lunes, 27 de abril de 2009

Ánfora de la infame influenza

Enrique Arias Valencia

Pálida, luce triste la vela. Mis nulos lectores recordarán que hace mucho que dejé de creer en Dios; pero que, sin embargo, el arte sacro me llama sobremanera la atención.

Es así que el domingo pasado la escena que sucedió en Catedral me conmovió recién este lunes, pues no pude verla sino en las fotografías de los periódicos. El Señor de la Salud fue sacado en andas de la Catedral, para ocupar un nuevo sitio en uno de los altares del templo católico.

Este mismo Cristo fue sacado en 1691, cuando se desató la epidemia que nos arrancó a Sor Juana Inés de la Cruz. Hacía tres siglos que el Señor de la Salud no salía de Catedral, para en lenta procesión darle una vuelta al templo, y ser colocado en el primer altar.

Ahora pude dirigirme en persona para contemplarlo, en silencio, mientras los fieles esperan un milagro. Se supone que el Señor de la Salud volverá a su lugar tan pronto termine la emergencia.

Con cubrebocas, por si acaso,
esperemos, pues, el milagro...


La influenza, catástrofe epidémica cuyo nombre responde a la creencia de que los astros o las malas artes podían influir en nuestra salud, es conocida desde antes de la Edad Media. Hoy sabemos que una adecuada higiene (lavarnos las manos cada que podamos) y una actitud mental positiva (reínos cada día), son excelentes remedios para combatir muchos males respiratorios.

lunes, 20 de abril de 2009

En torno a la caricia del Eros nocturno

Enrique Arias Valencia
Para Ella

Hay un amor inmortal, y éste es el amor ascendente, llama deslumbrante. El amor ascendente es el amor erótico, y esto es una necesaria redundancia. Por lo tanto, el contacto erótico es inmortal, y nos abre las puertas de la alegría que vive en la eternidad, jardín bucólico, fiesta de gratitud. Ese amor quiero celebrar hoy. Yo escogí este camino, hoy sólo quiero celebrarlo, y compartirlo contigo, sin pedir ya nada a cambio. El acontecimiento lo suelto para ti, la eternidad me lo regala. Lémures y Ninfas los saben, en el árbol triste de la noche feliz. No te pido que regreses, Pegaso embajador, relámpago en las tinieblas: que Zeus me castigue todo lo que quiera, pues a pesar de la fractura, el premio del corazón es para siempre.
Alegría escogida, llama infatigable.

Besos

jueves, 16 de abril de 2009

Atlaloqueísmo

A: En mi casa somos más ateos que en tu casa, porque ayer sólo tuvimos Dios a la hora de la cena.

B: En mi casa somos más ateos que en tu casa, porque nosotros sólo tenemos Dios cuando llueve.


Enrique Arias Valencia

miércoles, 15 de abril de 2009

sábado, 11 de abril de 2009

La expulsión del cordero triunfante o Juicio final

Enrique Arias Valencia

Todos los ojos no ven surgir a los dioses.
Homero, Odisea.



