sábado, 31 de octubre de 2009

Puertas racionales a otros mundos

Enrique Arias Valencia

“El cielo estrellado sobre mi cabeza, y la ley moral dentro de mí”.
Kant



Nacer para ver. ¿Cómo podríamos suponer que es Dios a partir de lo que sucede en el mundo? ¿Quién es Dios? Una noche estrellada, ¿nos habla del orden o del desorden? ¿Se trata de Cosmos o Caos? Después de todo, las constelaciones son un intento de la mente del hombre de poner en orden un montón de estrellas arrojadas al acaso. Rudy Rucker en su obra La cuarta dimensión nos da un atisbo de lo que pudiera ser el orden racional del mundo superior, la cuarta dimensión geométrica:

“Si no fuera por el tiempo, podría vivir eternamente. ¿Tiene sentido esto? Si no fuera por el espacio, podría estar en todas partes. ¿Hay alguna diferencia?”(1)



Geometría: la palabra que los matemáticos reverencian y los hasta los papas miran con recelo. Sólo los viejos filósofos gustaban de las matemáticas. “Que nadie entrare aquí si no supiere geometría” rezaba la advertencia de la Academia de Platón a todo aquel que quería aleccionarse en filosofía. Fausto Ongay en Máthema, el arte del conocimiento nos dice que su filosofía personal sobre las matemáticas es “platónico-pragmática”(2) y en su libro nos presenta una atractiva historia con las matemáticas como protagonista principal.

Las películas para niños de vez en cuando tratan temas científicos de una manera tan atractiva, que a veces pueden pasar inadvertidos. No hay que olvidar que la película de Disney El león, la bruja y el ropero, basada en la novela homónima de C. S. Lewis trata de una enorme metáfora en donde el ropero es ni más ni menos que el instrumento geométrico de las puertas de la percepción. Percepción que no es psicodélica, sino intelectual. El tema aparece varias veces en Disney. Está también en Alicia en el país de las maravillas. Por eso puedo añadir que Lewis Carroll usó el espejo tal y como C. S. Lewis usó un ropero. Éstas son las sutilezas del entendimiento: geometría y paradojas lógicas. Hemos visto algunos ejemplos de geometría, más adelante veremos las paradojas lógicas.

Para los evolucionistas radicales, el entendimiento es un rompecabezas. Según Stephen Jay Gould, el intelecto es el más estrafalario de los inventos de la evolución. Y el más estrafalario de los inventos del intelecto es la lógica simbólica o formal, tan apartada de los menesteres del cuerpo y tan cercana a las alegrías del alma. La lógica formal, con sus proposiciones ideales, es lo más cercano a Platón que un matemático pueda llegar a tener en su cabeza. ¿Qué son las ideas? Schopenhauer, siguiendo el planteamiento platónico, nos dice que las ideas son ajenas a la multiplicidad, son los modelos de las cosas individuales, sus imperecederas formas:

“las eternas formas de las cosas, no apareciendo en el tiempo y en el espacio, medium del individuo, sino inmóviles, no sujetos a cambio alguno, siendo siempre y no deviniendo nunca, mientras los individuos nacen y mueren, siempre están llegando a ser y nunca son [...]”(3)



Es así que hay una gran semejanza entre los números, las figuras geométricas, las formas de la lógica y las ideas, pues todos ellos son ajenos al tiempo y el espacio, no son objeto de cambios, son únicos y no devienen jamás. Por eso es que siempre podemos estar seguros de que dos más dos son cuatro; porque los números no son volubles, como tantas y tantas cosas de este mundo tan ordinario.

En varios pasajes de Concepción Cabrera de Armida. La amante de Cristo, Javier Sicilia arremete contra Platón. En resumen, la queja de Sicilia es la siguiente: “El cuerpo –decía Platón– es la cárcel del alma”.(4) Es así que, en contrapartida, Sicilia reivindica la visión unitaria del sistema alma-cuerpo, tan en boga entre los católicos cultos de la actualidad. Para que yo pueda contestar esto a la manera de un elogio de la cordura, me gustaría recurrir a un gran teólogo cristiano que también cita Sicilia:

“El filósofo Nicolás de Cusa decía que «como regalo divino habita en todas las cosas el anhelo natural a ser de mejor manera que lo que permite el estado actual de su naturaleza»”.(5)



Cusa sostenía la doctrina de la conciliación de los contrarios. Parece que Javier Sicilia olvida que por su formación matemática, Cusa es un neoplatónico. Según Nicolás de Cusa, “el hombre es una imagen viva de Dios”. Por consiguiente, se trata de un Dios vivo, que forma a su imagen, es decir, con base en una idea divina, al hombre. La idea del hombre fue concebida en la mente de Dios. En consecuencia, Cusa es el intelectual que nos permite exclamar: “Al cielo por la razón”.

1) Rudy Rucker, La cuarta dimensión, Barcelona, Salvat, 1989, p. 161.
2) Fausto Ongay, Máthema, el arte del conocimiento, México, Fondo de Cultura Económica, p. 7.
3) Arthur Schopenhauer, El mundo como voluntad, y representación, México, Porrúa, 1998, pp. 111-112.
4) Javier Sicilia, Concepción Cabrera de Armida. La amante de Cristo, Fondo de Cultura Económica, México, 2002, p. 56.
5) Javier Sicilia, Concepción Cabrera de Armida. La amante de Cristo, Fondo de Cultura Económica, México, 2002, p. 502.

viernes, 30 de octubre de 2009

Los límites de la ley

Enrique Arias Valencia

"El brazo del universo moral es largo, pero se dobla hacia la justicia."
Martin Luther King


Al ser un sistema axiomático finito, pues el número de leyes de la ley civil es finito, ésta queda sometida al teorema de Gödel, y por lo tanto, habrá algún caso que la ley civil no pueda contemplar. En su defecto, la ley civil deberá someterse al sentido común, pues la traba es insuperable.

Aunque el ateísmo sabe que el espíritu no existe, quizá el espíritu de la ley no pueda morir, es indispensable. Tal y como sentencia Sancho ante un problema legalmente insuperable: “soy de parecer que digáis a esos señores que a mí os enviaron que, pues están en un fil las razones de condenarle o asolverle, que le dejen pasar libremente, pues siempre es alabado más el hacer bien que mal”.
Podemos saber toda la verdad acerca de las leyes civiles: los alcances de la leyes civiles son limitados. La verdad es más poderosa que la demostración, y la verdad es que la ley civil no puede abarcar todos los casos. En una situación así, sólo la prudencia y honestidad de abogados y jueces puede obrar en consecuencia.

jueves, 29 de octubre de 2009

¿Quién es filósofo?

Enrique Arias Valencia

¡Cuánta sabiduría he leído aquí!

Por cierto, que el primero que rechazó ser "sabio" fue Pitágoras, y por eso acuñó el término "filósofo", que era un término humilde para referirse a un "amante de la sabiduría".

Por eso digo que yo no soy ni erudito ni sabio, pero sí soy filósofo, y la mera neta del Planeta, a veces llego a ser genial, como todos ustedes también lo han sido en estos posts.

¡Saludos filosóficos, mis geniales amigos!
_________________
Sé que soy un hombre, pero no sé lo que es el hombre.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Bach Air, arranged by CooolJazzz



Uno de los temas favoritos de Gödel, Escher, Bach, y que en forma analógica se refiere a Gödel, y en forma explícita, se refiere a Bach.

martes, 27 de octubre de 2009

Reseña de I Am a Strange Loop

I Am a Strange Loop
Douglas Hofstadter, 2007

Reseña elaborada por Atilio


I am a strange loop es un trabajo sobre la consciencia, el alma, el “yo” y la noción de identidad. Todos esos conceptos son intercambiables, de acuerdo con Hofstadter. Se trata de una obra cuyo tema central se "compone", más que se "desarrolla", por la adición de numerosos temas que van desde lo general a lo particular y hasta privado. Es el estilo Hofstadter.

Es un libro realmente fascinante y generoso. Este último adjetivo se debe a que encontramos en el texto referencias a música, matemáticas, ciencias cognitivas, la vida privada del autor, filosofía, una gran cantidad de metáforas, analogías, humor y menciones a hechos y objetos de la vida corriente.

Cuando uno cierra finalmente el libro se siente satisfecho del volumen de información y de los argumentos vertiginosos expuestos, pero sediento de conocimientos complementarios, por ejemplo, en neurociencia.

Supongo que debe haber otro tipo de personas que se sienten insatisfechas con el libro porque no están de acuerdo con esto o con aquello.

Querría hacer una advertencia a los mencionados. Hofstadter es un pensador multidisciplinario y con una gran capacidad de abstracción y concepción de estructuras complejas que se manifiesta en los temas más oscuros y complicados. Y hay que leer sus otros libros. I am a strange loop es una suerte de aclaración sobre el tema principal de Gödel, Escher, Bach: an Eternal Golden Braid, que no fue correctamente comprendido, según el autor.

