martes, 26 de agosto de 2008

In memoriam Santa Isabel Tola

Enrique Arias Valencia

¿Qué pensará un ateo del robo de arte sacro? Después de todo, si se roban unas pinturas de un templo, esto redundará en menos superstición, pues las pinturas son objetos de culto. A pesar de que lo que voy a expresar no es un silogismo, algo tiene de verdad: la gente pierde su patrimonio artístico del mismo modo en que pierde su religión. Hay una merma, una pérdida irrecuperable.
Hay muchos poblados en México cuyo único orgullo artístico está en la iglesia. Y ahí se guardan, pero no resguardan imágenes que no sólo tienen valor estético, sino que son objeto de culto. Yo no rindo culto a los santos, pero rindo culto al arte y por lo tanto, rindo culto a las imágenes.
Hoy los templos católicos del Centro del Distrito Federal se están desmoronando por falta de mantenimiento. Y uno de la periferia, el templo de Santa Isabel Tola, fue víctima del saqueo la madrugada de este martes.
Parece que nuestras autoridades no se han dado cuenta del valor estético de nuestros templos católicos, pero sí hay quienes han advertido el valor económico de los objetos de arte sacro. Y mientras sigamos viendo como meros objetos aquellas sagradas imágenes que aparecen ante nuestros ojos en este universo, es seguro que dicho universo no podrá ser sagrado, y sólo tendrá valor porque habrá quien pague por lo que no es sagrado; sino únicamente una mera pintura con valor en el mercado.

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