Tras su colosal triunfo en la Tierra, Jesús ebrio de gloria, y seguro de su omnipotencia, decide ir al Olimpo. En cuanto los guardianes del orden se enteran de cuáles son sus intenciones, es detenido. En la escena que sigue el buen Jesús enfrenta un juicio, con varios cargos, el más grave de ellos es el del intento de derrocar a Zeus.
La sala es presidida por los dioses. Entra Atenea, quien juzgará al detenido. La gloriosa majestad de la divina virgen disimula con serena grandeza su no muy agraciado rostro. Sin más ceremonias, Atenea se dirige a Jesús: “No enfrentarás un juicio común porque si bien yo soy la diosa de la razón, deben saber tú y los dioses que engalanan esta sala, que anoche estuve degustando hasta muy tarde de los vinos de Dionisos, y tengo el entendimiento algo achispado. Sin embargo, no serás sometido a un juicio injusto, porque lo que mi razón no alcance a comprender, será suplido por los fiscales y abogados.
”Tampoco esperes que te atormentemos con los látigos, tan queridos por tu cultura, pero tan favorables a los argumentos ad misericordiam, de los que los pueblos antiguos hacían moneda común. Hace mucho tiempo que la tortura se ha ido del Olimpo.
”Comenzaré pues, con los cargos, que enfrentarás aderezados por preguntas filosóficas. Dices que tú, tu padre y un misterioso fantasma que de cuando en cuando recorre el mundo, son uno y trino. Es decir, son tres personas distintas, y un solo Dios verdadero. He consultado con los más grandes matemáticos mortales que trabajan para mí, y que hablando griego, prestos me han dicho que tal cosa es un disparate. No queriendo precipitar mi juicio, he consultado el libro que dicen, contiene la historia sagrada e inspirada de tu pueblo. Y hete aquí que encuentro en el ejemplar que ustedes llaman Crónicas, capítulo 4 del segundo libro, que los hebreos estaban muy ocupados construyendo un templo. Pues bien, el versículo segundo dice a la letra que alguien “también hizo un mar de fundición, el cual tenía diez codos de un borde al otro, enteramente redondo: su altura era de cinco codos, y una línea de treinta codos lo ceñía alrededor”. No obstante, resulta que el inspiradísimo redactor de la palabra de Jehová no se dio cuenta de que al dar el diámetro de un círculo, diez codos en este caso, de inmediato nos dice la medida de la circunferencia. Y creyó que era necesario declarar que la circunferencia medía treinta codos, revelando como palabra inspiradísima de Jehová que π vale exactamente tres. Nosotros los griegos sabemos que el divino Platón dice sobre su Academia: “Que nadie entre aquí, si no sabe geometría”. Si la Biblia es la palabra del dios único, en consecuencia, y con tan absurdos conocimientos de ciencias, es fácil ver en dónde está el error de la trinidad que tan sólo consiste en atribuirle a un triángulo caracteres que no tiene. Si ahora mismo tuviera que dictar sentencia, te condenaría a un año de matemáticas de parvulitos, para que aprendieses al menos a usar los números irracionales”.
(Los dioses estallan en sonoras carcajadas. Prometeo, el ingenioso mecánico, exclama: “¡Mirad, me he desencadenado!” En contraste, Jesús guarda un bienaventurado silencio.)
Atenea sonríe y continúa: “Este cargo lo presenté como una deferencia para con mi pueblo, que siempre estima las labores científicas más que las dogmáticas. Quizá sea porque los helenos no tenemos un libro sagrado único. La Iliada y La Odisea son textos literarios, pero no basamos nuestra religión en ellos. La religión es una cosa para verse, sentirse y convencerse y no para seguirse a ciegas. Tus discípulos dicen que Gea, la Tierra es una diosa falsa, y que tú eres un Dios verdadero. En medio de fanfarronadas, tus seguidores nos acusan de idólatras. Y sin embargo, ¿quién es el idólatra?, pues yo tengo ante mis ojos a la Tierra, y hasta el día de hoy, yo nunca te había visto. Lo mismo puedo afirmar sobre los demás dioses: el relámpago de Zeus nos atormenta, la ira de Vulcano nos hace saber nuestra pequeñez. En contraste, las ninfas del agua nos refrescan, y el cuerno de Tritón nos empalaga. Cada dios tiene una labor en este mundo, y puede verificarse con su trabajo. Ya lo dijo el mortal Tales el milesio: “El mundo está lleno de dioses”; pero te juro por mi padre que por más esfuerzos que hago, no puedo pensar en ti como un dios. Estás oculto, siempre invisible, y a tu padre no puedo amarlo porque ni siquiera me permite que toque sus verrugas. Por consiguiente, sólo eres el ídolo de la nada.
”¿Tuvo el mundo un comienzo? Tu doctrina nos obliga a creer que sí, y que fue tu padre quien creó el mundo, sacándolo de la nada. Platón te replicaría que: “De la nada, nada”. ¿Y si el mundo ha existido siempre? Quizá el mundo se sustenta en sí mismo. Mi pregunta tan sólo esboza una hipótesis; si bien ya veo que las hipótesis no forman parte de tu doctrina. No hay mucho espacio para pensar si tratamos contigo.