Encontramos partes dedicadas a las matemáticas más abstractas y que necesitan ser leídas varias veces; diálogos; pasajes autobiográficos de gran intensidad emocional; demolición de "vacas sagradas" de la filosofía (afectadas de la enfermedad de la vaca loca, dice Hofstadter); generosas citas de Dennett y Parfit (ambos filósofos pero diferentes a los adoradores de vacas sagradas); metáforas, analogías y humor de excelente nivel.

Hay momentos en los cuales el lector pierde las ganas de seguir estirando su imaginación cuando las propuestas parecen exageradas o improbables y cuando la dificultad es extrema, como en el caso del strange loop de Gödel (para los no matemáticos). Pero me gustaría instar al lector potencial a persistir pues la recompensa está solo detrás de algunas páginas. Ese ciclo se repite varias veces a lo largo del libro y me alegra decir que cerrarlo por última vez produce esa hermosa sensación de satisfacción y algo de pena, como cuando se llega a destino en un viaje.

Por supuesto, Hofstadter es siempre un gran raconteur, muy amable en sus juicios y de excelente humor. Además de ser un gran pedagogo que simplifica fácilmente los temas más complejos como la consciencia y se toma el trabajo de explicarlos de varias maneras.

Personalmente, el libro me hizo darme cuenta, una vez, más, por donde andan las cabezas de los investigadores en ciencias cognitivas. Son lugares muy extraños y alejados de las percepciones cotidianas.


***


FICHA BIBLIOGRÁFICA

Hofstadter, Douglas
I Am a Strange Loop
USA
Basic Books
2007
ISBN 978-0465030781
OCLC Number 64554976
412 pages

Hay versión en español:

Hofstadter, Douglas
Yo soy un extraño bucle. ¿Por qué un fragmento de materia es capaz de pensar en sí mismo?
Traducción: Juan Vidales, Luis Enrique de
Barcelona
Tusquets
2008
ISBN: 978-84-8383-087-1
524 págs.

***



Sitios relacionados:

Hofstadter y el vegetarianismo

Club de lectura "La Ilíada"

Nico Cassinelli

lunes, 26 de octubre de 2009

Autorreferencia de un pie sutil

Enrique Arias Valencia

Cuando un poema hace referencia a que su propio pie está incompleto, y justifica porqué está incompleto, ¿está incompleto el poema? ¿Está incompleto un poema que intencionalmente está incompleto? Así pues, la pregunta es ¿está incompleta la siguiente décima de sor Juana en donde según su epígrafe “Describe, con énfasis de no poder dar la última mano a la pintura, el retrato de una belleza”?

Tersa frente, oro el cabello,
cejas arcos, zafir ojos,
bruñida tez, labios rojos,
nariz recta, ebúrneo cuello;
talle airoso, cuerpo bello,
cándidas manos en que
el cetro de amor se ve,
tiene Fili; en oro engasta
pie tan breve, que no gasta
ni un pie.


Si hiciéramos una lista con todos los poemas incompletos, ¿deberíamos incluir el poema de sor Juana? ¿Y qué con los completos? Si hiciéramos un conjunto con los poemas completos y otro conjunto con los poemas incompletos, ¿dónde colocaríamos este poema de sor Juana?

Si es falso lo que dice el poema de sí mismo, luego el poema no está incompleto, luego no es verdadero lo que dice el poema de sí mismo, pues él mismo afirma que el poema está incompleto, y entonces el poema está incompleto si y sólo si está completo.

Es así que existen el conjunto de los poemas incompletos y el conjunto de los poemas completos. Los axiomas a cumplir en nuestro sistema son muy sencillos: incompletos en un conjunto, y completos en otro conjunto.

No obstante, en vista de lo anterior, el poema de sor Juana parece decirnos: si soy verdadero, soy indemostrable en este sistema axiomático, pero si soy falso, soy demostrable en este sistema axiomático. ¡Y no hay manera de que el poema quede bien en ninguno de los dos conjuntos!

domingo, 25 de octubre de 2009

Ley Natural

Ley Natural

Distinta a la ley revelada, la ley natural es lo que los seres humanos podemos conocer, por medio de la razón. Es lo que está al alcance de la razón sin recurso a la fe. La ley natural es "La participación de la criatura racional en la ley eterna" -Sto. Tomás de Aquino; Summa Theologica, 1a, 2ae, quest. 91, art.2.

Es necesaria para la convivencia en una sociedad pluralista>>>.

Ver también: Descubrir la ley natural -Benedicto XVI La ley natural como fundamento de la democracia -Benedicto XVI La ley natural, antídoto del relativismo ético -Benedicto XVI


--------------------------------------------------------------------------------

La ley moral natural, según santo Tomás de Aquino, "no es otra cosa que la luz de la inteligencia infundida en nosotros por Dios. Gracias a ella conocemos lo que se debe hacer y lo que se debe evitar. Dios ha donado esta luz y esta ley en la creación" (Veritatis Splendor, n. 40; cf. también Catecismo de la Iglesia católica, nn. 1954-1955).

Se le llama ley natural porque todo ser humano está sujeto a ella ya que contiene sólo los deberes que son derivados de la misma naturaleza humana y porque su esencia puede ser captada por la luz de la razón sin ayuda sobrenatural.

Sabemos, por ejemplo, por la ley natural, que el adulterio, el aborto y el robo son males porque podemos razonar que violan derechos humanos fundamentales.

Marco Tulio (Cicerón) +46A.C., político y orador romano, en su libro La República, escribe respecto a la Ley Natural: “Ciertamente existe una ley verdadera, de acuerdo con la naturaleza, conocida por todos, constante y sempiterna... A esta ley no es lícito agregarle ni derogarle nada, ni tampoco eliminarla por completo. No podemos disolverla por medio del Senado o del pueblo. Tampoco hay que buscar otro comentador o intérprete de ella. No existe una ley en Roma y otra en Atenas, una ahora y otra en el porvenir; sino una misma ley, eterna e inmutable, sujeta a toda la humanidad en todo tiempo...”. (Cap. 3)

San Pablo reconoce la existencia de la ley natural cuando describe las responsabilidades morales de aquellos que no tenían el beneficio de conocer la ley mosáica (ley revelada).

"En efecto, cuando los gentiles, que no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la ley, sin tener ley, para sí mismos son ley; como quienes muestran tener la realidad de esa ley escrita en su corazón, atestiguándolo su conciencia, y los juicios contrapuestos de condenación o alabanza... " Romanos 2,14

La ley civil del Occidente se ha fundamentado en gran parte en el principio de la ley natural. Lamentablemente, se ha ido apartando de ella en las últimas décadas, como se hace evidente, por ejemplo, en la legislación favorable al aborto.

Juan Pablo II sobre la ley natural:
Del discurso a la asamblea general de la academia pontificia para la vida, 27 de febrero de 2002.

4. Es importante ayudar a nuestros contemporáneos a comprender el valor positivo y humanizador de la ley moral natural, aclarando una serie de malentendidos e interpretaciones falaces.



El primer equívoco que conviene eliminar es "el presunto conflicto entre libertad y naturaleza", que "repercute también sobre la interpretación de algunos aspectos específicos de la ley natural, principalmente sobre su universalidad e inmutabilidad" (Veritatis splendor, 51). En efecto, también la libertad pertenece a la naturaleza racional del hombre, y puede y debe ser guiada por la razón: "Precisamente gracias a esta verdad, la ley natural implica la universalidad. En cuanto inscrita en la naturaleza racional de la persona, se impone a todo ser dotado de razón y que vive en la historia" (ib.).



5. Otro punto que hace falta aclarar es el presunto carácter estático y determinista atribuido a la noción de ley moral natural, sugerido quizá por una analogía errónea con el concepto de naturaleza propio de las realidades físicas. En verdad, el carácter de universalidad y obligatoriedad moral estimula y urge el crecimiento de la persona. "Para perfeccionarse en su orden específico, la persona debe realizar el bien y evitar el mal, preservar la transmisión y la conservación de la vida, mejorar y desarrollar las riquezas del mundo sensible, cultivar la vida social, buscar la verdad, practicar el bien y contemplar la belleza" (ib.; cf. santo Tomás, Suma teológica, I-II, q.94, a.2).



De hecho, el magisterio de la Iglesia se refiere a la universalidad y al carácter dinámico y perfectivo de la ley natural con relación a la transmisión de la vida, tanto para mantener en el acto procreador la plenitud de la unión esponsal como para conservar en el amor conyugal la apertura a la vida (cf. Humanae vitae, 10; Donum vitae, II, 1-8). Análoga referencia hace el Magisterio cuando se trata del respeto a la vida humana inocente: aquí el pensamiento va al aborto, a la eutanasia y a la supresión y experimentación que destruye los embriones y los fetos humanos (cf. Evangelium vitae, 52-67).



