;"><b>Movimiento de cuarteto para piano en La menor</b></div>
<br />Fernando Mino, violín
<br /><div style="text-align: justify;">Luis Abbott, viola
<br /></div><div style="text-align: justify;">Vitali Roumanov, violonchelo
<br /></div><div style="text-align: justify;">Edith Ruiz, piano
<br /></div><div style="text-align: justify;"></div>
<br /><div style="text-align: center;">***</div>
<br />Gustav Mahler (1860-1911)
<br /><div style="text-align: justify;"><b>Octava sinfonía en mi bemol mayor</b>
<br />
<br /></div><div style="text-align: justify;">Jennifer Grimaldi, soprano
<br /></div><div style="text-align: justify;">María Alejandres, soprano
<br /></div><div style="text-align: justify;">Carla López-Speziale, mezzosoprano
<br /></div><div style="text-align: justify;">Marjorie Elinor Dix, mezzosoprano
<br /></div><div style="text-align: justify;">Carlo Scibelli, tenor
<br /></div><div style="text-align: justify;">Jorge Lagunes, barítono
<br /></div><div style="text-align: justify;">Andrea Silvestrelli, bajo
<br /></div><div style="text-align: justify;">Niños y Jóvenes Cantores ENM / UNAM /Patricia Morales, directora coral
<br /></div><div style="text-align: justify;">Schola Cantorum de México /Alfredo Mendoza, director coral
<br /></div><div style="text-align: justify;">Coro Filarmónico Universitario / Alejandro León, director coral
<br /></div><div style="text-align: justify;">New York Choral Society / John Daly Goodwin, director coral
<br /></div><div style="text-align: justify;">Coral Ars Iovialis / Facultad de Ingeniería / Óscar Herrera, director coral
<br /></div><div style="text-align: justify;">Coro Convivium Musicum /Víctor Luna, director coral
<br /></div><div style="text-align: justify;">Coro ProMúsica /Samuel Pascoe, director coral
<br /></div><div style="text-align: justify;">Grupo Coral Cáritas /Carlos Alberto Vázquez, director coral</div>Enrique Arias Valenciahttp://www.blogger.com/profile/00130829596070357184noreply@blogger.com7