”¿Es el amor un mandamiento? ¿No sería más hermoso que fuera el resultado de una decisión, o si lo prefieres, de un enamoramiento? Debo decirte que el primer mandamiento del decálogo me pide hacer una proeza tan grande que es quizá irrealizable, incluso para mí que soy una diosa, porque me encomienda: “Amarás a Dios sobre todas las cosas”. ¿Y cómo voy a amar a Dios sobre todas las cosas si yo no sé qué son todas las cosas, porque no he tenido nunca la experiencia de todas y cada una de las cosas? Tendría que poder considerar cada cosa y después amar a tu dios, lo cual parece una tarea infinita. Pero concedamos que sí pueda. ¿No será que si tengo la experiencia de todas las cosas en ese momento descubro el todo al cual podría identificar con Dios? Sería inútil amar a Dios sobre todas las cosas si él y el todo son lo mismo. Se trataría de un amor único e indivisible.
”Conozco tu doble juego: pides creer sin ver y ya nos has reprochado que si tuviéramos fe podríamos mover montañas. Yo te replico que si yo tuviera fe, no estarías aquí. El peor de los pecados de un dios único es el asesinato de la fantasía, de las alternativas a esta vida tan dura aun para los mismos dioses. He leído tu Biblia y he visto con desconsuelo que tú y tu padre jamás sonríen. ¿Tan infeliz es la vida del dios único?
”Maldijiste a una higuera sin fruto. Flora, más sabia y amorosa que tú, la hubiese abonado y cuidado, para que reverdeciera. Y si eso no resultaba, la planta sería sepultada para retornar a las entrañas de la tierra por las artes y efectos de Dionisos. Es el eterno renacimiento de lo mismo. Por eso no me queda claro quién es el dios justo de tus dos testamentos. ¿Lucifer acaso, que jamás maldice, o tu padre y tú que nunca pierden la oportunidad de arrojar imprecaciones e improperios que compiten con el número de arenas en las playas? Sólo el prudente mortal Arquímedes tendrá, si se lo solicito, la respuesta a mi pregunta. Pero ésta es una cuestión que implica algo más que números.
”En la Biblia los problemas nunca se resuelven razonando. Las oraciones y las maldiciones se encargan del trabajo. En uno de los libros de la Sagrada Escritura, un hombre detiene al Sol con un conjuro, en otro, un hombre regresa del Hades con un “abracadabra” tuyo. ¡Y a las sacerdotisas del templo de Apolo ustedes las llaman hechiceras! ¿Qué saben tu padre y tú de la duplicación del cubo que detendría una epidemia de peste? ¿Puede tu omnipotente trinidad, sin usar regla y compás lograr la trisección del ángulo? ¿Puede el Espíritu Santo cuadrar el círculo? Las personas de la trinidad no saben quién soy, pero han mandado a Jesús para perseguirme y silenciarme. Tengo derecho de defenderme. Yo escojo las armas. Usaré razonamientos, por lo tanto, estás vencido.
”¿Quién es un Dios bueno? En la Biblia se dice: “Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor”. Pues bien: yo hice la prueba y vi que tu dios no es bueno, aunque eso no necesariamente significa que Jehová sea malo. Hay quien confunde a un no-bueno con un malo. En el pensamiento de los dioses de la cristiandad hay muchos errores de este tipo, y deberé señalártelos con cierta consideración. En una de tus afirmaciones más descuidadas afirmas que: “Aquel que no está conmigo está contra mí”, lo cual es error lógico que puedo señalarte con un ejemplo. Yo no estoy con el mortal Bush, pero eso no significa que esté contra él. Hace mucho tiempo que los problemas de los hombres comunes me tienen sin cuidado. Sólo departo con filósofos y matemáticos. ¿Te imaginas si yo estuviera en contra de todos los dioses? Mira en esta sala”.
(A regañadientes, Jesús dirige su mirada al tribunal. Cientos, miles, quizá millones de dioses están ahí. Nunca antes se había visto tanta pagana majestad. Uno no puede dejar de traer a la mente las palabras de Homero: “Los dioses son terribles en su resplandor”. Urano, Hermes, Afrodita, Gea, Poseidón, y tantos otros ocupan los primeros lugares. A continuación, cada daimon de los bosques se deleita en su puesto, y las ninfas y las oceánidas son ya legión. En un palco de honor están los dioses invitados del hinduismo, entre los que destacan los védicos Varuna e Indra, y después, la trimurti formada por Brahma, Shiva y Vishnú. Las miríadas de budas están un poco más atrás, y atrás. Parece que hay un buda detrás de otro buda. Jesús arquea las cejas. Los fiscales y los abogados emiten su voto sobre el acusado, y lo entregan a Atenea. Ella cuenta los votos satisfecha. Es posible que la razón gane este juicio.)
Atenea continúa: “Muchos de estos dioses son adorados hoy en día, y si se trata de números, sus creyentes son más numerosos que tus creyentes, aunque sé que a ti no te importan mucho los números, y serías capaz de llevarte al Cielo sólo a uno con tal de condenar al mundo entero, pues tú lo has dicho: “Muchos son los llamados, y pocos los elegidos”.
”Y así, llegamos a la amenaza que dirigiste a mi padre Zeus. No dudo que si está en tus manos, conseguirás derrocarlo. Eres un dios muy joven y altanero, y todos nosotros, seres olímpicos, ya estamos muy viejos. Con todo, mientras llega la hora de tu revancha, éste es tu juicio final, y yo te condeno al ostracismo. Saldrás del Olimpo al amanecer, y si vuelves, deberás hacernos una guerra leal. A mí, por ejemplo, tendrás que combatirme con argumentos, no con milagros ni demás majaderías”.
Jesús guarda silencio, y tras la sentencia, abandona la sala con paso grave y confiado. Presa de la duda, Atenea se vuelve hacia Dionisos, y le pregunta: “¿Por qué no me contestó nada?” Dionisos, con una sonrisa en los labios, replica: “¿Viste cómo miraba a Maya, la madre de Siddharta? Yo creo que Jesús está a punto de convertirse en budista”.