6. La ley natural, en cuanto regula las relaciones interhumanas, se califica como "derecho natural" y, como tal, exige el respeto integral de la dignidad de cada persona en la búsqueda del bien común. Una concepción auténtica del derecho natural, entendido como tutela de la eminente e inalienable dignidad de todo ser humano, es garantía de igualdad y da contenido verdadero a los "derechos del hombre", que constituyen el fundamento de las Declaraciones internacionales.



En efecto, los derechos del hombre deben referirse a lo que el hombre es por naturaleza y en virtud de su dignidad, y no a las expresiones de opciones subjetivas propias de los que gozan del poder de participar en la vida social o de los que obtienen el consenso de la mayoría. En la encíclica Evangelium vitae denuncié el grave peligro de que esta falsa interpretación de los derechos del hombre, como derechos de la subjetividad individual o colectiva, separada de la referencia a la verdad de la naturaleza humana, puede llevar también a los regímenes democráticos a transformarse en un totalitarismo sustancial (cf. nn. 19-20).



En particular, entre los derechos fundamentales del hombre, la Iglesia católica reivindica para todo ser humano el derecho a la vida como derecho primario. Lo hace en nombre de la verdad del hombre y en defensa de su libertad, que no puede subsistir sin el respeto a la vida. La Iglesia afirma el derecho a la vida de todo ser humano inocente y en todo momento de su existencia. La distinción que se sugiere a veces en algunos documentos internacionales entre "ser humano" y "persona humana", para reconocer luego el derecho a la vida y a la integridad física sólo a la persona ya nacida, es una distinción artificial sin fundamento científico ni filosófico: todo ser humano, desde su concepción y hasta su muerte natural, posee el derecho inviolable a la vida y merece todo el respeto debido a la persona humana (cf. Donum vitae, 1).



7. Queridos hermanos, como conclusión, deseo estimular vuestra reflexión sobre la ley moral natural y sobre el derecho natural, con el deseo de que brote de ella un nuevo y fuerte impulso de instauración del verdadero bien del hombre y de un orden social justo y pacífico. Volviendo siempre a las raíces profundas de la dignidad humana y de su verdadero bien, y basándose en lo que existe de imperecedero y esencial en el hombre, se puede entablar un diálogo fecundo con los hombres de cada cultura, con vistas a una sociedad inspirada en los valores de la justicia y la fraternidad.

--------------------------------------------------------------------------------


Tomado de: www.corazones.org
Esta página fue elaborada por Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.
Copyright © 1997 SCTJM

sábado, 24 de octubre de 2009

La línea cronológica de Borges, por Evil Preacher

Aquel que navegando por Internet, quiera tener contacto con el universo de la imagen y la ficción, no tarda en encontrarse con El Predicador Malvado. Su página se ha convertido en fuente de regocijo por la ilustración, y en un deleite indispensable hacia la forma. Por sus posts han desfilado Sherlock Holmes, estampas de álbumes de una infancia lejana, el manga y el animé, amenísimos y curiosos problemas de ajedrez, los más profundos misterios de El Señor de los anillos, los criptogramas más fascinantes, los más delicados y eróticos dibujos del Japón tradicional, y un asombroso e interminable etcétera. Es así que últimamente Evil Preacher ha posteado esta útil y divertida línea cronólogica sobre la obra de Borges, la cual seleccionamos como tarjeta de presentación del sitio:


viernes, 23 de octubre de 2009

Ich bin der Welt abhanden gekommen

Durante la antigüedad clásica, la Edad de Oro, la gente usaba la música para expresar sus emociones. Hoy eso es un arte perdido, y hay quienes prefieren encerrase en su automóvil para, tras un día desastroso, gritonear con los cristales arriba. Otros golpean una almohada. ¡Grotesco! Quizá no sea yo quien se haya perdido para el mundo, sino que sea el mundo el que se ha perdido. Por eso, yo prefiero a mi Mahler. ¡Ya vino mi Mahler, ya vino mi Mahler!



Aquí una traducción aproximada de mi autoría de "Me he convertido en un extraño para el mundo", la canción de Gustav Mahler que canta Irmgard Seefried, del ciclo de las Rückert-Lieder:

Me he convertido en un extraño para el mundo.
Con quienes solía perder tan gratos momentos
no se ha oído nada de mí durante tanto tiempo
¡que bien podrían creer que estoy muerto!

Para mí no tiene mayor peso.
Si creen que he muerto,
no puedo desmentirlos,
porque en realidad estoy muerto para el mundo.

Estoy muerto para el tumulto del mundo,
¡Y reposo en un sitio manso!
¡Vivo solo en mi cielo,
en mi amor y en éste mi canto!



Enlaces útiles:

Una noche en la ópera

Vagos fm

Oído fino

jueves, 22 de octubre de 2009

Presente en que el cariño hace regalo la llaneza

Sor Juana Inés de la Cruz


Lysi:* a tus manos divinas
doy castañas espinosas,
porque donde sobran rosas
no pueden faltar espinas.
Si a su aspereza te inclinas
y con eso el gusto engañas,
perdona las malas mañas
de quien tal regalo te hizo;
perdona, pues que un erizo
sólo puede dar castañas.



*Lysi: La Marquesa de La Laguna

miércoles, 21 de octubre de 2009

Sonata No.3 (adagio ma non trip-hop) arranged by Glideascope



“La música es el verdadero lenguaje universal, que en todas partes se entiende y, por ello, se habla, en todos los países y a lo largo de los siglos, con gran tesón y gran celo. Una melodía significativa, que dice mucho, muy pronto da la vuelta por todo el orbe; mientras que una de sentido pobre, que no dice nada, enseguida se extingue y muere. Lo cual prueba que el contenido de una melodía es algo muy comprensible. Sin embargo, no habla de cosas sino puramente de gozo y de dolor, que son las únicas realidades para la voluntad; por esta razón, dice tanto al corazón, mientras que a la cabeza, directamente, no tiene nada que decir”.
Schopenhauer



Glideascope dijo: Song taken from the album "Audio Cinematography" by Glideascope, my interpretation of Sonata No. 3 for Violin by Bach. Video by Caroline Simone

martes, 20 de octubre de 2009

THE TRAIN by James Justice and Tom Jensen (original)



El lenguaje de la música puede ser disfrutado por todo el género humano, por eso, la composición melódica es la expresión absoluta con el que el músico habla a todos los corazones de todos los pueblos. Por supuesto, nuestro intelecto no querrá permanecer inmóvil incluso cuando se trate del lenguaje de las emociones. El arte musical puede expresar, con sus propios recursos, cada sentimiento; sin embargo, el añadir una poesía también nos procura los motivos de esos sentimientos.
Enrique Arias Valencia en El arte redentor

lunes, 19 de octubre de 2009

El espinoso Spinoza

Enrique Arias Valencia

Dice Sócrates al final del Hipias: "Las cosas bellas son difíciles". Encuentro a Spinoza muy bello y muy difícil. A lo difícil lo encuentro espinoso. Luego, Spinoza, por bello, es espinoso, como una roja rosa.

Si bien la idea de colocar a Spinoza entre los panteístas me parece muy descabellada, también he encontrado puntos de empate entre la Ética demostrada según el método geométrico y el panteísmo.

Ya Bertie* había advertido que aquel que es místico no distingue entre bien y mal. Y aquel que es místico desemboca en el panteísmo. Y pues nuestro Benedicto sostenía que:



"En cuanto a los términos bueno y malo, estos no indican cualidades positivas en sí mismas, sino que son simplemente modos de pensar o nociones que nosotros formamos al comparar unas cosas con otras.

Así una misma cosa puede ser al mismo tiempo buena, mala o indiferente. Por ejemplo la música es buena para aquel que es melancólico, mala para el que lleva luto y para el que es sordo no es buena ni mala".




¿Será buena la música para aquel que es alegre? ¿Es la música un valor moral o es un valor estético?

A pesar de los esfuerzos de Nietzsche, de Spinoza y hasta de mi consejera espiritual de convencerme de que no existen ni el bien ni el mal; ni cosa alguna como mi yo objetivo, resulta que yo me sigo sintiendo mal. ¿Qué hago? Bueno, y quizá me arrepienta de estas disquisiciones, y el Buen Spinoza también tiene algo para mí:




“El arrepentimiento no es una virtud, o sea, no nace de la razón; el que se arrepiente de lo que ha hecho es dos veces miserable e impotente”.




¿Cómo se puede ser miserable e impotente sin un patrón moral que lo contraste? ¿Es bueno o malo ser miserable e impotente?

* Ver Bertrand Russell, Misticismo y lógica.



Algunos enlaces relacionados:

Pío Moa


Spinoza en breve

domingo, 18 de octubre de 2009

Suerte te dé Dios

Enrique Arias Valencia

Una monja y un cura jugaban al golf.

En el primer hoyo la monja realiza un drive perfecto sobre el green. El cura hace lo mismo. La monja acierta al hoyo pero el cura falla y dice:

- ¡Maldita suerte infeliz! Fallé.