TELÓN

viernes, 10 de abril de 2009

Dibujos de Tlayacapan 3

De Äriastóteles Platónico


Santa Cruz Tlazclachica es la ermita más pequeñita. Está en una esquina. Su nombre en náhuatl quiere decir pan de maíz, que en el México actual se llama tortilla.
Enrique Arias Valencia, Nueva magia de Tlayacapan

jueves, 9 de abril de 2009

Dibujos de Tlayacapan 2

De Äriastóteles Platónico


El Rosario

El Rosario es la capilla de la portada más bella, por las proporciones de su espadaña y su arco bajito.
Enrique Arias Valencia, Nueva magia de Tlayacapan

miércoles, 8 de abril de 2009

Dibujos de Tlayacapan 1

San Miguel






Tras visitar una diminuta ermita y asombrarnos con las espadañas y almenas de otra, gentil, mi acompañante me ofreció un jugo y una bolsa de empanadas. No nos sentamos a comer, seguimos nuestro paseo. En una de las escenas más bonitas, con una cascada de buganvilias blancas en los muros, deambulamos bajo sendos arcos de los contrafuertes laterales de San Miguel, una capilla de fachada casi triangular. Sólo ella sabe que no miento cuando cuento que hasta un majestuoso pavo real nos sorprendió en el camino.

Enrique Arias Valencia, La magia de Tlayacapan

martes, 7 de abril de 2009

A la breve

Enrique Arias Valencia

Hoy quiero perdonar al amor.
Por ser mortal y no eterno.
Por ser cobarde y sin riesgos.
Por ser final y no comienzo.
Por ser burlón y no atento.
por ser pasión y no sesos.
Hoy al amor perdonar quiero.
Quiero perdonar, ¡y no quiero!

lunes, 6 de abril de 2009

De Reader Derrida

«La bibliocultura seguirá haciendo la competencia, todavía durante un cierto tiempo, a muchas otras formas de publicación que se sustraen a las formas heredadas de la autorización, de la autentificación, del control, de la habilitación, de la selección, de la sanción, incluso de mil otras formas de censura».
Jacques Derrida

domingo, 5 de abril de 2009

El día más estúpido del año

Enrique Arias Valencia

La adolescencia me sorprendió en la década de los ochentas, y con la mayoría de edad pude contratar un plan de inversión en tiempos preestablecidos con un banco estatal. Quizá sea ocioso añadir que gracias al entonces presidente José López Portillo todos los bancos eran estatales. Y a riesgo de que despierte severas objeciones, diré que era la Edad de Oro, y entonces los bancos le pagaban a uno por guardar dinero con ellos. Recuerdo que más tarde, con los intereses que me pagaba el banco pude contratar un camión de mudanzas. Todos teníamos un horario natural para hacer las cosas, como dice el Eclesiastés: “Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el Sol”.

Pero nuestro México se incorporó a la dinámica del primer mundo, y de pronto, un aciago día de la Edad Oscura tuvimos que adelantar por vez primera nuestro reloj a las dos de la mañana, pues la terrible moda del horario de verano se estableció en nuestro país. Es así que este 5 de abril nos darán más horas de día robándonos el alba. ¡Y esto durará meses enteros!

Fue al sabelotodo de Benjamín Franklin quien, obsesionado con el tiempo, al que sólo veía como un recurso para aprovechar, un aciago día de la Edad de Plata caviló sobre la posibilidad de establecer un horario de verano. Años más tarde las bolsas de valores le tomaron la idea, y es por su capricho capitalista que se estableció esta atrocidad.

Cuando yo era niño me emcionaba que al acercarse la primavera la alborada era cada vez más pronto, a contrapelo de lo que quisiera el refrán: “No por mucho madrugar amanece más temprano”. Entonces Dios vivía, y ayudaba a todos los que por obra del verano, y sin esfuerzo alguno, éramos súbitamente madrugadores. La gracia, don verdadero, se derramamba sobre todos los hombres, buenos y malos, sin restricciones.

En los ochentas no había un Instituto para la Protección del Ahorro Bancario, y muy pocos perdían su dinero en tratos con el banco. Hoy, ahí está el IPAB, y los bancos nos cobran hasta por respirar dentro de sus instalaciones. ¡Hay cobros por manejo de cuenta! ¡Hay comisiones en las Afores! ¡Intereses altísimos! Y para el IPAB todo eso es normal.

Fue así que Dios murió, quizá en la Edad de Bronce, y nos dejó a merced del capital. Hoy los bancos nos cobran por guardar nuestro dinero, tenemos que levantarnos antes de que salga el Sol y durante más de seis meses las bolsas nos roban una hora de sueño. En México, sólo el sensatísimo estado de Sonora, dado el inclemente Sol que ahí alumbra, rechazó establecer un horario tan artificial como los derivados financieros que en los casinos oficiales juegan a diario con nuestro destino.