Sonrojada por la maldición, la monjita regaña al sacerdote y le dice:

- Padre, no diga eso o Dios hará que caiga un rayo sobre usted.

Pero el cura pelafustán continuó maldiciendo y quejándose hasta el hoyo número 18 sobre el cual se escucharon truenos en el cielo. De pronto, un relámpago se precipitó y mató la monja.

Lleno de miedo, el cura vio que el cielo se abría, y entonces escuchó la atronadora voz de Dios, quien exclamó iracundo:

- ¡Maldita suerte infeliz! Fallé.

sábado, 17 de octubre de 2009

¿Puede un hombre ser falaz?

Enrique Arias Valencia

Nietzsche escribió:
“Yo soy una cosa, mi obra es otra”.


TESIS

Äriastóteles nunca puede ser falaz. Luego, yo no soy falaz.

El lector nunca puede ser falaz. Luego, usted no es falaz; o si lo prefieres, tú no eres falaz.

Lísida nunca puede ser falaz. Luego, ella no es falaz.

El peor de los hombres nunca puede ser falaz. Luego, él no es falaz.

Luego, nosotros no somos falaces, ustedes no son falaces y ellos no son falaces.

PRUEBA:

Porque los seres humanos no pueden tener la cualidad de la falacia, sólo los argumentos.

Los sentidos tampoco pueden ser falaces, pues los sentidos no juzgan; esto lo sostenía Kant así: “Los sentidos no engañan, pues los sentidos no juzgan”. Por lo tanto, nada de lo que vemos, oímos, sentimos, escuchamos y gustamos es falaz, pero lo que argumentemos con base en sus datos sí puede ser falaz.

Por lo tanto, es falaz sostener “Soy falaz” (proporción áurea de la falacia).

Pero si llego a decir que “Alguien es falaz”; por favor háganmelo saber, para que yo pueda corregir mis errores, pues yo soy una cosa, y mi obra es otra.

¡Saludos!

viernes, 16 de octubre de 2009

jueves, 15 de octubre de 2009

Retrato de mi madre adolescente

Enrique Arias Valencia

Yo soy la madre del amor hermoso.
Ecle. 24:16



Preludio

El broncíneo fragor del trueno perfiló con fúnebres acordes la escena. El relámpago se encargó de iluminar el cuarto que se había quedado a oscuras debido a una interrupción de la energía eléctrica. En la cama, un pequeño luchaba en vano por respirar ahogado por el asma. Aterrado, el niño escuchó a su joven madre recitar esta oración: "Si es tu voluntad llevarme a mí para que mi hijo sane, que así sea; pero que se haga tu voluntad y no la mía". Al fondo de la escena, el padre estaba reducido a un ovillo de llanto y angustia.
La madre tomó con fuerza la mano de su hijo. "Sólo mamá es fuerte en los momentos difíciles" razonó el niño, pero no se lo dijo a nadie. El ataque había pasado, y el chiquillo preguntó a su madre: "¿Qué vamos a hacer ahora?" Ella contestó: "Ya pensaré en algo". Tras un beso, él confió en el pensamiento de mamá y se durmió.
A la mañana siguiente, en silencio, el niño pensó: "¿Qué Dios sería tan malvado para poner en peligro la vida de mamá? ¿Qué Dios sería tan malo para escuchar esa oración?" Desde entonces el niño temblaba cada vez que tenía que recitar el Padrenuestro al llegar a este punto: "Hágase tu voluntad".
Tras muchas pruebas y errores, pensando y pensando mamá consiguió y dar con la mejor solución en un hospital. "El poder de mamá reside en el poder de la razón", fue la conclusión del niño y fue su sueño aprender a razonar.

Mamá bebé

No sé si fue fruto del azar que yo haya tenido el privilegio de tener una mamá como la que tengo, pero a mí me gusta pensar que sí, que es fruto del azar, y entonces tendría algo que agradecerle al azar. Quizá fue un error o quizá fue Dios. A quien haya sido, se lo agradezco. Pero, y ahora, ¿qué sigue?
A veces, después de besar sus mejillas, surcadas de arrugas, no puedo evitar decirle: "Eres el bebé que no pienso tener". Mamá es la eterna niña, dulce y amable, indisciplinada y creativa. Ser criado por mi madre fue crecer en medio de juegos y canciones. Mi madre no me leyó la Caperucita Roja; mi madre escribió para mi hermano y para mí cuentos en donde vertió sus más atentas facultades.

Madre Universal

En el principio fue un óvulo y el óvulo era esférico y el óvulo estaba en el tiempo y el tiempo era el tiempo de Dios. El Sai Baba tiene razón cuando dice que "La madre es el primer Dios de uno". Y yo añado: y es el único del cual puedo dar cuenta de su existencia. Con su creatividad e infantilismo, mi madre es un Dionisos bebé. Por eso así saludo a mi madre: "El Buda maduro que hay en mí saluda al Buda bebé que hay en ti". Mi madre es un Buda de ojos tristes y de sonrisa deliciosa.
Los siguientes halagos a los sentidos: un beso en la mejilla, una palabra de aliento, una mirada de alegría, el perfume del cabello de mamá son el preámbulo del carácter de un hombre que siempre exigirá pruebas de la existencia contundente de lo que se afirma con contundencia.

El rival de mamá

El calor de la leche materna, la dulce mirada de los ojos verdes más intensos del mundo fueron el amparo del genio que se gestaba en mi intelecto. ¿Qué más podía pedir?
Por eso, cuando mi madre misma me dijo que había alguien que me amaba más que ella, no le creí. Mamá me habló del amor de Dios; pero si ella me había dado muestras de amor, yo tenía el derecho de pedirle pruebas a Dios de su amor. El amor de mi madre es un amor tangible; el amor de Dios es una acrobacia de la fe.
Jesús dice algo tan fanfarrón y tan desconcertante que cada vez que lo leo no dejo de admirarme: "Dichosos los que creen sin haber visto". Y yo puedo replicarle: dichosos los que gozan del cariño de una madre, aquí en la Tierra, la única que hay y en realidad la única que he visto.
Dios no puede amarme tanto como dicen que me ama, porque el amor se demuestra con hechos y no exigiendo una fe a ciegas. La fe a ciegas es un pecado contra la razón porque nos hace descansar en un prejuicio: Dios es bueno.
Es por eso que el único pecado de mi madre fue haber pretendido inculcarme la devoción a un Dios ininteligible. Por eso, todas las noches éste es mi único rezo: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué no me has abandonado?"


Una mentira blanca

Éste es el problema: mamá me mintió. Me dijo que Jesús me ama, y que por eso yo debo amar a Jesús, y eso no es cierto. En consecuencia, mamá no supo inculcarme una religión porque cuando uno tiene una buena madre la religión sale sobrando. Pueden hacerme pensar que Dios me ama, pero he podido sentir el amor de mamá, y un sentimiento vale más que mil pensamientos.

Los milagros de mamá

Dicen que Jesús convirtió el agua en vino. Yo no lo vi, pero de haberlo visto, de cualquier manera a mí no me hubiera sorprendido porque no me gusta el vino. Mamá convirtió su amor en leche, y me la dio a beber. Eso sí es un milagro, y un milagro discreto, sin pretensiones de omnipotencia ni de redención. Tan sólo el suave murmullo del corazón de la mujer que alimenta a su criatura desvalida.

Un Dios mortal

Cuando mi madre muera, ¿quién podrá sustituirla? Ni siquiera podrá Dios con sus truenos y relámpagos, cencerros del amor vulgar del mundo mentiroso de los Cielos.
La naturaleza, más sabia pero también más astuta que Dios, planeó la existencia de la novia para paliar la carencia de la madre en el corazón del hombre. Pero la verdad sea dicha, ¿Quién como mi madre?

El bebé gerbo

Mi madre no es una santa, porque la santidad es cosa de seres celestiales, y sé de buena fuente que mi mamá nació en la Tierra. Yo nací entre algodones. Con una madre tierna e inocente es natural ser un hombre desvalido. Por eso yo aún a mis treinta y cuatro años de vez en cuando sueño ser un bebé gerbo, una pequeña rata de campo cuyo corazón se agita con violencia frente a la intangible presencia del mundo. Yo no tengo un niño interior a quien sanar, más bien soy un niño caprichudo que debe aprender a madurar.
Los defectos de mamá son fruto de los vaivenes de la evolución. Amar a un hijo es lo único que sabe hacer una madre, pero el amor también empalaga, y en exceso, puede llegar a enfermar. El amor de la madre, el verdadero amor, el amor de los seres humanos no es omnipotente y por eso no es perfecto.
Si uno está sólo acostumbrado a lo mejor, desarrollará poca tolerancia al dolor. Y no hay nada más doloroso que lo feo. Y el mundo el mundo de afuera, el mundo real fuera de los brazos amorosos de mamá, es el mundo gobernado por el horrible trueno de Jehová. Y sin embargo, creerse Dios es la convicción natural de un hijo amado.
La pregunta cuya respuesta los terapeutas esperan escuchar de su paciente es: ¿qué es lo que no te dio tu madre? Y yo en mi caso, también tengo una respuesta. La disciplina de la belleza, lo cual significa que mamá está fea.