Bienvenido seas, día estúpido, que con tu llegada me recuerdas que sí hay algo nuevo bajo el Sol, y eso es que me han robado la alegría del verano, Edad Oscura del vacío.

sábado, 4 de abril de 2009

Docente denunciado por la Cámara Argentina del Libro

El abogado Raúl Alejandro Ochoa, apoderado de la Cámara Argentina del Libro, inició una causa criminal contra el profesor de filosofía Horacio Potel por infracción a la ley 11.723 de propiedad intelctual. Potel es el creador de los sitios Nietzsche en Castellano (www.nietzscheana. com.ar, Heidegger en Castellano (www.heideggeriana. com.ar) y Derrida en Castellano (www.jacquesderrida. com.ar).

Estos sitios ofrecían una completa relación de los textos, vida y obra de los tres filósofos, además de fotos, biografías, comentarios y enlaces. El más antiguo es el de Nietzsche, que cuenta desde su inicio y hasta hoy con más de cuatro millones de visitas. El buscador Google sitúa a los tres sitios entre las primeras respuestas a las búsquedas por nombre de los autores.

Potel tomó conocimiento de la denuncia en su contra gracias a la vista de un agente de policía encargado de establecer su domicilo, en el barrio porteño de Montserrat . “Usted sabrá en qué anda” respondió el agente cuande se le preguntó cuál era el motivo de la averiguación.

La causa lleva el número 57.627 y actúan el juzgado en lo criminal de instrucción Nº 37 y la Fiscalía 49. Los imputados son los sitios sobre Heidegger y Derrida, ya que la investigación preliminar realizada por la Unidad Fiscal de investigación de Delitos Tributarios y Contrabando (UFITCO) estableció –gracias a la lectura de la página web denunciada- que el fallecimiento de Friedrich Whilem Nietzsche ocurrió en el año 1900, superando los 70 años establecidos por la ley para la conservación de los derechos de autor.

Potel enfrenta hoy la posibilidad de sufrir la intervención de su teléfono, sus casillas de correo electrónico (obtenidas por UFITCO gracias a los servicios de la empresa Telexplorer, según consta en el expediente) y el allanamiento de su domicilio. Esto último, con el fundamento de “establecer el lugar físico donde se origina el hecho”.

Las páginas Derrida en Castellano y Heidegger en castellano fueron vaciadas de sus contenidos por el propio Potel. Los enlaces que iban a los textos hoy muestran la leyenda “Este sitio ha sido desactivado debido a una acción judicial iniciada por la CÁMARA ARGENTINA DEL LIBRO”

A partir de la publicación de esa leyenda y de una nota informativa en la red social Facebook, la Red empezó a reaccionar. Potel recibe diariamente mensajes de solidaridad de académicos, estudiantes y autores tanto de Argentina como de varios países como Chile, Ecuador, México y España. La mayoría de estos mensajes hacen referencia a la imprescindibilidad de las páginas para el estudio, la investigación y la difusión de las obras de Derrida y Heidegger en países en los que el costo de los libros hace prácticamente imposible su adquisición para miles de estudiantes, además de no estar algunos de ellos disponibles en librerías. También se ha formado un grupo "Contra la desaparición de www.jacques. derrida.com. ar y www.heideggeriano. com.ar".

Potel entiende a los sitios como “Bibliotecas públicas on line”. “Nunca lucré ni tuve la intención de lucrar con la publicación de las páginas. En 1999 (cuando empecé con el sitio Nietzsche en Castellano) estaba fascinado por las infinitas posibilidades que la red ofrece para el intercambio de conocimientos. Estos sitios son mi mejor obra, y para mí es trágico haber tenido que removerlos. Son el fruto de muchísimo trabajo y fueron totalmente financiados por mí. No entiendo por qué tanta necesidad punitiva por parte de una corporación (se refiere a la CAL) que dice defender la lectura, la educación y la cultura”.

La Cámara Argentina del Libro cuenta con el cuestionable antecedente de haber hecho allanar la sede de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA e incluso logró condenar a algunos docentes por hacer que los alumnos fotocopien material bibliográfico. La escena de la policía entrando a Puán es recordada con estupor por muchos miembros de esa comunidad académica.

viernes, 3 de abril de 2009

Hoy quiero perdonar al amor

Enrique Arias Valencia

Sor Juana Inés de la Cruz tomó empréstito el nombre de Lysi o Lísida de la tradición del bardo occidental para esconder, con un velo que más revela que oculta, a su encariñada amiga, la exvirreina María Luisa. Cuando amamos, nos sonrojamos, y cuando nos disculpamos por el sonrojo, la disculpa es joven perdón que preludia la salud del corazón lastimado. En contraste envidiable, en privilegiado amor se dispensa, pues, la madre Juana:

Divina Lysi mía:
perdona si me atrevo
a llamarte así, cuando
aun de ser tuya el nombre no merezco.

Ahora yo tomo este par de nombres para ocultar la identidad de mi primer amor. Me referiré aquí al amor humano, con defectos pero posible; y no al divino, perfecto, pero inalcanzable. El amor humano es mortal, y cuando termina, puede dejarnos con un amargo sabor de boca. He buscado perdonar esa amargura, y cada noche, en mi soledad, recito estas palabras:

Yo te perdono, Lísida, porque abandonaste mi corazón para estudiar astronomía.

y he descubierto que cada mañana debo comenzar de nuevo, pues el perdón no siempre es algo que podamos dar de una vez y para siempre, sino que es más bien un proceso continuo. No obstante, intuyo que quizá algún día un ángel escuche mis palabras, y tomándolas por una oración secreta, me conceda el reposo del corazón en su aspereza. Y así, el alma soberana, con el perdón habrá dado un fruto definitivo, sereno y amable.

¿Qué es el perdón? Perdonar es amar lo que sabemos que termina, y dejarlo ir sin pedirle ya nada. Por eso cuesta trabajo otorgarlo, porque le tenemos apego al resentimiento, aquello que se siente varias veces, hasta que cansados de dar vueltas en círculo, tomamos la línea recta del amor sensato, lo cual carece de sentido, porque todo amor es locura. Pero saber de su humanidad, y por tanto, de su finitud, es remedio para superarlo.

Nadie puede dar lo que no tiene, y si de la bolsa del alma sólo sale la aspereza, es porque el primer amor ha perdido sus derechos de primogenitura, a cambio de la sopa de lentejas de la lejanía. Quisiéramos que el mundo fuese color de rosa porque hemos estado en ese mundo. Pero el movimiento del mundo se desliza desde el suave almíbar hasta el abismado gusto del resentimiento amargo. Mi primer amor ha terminado, estuvo muy brevemente en mi vida, fue fuego fatuo y no eternidad deslumbrante, sólo para hacer realidad las palabras del Músico Poeta:

Yo conocí el amor, es muy hermoso,
pero en mí fue fugaz y traicionero
volvió canalla lo que fue sincero
pero fue un gran amor, y fue el primero.


El otro ni siquiera necesita hacer nada para que lo amemos, y por eso perdonarlo es muy difícil, pues ya no hay nada que hacer con él. ¿Cómo perdonar a aquel que no nos ha hecho nada? ¿Cómo perdonar a Lysi, si lo único que hizo fue irse? En su belleza fugitiva, la ponzoña del amor muerto se torna visiblemente inmarcesible. La eternidad es una burla amenazante, soledad asumida que se jacta de que estamos solos mientras ella se realiza en todo lo que es posible vivir. Una mueca de sorna donde antes hubo un beso. Y sin embargo, cada noche, al encontrarnos ante el arroyo que refleja nuestra imagen, de pronto descubrimos que al perdonar al otro, es a nosotros mismos a quienes amamos.

jueves, 2 de abril de 2009

La caída

Bien, parece que, tras dos mil años sin sobresaltos, alcanzan ya a la Iglesia los primeros sustos, que sin duda han de acabar con su rígida a la par que endeble estructura, dejándonos a todos los creyentes sepultados bajo los escombros.

miércoles, 1 de abril de 2009