Un Edipo esteta

El Edipo griego yace en el lecho con su madre. Edipo esteta sabe que eso no es de buen gusto, y busca a una chica como mamá sin ser idéntica a mamá para formar una pareja.
Al intelecto no se le puede engañar. El subconsciente quizá se conforme con sucedáneos, pero el intelecto siempre sabe lo que quiere, y no descansará hasta que lo obtenga. Y mi intelecto es esclavo de la belleza. No tengo ni idea de dónde salió esa obsesión, pero ahí está. Para superarla, a veces me gusta pensar, tal y como dijo Krishna: "No durará".
Yo sé muy bien que si de mamá dependiese, ella me conseguiría una novia tal y como yo la quiero. Pero eso no depende de mamá. Eso depende de mí. Así, pues me aventuro fuera de los brazos de mamá para buscar un amor tan tierno, dulce y amable como el de mamá. ¿Y qué sucede? ¡Oh, desilusión! No hay ni puede haber nadie mejor que mamá. Muy al contrario, las mujeres del mundo real son más bellas que mamá, pero su corazón está reservado para hombres que no son como yo.
Soy un hombre delgado, sin rasgos bellos, desaliñado y muy desgarbado en el habla, en el trato y en los modales. Y por experiencia sé que las mujeres bellas prefieren a los hombres que son más gordos, más exitosos y más educados que yo. Yo no me pondré un abrigo negro para decir quién es mi padre ideal; yo saldré a bailar desnudo porque mamá no se dio cuenta de que me salí sin bufanda a la calle.

La Editorial Yug

Mi trabajo es muy parecido a mi casa. Cada tocayo es como un hermano para mí. Por su parte, Monique, Rebeca, la señora Gail, Ady, Mónica, Frida y Paty tienen calor maternal. Laura era tan bonita como la mujer que quisiera llegar a amar,* y Ricardo es tanto o más estricto que mi padre, y yo sigo siendo el niño malcriado que siempre se pregunta: ¿Por qué es malo no creer en Dios?** En la editorial he podido declarar abiertamente la muerte Dios, pues soy periodista. Me han dado así un espacio para compartir mis ideas. Quizá sea cierto que Dios es omnisciente y omnipotente, pero es más cierto aún que Dios no es omni agradable.


Mamá no lo sabe todo

Y yo tampoco. Estoy atascado en un punto de mi vida que sólo me demuestra que el reino del genio no es de este mundo. Hoy mi madre pasa parte de su tiempo mirando televisión, pero hace mucho tiempo, ella me enseñó a leer. Respeto su tiempo porque ella sabe cómo emplearlo mejor, pero ya no puedo mirar la televisión junto a ella. Prefiero la compañía de un libro.
Nada puedo hacer para remediar mi situación, pues yo mismo soy el retrato adolescente de mi madre, y a pesar de todo sólo busco a una mujer bella que me ame. Una contradicción en los términos según lo que he podido constatar. Dios es la idea más bella y la mujer es la criatura más hermosa. Mi alma sólo aspira a la belleza, por eso frente al desdén de la belleza, bien puedo preguntarme: "¿Qué es más bello que Dios y la mujer?" Y mi alma responde: "La libertad". Por eso estoy de acuerdo con Federico García Lorca cuando afirma: "En la bandera de la libertad bordé el amor más grande de mi vida". Y por eso soy libre para alejarme de Dios, de la mujer y la belleza. Más allá de Dios está la razón, la libertad del pensamiento, porque en el tiempo primordial mamá me enseñó a pensar en algo cuando todo ha fallado.

Elogio de la razón pura

La pregunta crucial es: ¿qué es lo que no me dio mi madre que busqué en la señorita innombrable? Y la respuesta es: belleza física. Ahora bien, como ya he visto que es imposible que encuentre a alguien con belleza física, que ame y que me ame, no podré satisfacer esa carencia. Y como la obsesión es fruto de la carencia, por lo tanto la obsesión no va a irse nunca. No se trata de que me ponga a rezar a un poder superior, porque yo sólo lo haría por conveniencia, y tampoco lo haría porque ese poder superior me parece que ha estado mudo desde hace mucho tiempo. ¿Cómo confiar en mis emociones y en mis instintos si fueron ellos los que me metieron en este lío? Además de que han pasado los meses y no han dicho "esta boca es mía". No obstante, si le doy una oportunidad a la razón, quizá sea ella quien me rescate, tanto de la obsesión como de la carencia. No creo contar con un mejor recurso para enfrentar el problema.
Ha llegado la hora de que anuncie de nuevo, junto con Hegel, la muerte del arte porque no me entusiasman ni la música sacra (sobre todo la coral: "¡Buuuuuuh!"), ni el cine, ni la literatura. Mi entusiasmo está en la concepción de la idea, el nacimiento del concepto. Por lo tanto, el arte es cosa del pasado, y no puedo esperar que el arte me redima. Muere con el arte el insoluble problema de la belleza, si bien la belleza puede vivir en el mundo ordinario todo el tiempo que quiera.

La sonrisa de la razón

Las emociones en su unidad intangible son incomprensibles. Sólo los estados del intelecto me permiten hacer contacto con mis sentimientos. Y el mejor de los sentimientos se puede expresar por medio de la sonrisa, atemperada por el juicio de la razón.
Las emociones ofuscan el entendimiento. El juicio lo potencia y lo realza. Ya el mismo Kant sostenía que la razón posee tres facultades: el entendimiento, la razón y el juicio. Según Kant la armonía de la las facultades era una cuestión estética. Mas yo replico ahora que la armonía de las facultades es un asunto que resuelve la sonrisa de la razón.
Sonreímos cuando resolvemos un problema, y la razón sonríe cuando se deleita con un problema del juicio. Por ejemplo: A dice que B miente y B dice que A dice la verdad. ¿Quién tiene razón?
La nueva labor del juicio, es por lo tanto, conjetural antes que estética, y la razón se alza victoriosa con la alegría del entendimiento del concepto. Abandono en paz a la belleza en el mundo ordinario y me entrego a los brazos de la filosofía, más ciertos que los brazos de Dios y más amables y accesibles que los de la belleza. Por supuesto que esto significa quedarme solo, pero más vale solo que mal acompañado, y además, tal y como dijo Schiller "El grande se encuentra solo en la cima de su poder". Y el entendimiento es lo más grande que tengo. Por eso la sonrisa de la razón es la despedida de la belleza y la llegada de la respiración atenta. Un pensamiento profundo sólo puede ser producto de una respiración profunda.
Bien sé que por momentos parece que nadie puede competir con mamá, sin embargo mamá es incompleta y el ideal de la razón sería entonces mamá y su incompletitud.
Asumiré las consecuencias de mis actos como producto de mi responsabilidad. Soy un diminuto elogio de la razón y nada más, pero también, nada menos. No voy a hacer otra cosa, sino disfrutar mi libertad sin rendirle cuentas a Dios ni a mujer alguna que no sea mi mamá. Y no hay mejor madre que la razón. Y si no lo creéis, preguntadle a mi mamá.



* Esto lo escribí en 2006. En 2008, ¡Por fin! conocí el amor. La relación ya terminó, pero al menos tuve la oportunidad de amar y ser amado.
** Tras el paso de los años, veo que la pregunta debe plantearse así: "¿Es malo no creer en Dios?" Y la respuesta atea es "No". A las conversaciones con Preacher, con Atilio, con los dos Fernandos y con Barullo, debo el fruto de ese "No".

© 2006 Enrique Arias Valencia

miércoles, 14 de octubre de 2009

Reglas de inferencia 2

Enrique Arias Valencia

V & q = q

F & q = F

V ó q = V

F ó q = q

F → q = V

p → V = V

p → F = ¬ p

V ↔ q = q

F ↔ q = ¬ q

martes, 13 de octubre de 2009

Reglas de inferencia 1

Enrique Arias Valencia


MODUS PONENS

p → q
p
∴q

MODUS TOLLENS

p → q
¬ q
∴¬p

SILOGISMO HIPOTÉTICO

p → q
q → r
∴p → r

SILOGISMO DISYUNTIVO

p ∨ q
¬p
∴ q

DILEMA CONSTRUCTIVO

(p → q) ∧ (r → s)

p ∨ r
∴ q ∨ s

DILEMA DESTRUCTIVO

(p → q) ∧ (r → s)
¬q ∨ ¬s
∴¬p ∨ ¬r

SIMPLIFICACIÓN

p ∧ q
∴p

CONJUNCIÓN

p
q
∴p ∧ q

ADICIÓN

p
q
∴ p ∨ q

CONMUTACIÓN

p ∨ q
∴ q ∨ p

LEY DE ABSORCIÓN

p → q
∴ p → (p ∧ q)

LEYES DE De MORGAN

¬ (p ∨ q) (¬ p ∧¬ q)
¬ (p ∧q) ≡ (¬p ∨ ¬ q)

EQUIVALENCIAS

¬ (p ∧q) ≡ p → ¬ q
¬ (p → q) ≡ p ∧¬q

DOBLE NEGACIÓN

p 𠪪p

LEY DEL BICONDICIONAL

p ↔ q ≡ (p → q) ∧ (q → p)

LEY DE EXPORTACIÓN

p → (q → r) ≡ (p ∧q) → r

TRANSPOSICIÓN

p → q ≡ ¬ q → ¬p

ASOCIACIÓN

[p ∨ (q ∨ r)] ≡ [(p ∨ q) ∨ r]
[p ∧(q ∧r)] ≡ [(p ∧q) ∧r]

DISTRIBUCIÓN

[p ∧(q ∨r)] ≡ [[(p ∧q) ∨(p ∧r)]
[p ∨(q ∧r)] ≡ [[(p ∨q) ∧(P ∨r)]

IMPLICACIÓN MATERIAL

p → q ≡ ¬ p ∨q

EQUIVALENCIA MATERIAL

p ≡ q ≡ (p → q) ∧ (q → p)
p ≡ q ≡ (p ∧ q) ∨ (¬ p ∧¬ q)

TAUTOLOGÍA

p ≡ p ∨p

lunes, 12 de octubre de 2009

Poema sobre la emergencia

La poesía se da o no se da
si no vino contigo, no vendrá
injusto es que un poeta te destruya
que al fin y al cabo la culpa no es tuya.

Es en cambio muy justo que atribuya
a tu incapacidad que Toledo no entienda
el muy simple concepto de emergencia
que es posible que hasta mi gata intuya.

Ejemplos sobran de los emergentistas
del siglo XIX, ninguno espiritista
ni mago, y cito el que es usual:

donde la joven cloro y Míster sodio
se casan en medio de un jolgorio
y por arte de "magia" aparece la sal.


por: Simbol

domingo, 11 de octubre de 2009

De la nada, nada; inmaculada argumentada (2/2)

Enrique Arias Valencia

Nada puede a la nada reducirse,
¡Ni alguna cosa hacerse de la nada,
Confirman mis probados argumentos!
Lucrecio*

IMPLICACIÓN MATERIAL

(¬p ó q) = (p→q)

Físicos: No hubo Big Bang, a menos que algo pueda salir de la nada. Hubo Big Bang. Por lo tanto, algo puede salir de la nada.

Q ES FALSA

q = F

Materialistas: Nada puede salir de la nada, y si la teoría del Big Bang afirma que el “Universo” salió de la nada, en consecuencia no hubo Big Bang.

DILEMAS CONSTRUCTIVOS

(p→q) & (r→s)
p ó r
:. q ó s

Tenemos que: si es un físico teórico que sostiene que la historia del Universo actual comienza a partir de la nada, la cual estalló hace quince mil millones de años, luego se afirma el Big Bang como el origen absoluto a partir de la nada. En palabras de la distinguida astrofísica y cosmóloga Janna Levin:

“La imagen más simple del Big Bang comienza con nada. Realmente nada, no hay espacio, no hay materia, ni materia ni energía… es NADA, pero con el potencial de existir. Y ese estallido crea el universo. Comienza el tiempo, el espacio es creado, toda la materia y energía del universo son creadas en ese momento”.**



La tesis anterior se enfrenta a la del materialista, la cual consiste en que si se es consecuente con la ley de la conservación de la materia, aquella que dice que la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma, entonces se sostiene que “de la nada, nada”, como afirmó Lucrecio en su poema De la naturaleza de las cosas. A continuación, el lector atento disculpará la extensa cita de dicha obra, pues excede los límites de este ensayo, ya que en ella se expone el problema del invisible principio del mundo, y se insinúa la teoría atómica, tema que no abordaré aquí. Sin embargo, lo que sigue muestra la composición armonizada en endecasílabo blanco con el que José Marchena vertió al español los versos del latino.

Puesto que te he enseñado que los seres
No pueden engendrarse de la nada,
Ni pueden a la nada reducirse;
No mires con recelo mi enseñanza,
Al ver que con los ojos no podemos
Descubrir los principios de las cosas;
Sin embargo es preciso que confieses
Que hay cuerpos que los ojos no perciben.



O es un físico teórico que sostiene que la historia del Universo actual comienza a partir de la nada, la cual estalló hace quince mil millones de años; o es un materialista, si se es consecuente con la ley de la conservación de la materia, aquella que dice que la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma.

Por lo tanto, o se afirma el Big Bang como el origen absoluto a partir de la nada, o se sostiene que “de la nada, nada”, como afirmó Lucrecio.

Consideremos que: si es un físico teórico que sostiene que la historia del Universo actual comienza con un punto matemático, luego afirma el Big Bang. Haciéndole frente a que: si es un materialista estricto, entonces niega el Big Bang.

De lo anterior se sigue que o es un físico teórico o es un materialista estricto. He ahí el dilema.

Por lo tanto, o afirma el Big Bang o niega el Big Bang.

Si admites el Big Bang, entonces sostendrás que algo puede salir de la nada. Por el contrario, si estás de acuerdo con Lucrecio, luego argumentarás que “de la nada, nada”.

Tenemos que o hubo Big Bang o estás de acuerdo con Lucrecio.

Por lo tanto, o sostendrás que algo puede salir de la nada o sostendrás que “de la nada, nada”.

Hay filósofos que están de acuerdo con Lucrecio. Luego, sostienen que “de la nada, nada”. En cambio, hay científicos que sostienen que algo puede emerger de la nada. Luego, sostienen que, en vista del Big Bang, el Universo surgió de la nada.

Es así que hay filósofos que están de acuerdo con Lucrecio, enfrentados a científicos que sostienen que algo puede emerger de la nada.

Por lo tanto, o se sostiene que “de la nada, nada” o se afirma que en vista del Big Bang, el Universo surgió de la nada.

MODUS PONENS

p→q
p
:. q

Si estás de acuerdo en que hubo Big Bang, luego sostendrás que algo puede salir de la nada.

Janna Levin y Paul Davies están de acuerdo en que hubo Big Bang, luego sostienen que algo puede salir de la nada. Janna Levin y Paul Davies serían materialistas cientificistas.

Si estás de acuerdo con Lucrecio, luego sostendrás que “de la nada, nada”.

Fernando G. Toledo, Gustavo Bueno, Mario Bunge y Jorge Méndez están de acuerdo con Lucrecio, luego sostienen que “de la nada, nada”. Serían los materialistas estrictos.

Jorge Méndez sostiene que: “La creación desde la nada es absurda y viola el principio de Lucrecio (de la nada nada, sale)”.

Mario Bunge: “Nada se origina a partir de nada y nada va hacia de nada. Este principio, debido a Epicuro y Lucrecio, es el enunciado más antiguo y general del principio de conservación de la materia”.***

En diferentes ocasiones el ilustre filomaterialista don Fernando G. Toledo ha advertido la insensatez de atreverse a asegurar que de la nada puede obtenerse algo. En palabras de Fernando en su blog Razón atea:

“Un dogma de fe de un materialista cientificista puede ser que sólo la ciencia nos permite acceder a la realidad, o que el método científico es el único modo de obtener una verdad. O que toda la realidad es física. O que de la nada puede surgir algo. Hay montones de ejemplos, y muchos se parecen a dogmas teológicos”.

Aquí tengo que confesar que cuando Toledo argumentó, me robó el corazón. Se trata de empatía. Si la labor filosófica es amor al conocimiento, cuando este se muestra con la solvencia moral de un argumento bien formado, aun un irracionalista como yo es capaz de caer rendido a los brazos de la razón. El argumento se expone inmaculado:

“Salgo al ruedo […] porque este tema es de enorme importancia, y en este caso no puedo más que suscribir los comentarios de Méndez sobre lo absurdo de aceptar la existencia de la nada, y para colmo revestida de un supuesto conocimiento científico.

Primero y principal, tal término no es científico, sino genuinamente filosófico. Y es desde un abordaje filosófico que debemos excluir la existencia y posibilidad de la nada, por contradictorio y absurdo (algo que, como bien señala, Méndez ya sabía Lucrecio).

¿Cómo que es demostrable científicamente que «todo puede surgir de la nada» (sic)? ¿Dónde está esa demostración? ¿No es una demostración que ya presupone la existencia de esa absurda nada y, como digo antes, trata de pasar por ciencia lo que no es más que pura metafísica? ¿Así que la nada es menos metafísica que hablar de algo «externo al universo»? Bien: no es así, en el sentido de que […] la nada es un absurdo, irracional, que ningún procedimiento ha demostrado (ni podría [demostrar]) […]

También aclaro que es absurdo considerar como prueba de que todo puede surgir de la nada que «de hecho» tengamos «el universo y las leyes que inventamos», como si la «invención» surgiera «de la nada» y no de nuestro cerebro y procesos neuronales”.

Es así que en tertulia virtual, tras leer el argumento de Toledo, no pude menos que advertir que la ciencia de la física teórica ha pervertido entre otras cosas, el concepto de la nada, y nos han vendido como nada algo que sí es algo. Cfr. al menos, la (por fortuna) Breve historia del tiempo, de Hawking o Superfuerza de Davies, o mi muy irracionalista "Invitación a la nada"; y por tanto agradezco a Fernando la brillante aclaración al respecto.

En consecuencia: Es la ciencia física teórica la que ningunea los triunfos de la filosofía, al pervertir, por ejemplo, el razonamiento de Lucrecio sobre la nada.

TAUTOLOGÍA: La nada, no es nada.

REDUCCIÓN AL ABSURDO

Si la nada fuera algo, dejaría de ser nada, para pasar a ser algo, lo cual es absurdo acerca de la nada.

De la nada, nada, pues si de la nada partiese algo, luego la nada sería algo: el punto de partida de ese algo, lo cual es contradictorio al predicarse de la nada.
Por lo tanto, la nada no es el punto de partida de nada. Luego, de la nada, nada. Q. E. D.

Luego, es necesario admitir que “De la nada, nada”, y en cambio, la “nada” a la que se refieren los físicos teóricos en sus libros de divulgación científica es un término equívoco que puede provocar confusión entre el gran público.

Por lo tanto, estoy con Lucrecio y sus amigos cuando afirman que “De la nada, nada”.

CONCLUSIÓN

Pasteur desterró la generación espontánea de la biología. ¿Llegarán los físicos teóricos a admitir la tesis de los materialistas estrictos para así desterrar la generación espontánea del estudio de la naturaleza?

* Tito Lucrecio Caro, De la naturaleza de las cosas. Poema en seis cantos, traducido por D. José Marchena. Madrid, Librería de Hernando y Compañía, 1918.
**Janna Levin, Brevísima historia del big bang, en video, en Noticias del Cosmos.
*** Mario Bunge, Diccionario de filosofía, Siglo XXI Editores Argentina, 2001.

sábado, 10 de octubre de 2009

De la nada, nada; inmaculada argumentada (1/2)

Enrique Arias Valencia

Todas las cosas suceden por necesidad, porque la causa del nacimiento de todo es
el remolino de los átomos.
Demócrito, según Diógenes Laercio IX, 45


La ciencia es un conjunto de conocimientos ordenados sistemáticamente que busca describir, comprender, usar y predecir el comportamiento de la naturaleza. La manera en que estos conocimientos pueden obtenerse consiste en seguir los pasos que van de la observación, la hipótesis, la experimentación, hasta la obtención de una ley o principio.

Uno de los máximos logros de la ciencia es que cuenta con un mecanismo que le permite, con el tiempo autocorregirse. Lo que emprendemos los seres humanos, no es perfecto pero sí perfectible por medio de la práctica.

Hoy más que nunca, gracias a Internet y al compromiso de personas de gran talla intelectual, bien podemos decir que el conocimiento científico lo construimos entre todos. En Internet convergimos gente de lo más variada, desde joviales irracionalistas como un servidor, hasta serios racionalistas como el filomaterialista Fernando G. Toledo. El choque ha sido inevitable, pero también el reconocimiento de la valiosa labor de aquellos cuyo sincero compromiso con la razón los ha convertido en punto de referencia indiscutible de los problemas científicos y filosóficos que, en esta era de la información, a muchos seres humanos nos apasionan.

"La línea de la costa, de la cual habla Alan Watts, representa el lugar en que la tierra y el agua se tocan".*

Desde mi punto de vista, tal línea es el ateísmo. Como comenta Richard Dawkins en La raíz de todo mal: "Todos somos ateos de algún Dios. Lo que pasa es que algunos hemos dado un paso más allá". ¿Por qué hay gente que se siente impulsada a creer en Dios? Nietzsche sostiene que “El hombre prefiere querer la nada a no querer”. Quizá sea el momento de hacer la advertencia de costumbre al lector: lo que este trabajo tenga de acertado se debe a los pensadores citados, los desatinos, son míos.

¿Qué es la nada? La pregunta nos asalta desprevenidos, y muy pocos somos capaces de responder que por definición, la nada no puede ser algo, pues entonces habría algo en vez de nada.

Desde que era niño me gustaba devorar libros de divulgación científica. Uno de mis favoritos, Superfuerza, de Paul Davies, incluye un típico argumento acerca de la nada que pueden encontrarse en la literatura científica corriente.

“El vacío es el milagroso cuerno de la abundancia de energía en la naturaleza. En principio no hay límite a la cantidad de energía que puede autogenerarse por la expansión inflacionaria. Es un resultado revolucionario en total desacuerdo con la vieja tradición secular de que «nada puede surgir de la nada», una creencia que data al menos de tiempos de Parménides, en el siglo V a. de C. La idea de una creación a partir de la nada pertenecía, hasta recientemente sólo al reino de la religión. Los cristianos han creído desde hace mucho tiempo que Dios creó el universo de la nada, pero la posibilidad de que toda la materia y la energía cósmicas aparezcan espontáneamente como resultado de un proceso puramente físico hubiera sido considerado como algo absolutamente insostenible por los científicos de hace sólo una década”.**


¿En qué quedamos, pues, es la nada algo o no es nada? Un párrafo así puede entusiasmarnos un rato, y llevarnos a divagar acerca de la nada. Nietzsche y Sartre lo hicieron. Debemos al primero este esplendoroso aforismo: “Dios es la máscara de la nada”. Al segundo, una disertación en torno a las relaciones entre el ser y la nada. Pero de la nada, seguimos, literalmente, sin saber nada.

Strictu sensu: ¿es la nada observable, podemos hacer con ella una hipótesis, podemos someterla a experimentación, u obtener una ley o principio a partir de nada? ¿De dónde sacan los físicos como Davies una teoría tan exótica como aquella en la que la nada juega un papel fundamental?

Entenderemos por crítica el examen o juicio de uno de los aspectos de la razón, esto es, de su capacidad de juzgar con base en una premisa, y su capacidad de concluir con base en esa premisa. Entiéndase, pues, esta premisa: “De la nada, nada”.

¿Qué dice pues, Davies, de la nada? De la nada algo, a saber, espontáneamente, de la nada, espontáneamente, el universo.

De todo esto, lo único que me parece divertido acerca del Big Bang es cuando explica Eric Lerner: “En la teoría de Guth el campo de Higgs que existe en el vacío genera toda la energía necesaria a partir de la nada -ex nihilo-. El universo, como él lo plantea, es una gran «comida gratis», cortesía del campo de Higgs”.

*Alan Watts apud. Nicole Diesbach, Frontera. ¿Qué nos separa?, México, Editorial Yug, p. 69.
** Paul Davies, Superfuerza, Salvat, Barcelona, 1985, trad. Domingo Santos, p. 207. La “expansión inflacionaria es una de las teorías que recurren al Big Bang para explicar el supuesto origen del Universo.

viernes, 9 de octubre de 2009

Consejos metodológicos a un científico colérico

Enrique Arias Valencia

¿Habéis visitado alguna vez Pharingula? Yo casi nunca lo hago, pero el otro día me encontré una referencia a su autor, PZ Myers, en el Blog sin Dioses, este último un sitio al que recién me acabo de enterar de que no tengo acceso a los comentarios debido a que en una breve discusión que sostuve allá, uno de sus moderadores, Marcelo Huerta, ha tenido a bien dirigirme esta sanción: "Los mensajes que se publican aquí sí dependen de la opinión de quien los modera, así que ya ves: te ganaste un abono al silencio permanente, por creyente provocador". ¿Creyente yo? ¡Jo jo jo! ¡Si ni siquiera creo en la risa de Santa Claus! Sucedió que allá en su blog, Marcelo me dijo que me convenía leer Las trampas de la fe. Como es un libro que yo sí he leído, le repliqué con una moderadísima acidez. Fue así que en el cuarto punto de mi comentario sostuve que:

4) Dice: "Conviene leer Las Trampas de la Fe,"

Debería decir: "Conviene entender Las Trampas de la Fe,". ¿O ya practicas el arte adivinatorio para saber qué libros he leído y cuáles no? ¡WoW! ¡También los ateos tienen poderes paranormales! Además, lo que dije te parece ofensivo, pero es verdad.



¿Qué había dicho yo para ofender? Pues que la madre Juana era creyente y muy inteligente. Y aquí debo aclarar que quien debía intentar comprender mejor Las trampas de la fe soy yo, pues hasta ahora la tengo entendida como un monumento de crítica estética a la persona más inteligente que ha pisado el planeta Tierra. Lo que me decía Marcelo era fundamental. En cambio mi efímero y muy sentido contertulio señaló la tesis principal, la que da nombre al texto de Octavio Paz, con las siguientes palabras:

4) Me resulta especialmente ofensivo. Juana Inés de Asbaje no tenía ninguna otra opción si no quería verse sometida a lo que significaba un matrimonio en Nueva España, y la única fuente de conocimiento (incompleto y erróneo como era) se encontraba en la Iglesia. Una mujer deseosa de estudiar y de que los hombres la dejaran en paz no tenía otra opción que meterse a monja. (Y lo primero, aunque no muy compatible con las nociones de santidad de la época, fue una trampa dialéctica de su confesor, lo aceptó él mismo ante Juana. Conviene leer Las Trampas de la Fe, de Octavio Paz, antes de aceptar sin cortapisas la intensidad y los motivos de la fe religiosa de Juana Inés).


El que Marcelo me haya expulsado del blog que administra me hace sonreír. ¡Me soportó muy poco! También me desespera. ¿Qué entederá Marecelo por ofensivo? ¿Todo aquel que disiente de Marcelo es un creyente? ¿La ofensa se paga con el silencio? En fin, dado que soy un ateo jovial y como mi post ya estaba programado antes de que yo fuese condenado al ostracismo por el Zeus de los Sin Dioses, lo pongo aquí, y a continuación voy a eliminar el dichoso "Blog sin Dioses" de mi lista de blogs que sigo, y no volveré a recomendar su lectura, para no seguir provocando la ira del santo señor.*

Ahora bien, en lo que respecta a Myers no pude resistirme a la tentación de echarle un lente a las puntadas de tan conspicuo biólogo. Y entonces pensé que PZ Myers debería definir qué entiende por "estúpido", en vista de que es un término que utiliza muy a menudo, por ejemplo en “¿Consejos para ateos?”:

“Ay, no. ¿Crees que vemos las chapucerías estúpidas que los cristianos proponen como argumentos, y creen que nosotros asumimos que se dirigen a nosotros? Somos “petulantes”, recuerda; opinamos que no hay modo de que Uds. realmente sean tan estúpidos de creer que nos van a convencer la Apuesta de Pascal o el que nos lancen citas vagas de la Biblia o nos amenacen con un infierno imaginario o las promesas de un paraíso imaginario. También buscamos a los indecisos. Nos encanta destrozar su estupidez en público por esa razón”.* *


En vez de ser claro y preciso, “¿Consejos para ateos?” es un texto sofístico, pues ofrece demasiados juicios de valor acerca de un punto de vista que merecería mejor atención por parte de un científico. Después de todo, un hombre de ciencia está capacitado para presentar una consideración en forma de argumento lógico. Si su objeto de crítica es “el creyente y su creencia”, nuestro científico debería ser capaz de contestar en sus obras, por lo menos las siguientes preguntas:

¿Qué es un creyente según PZ Myers?
¿Qué es un ateo?
¿Qué es una estupidez?
¿Qué es un comportamiento racional?
¿Qué es un estúpido?
¿Qué es un hombre de razón?

¿Cuáles son los argumentos sofísticos y no sofísticos que PZ Myers utiliza para descalificar a los creyentes? De los argumentos falaces y de los válidos, ¿cuáles son los que aparecen con mayor frecuencia en los textos de PZ Myers?

¿Cómo destroza PZ Myers la así llamada “estupidez” de los creyentes, aparte de usar juicios de valor y descalificaciones ad hominem? Es así que Myers sostiene:

«Debería yo escribir una lista en respuesta, con “cinco cosas que harán parecer inteligentes a los cristianos”»


En su texto, PZ Myers no define "inteligencia". Por lo tanto, aquí pondré mi propia definición. La inteligencia es la capacidad para ser feliz en un momento de terminado, y adaptar y adaptarse al ambiente para hacer felices a los demás. Y aquí voy. Cinco cosas que prueban que hay cristianos inteligentes:

1. En la primera misa del domingo pasado, el coro de mi parroquia cantó el Ave María de Arcadelt. Mis amigos cantaron de una manera entonada, decorosa… e inteligente.

2. Ese mismo día acompañé a un amigo católico al recién restaurado templo de la Santa Cruz de Jerusalén. La restauración del edificio sólo pudo ser efectuada por personas inteligentes. Me hizo feliz lo que vi. ¡Que si no lo hacen así las paredes y el techo se nos habrían venido encima!

3. Tengo una amiga católica que se dedica a restaurar figuras del “Niño Dios”. Lo hace bastante bien, y es muy respetuosa de la época de las piezas que restaura. Entre otras muchas cosas, reconoce periodos, zonas y materiales. Hace felices a sus clientes con su trabajo.

4. La obra completa de Sor Juana Inés de la Cruz abarca desde todos los géneros de poesía de su tiempo al teatro, del ensayo a la disertación filosófica, y hasta la investigación científica. ¡Y lo que ella hizo me hace a mí muy feliz!

5. Por regla general, las pinturas que se exponen en las paredes de los templos católicos están compuestas con gran inteligencia. ¡Los ladrones de arte hasta se las roban! Si yo fuera pintor, me gustaría pintar un lienzo tan famoso como La Virgen de Guadalupe. El arte inteligente me hace feliz.

Tras referirse a la inducción y a la deducción, PZ Myers sostiene que: “la ciencia proporciona criterios objetivos para evaluar la viabilidad de las afirmaciones de que algo es cierto”. Por eso, como bien sabe Myers, la ciencia comienza con definiciones, postulados, axiomas y de deducciones. A continuación se construyen sistemas que explican el tema a tratar. Luego, si Myers no define cuando habla de “la estupidez de los cristianos”, ¿podemos realmente saber a qué se refiere? He mostrado cinco aspectos inteligentes de los cristianos.

¿No es mucha de la obra de Myers tan sólo una rabieta que no alcanza a argumentar nada, y que se desvanece tras un escrutinio serio? Soy un pundonoroso ateo estético. Ni siquiera me atrevo a citar en español un texto tan vulgar y poco científico como el que sigue:

“We atheists actually do address the claims fervently held by millions of people. The sneaky trick the theological wankers pull, though, is that once we've smacked them down, they announce, "Oh, no — we didn't mean those millions of believers. They're stupid. We meant these other millions of believers." It's a big game of whack-a-mole. What you call "obscure Old Testament laws," someone else will call the core of their faith. What you value as the "Christological narrative," a member of yet another sect will call pretentious confabulations”.***


"We atheists" me huele a manada. No todos los ateos suscribiríamos un texto tan desparpajado como el de Myers. En ateísmo, como en todo, no están todos los que son ni son todos los que están. Ni siquiera puedo reírme de lo que escribe Myers. Que el tío deshonre la lengua inglesa todo lo que quiera; pero si al menos nos ofreciese un método, un axioma, un teorema, algo con qué ponernos a trabajar para saber a qué se refiere con sus insultos, otro gallo nos cantaría, y hasta nos lo podríamos cenar acompañado de un auténtico guacamole.

En el blog de Myers abundan los tags sobre weirdness. Si es un tema tan útil en dicho blog, ¿se le ha definido alguna vez?

Al final mucho de lo que escribe Myers se revela tan sólo como efectista, retador, desafiante, moralino… y vacío de argumentaciones, ya no digamos siquiera válidas, sino incluso, gratificantes o ingeniosas.

Probadme primero que los científicos son racionalistas, y después abandonaré mi irracionalismo y los seguiré hasta su supuesta razón.


*¡Actualización! El viernes 9 de octubre se retiró el banner VS Äriastóteles en Blog sin dioses, cosa que agradezco, por lo que el blog regresa a mi lista que sigo. :)

**Tomado de: Sin Dioses. (Las negritas son mías):
http://www.sindioses.org/simpleateismo/consejoateos.html

*** Tomado de: Pharingula.

sábado, 3 de octubre de 2009

Luna que marcha atea sobre San Hipólito

Enrique Arias Valencia


Érase que se era una promesa que hizo la profesora del parvulario: aquel niño que obtuviese la más alta calificación de aprovechamiento sería elegido para representar al Benemérito de las Américas, don Benito Juárez García, en un festival escolar. Por grados, en cada salón se hizo lo mismo. Y hete aquí que en primer año, en vista de mi adelanto en los estudios, me tocó actuar como Benito Juárez pastorcito.

¡Laicismo! Desde siempre disfruté de los ideales de la escuela laica. A veces escuchaba horrorizado los relatos de aquellos amiguitos míos que estudiaban en colegios católicos. Golpes para castigar eran la norma. Yo, en cambio, había sido seleccionado para actuar en el papel de un niño que al llegar a la edad adulta se atrevió a separar iglesia y estado antes que Rusia, antes que España, antes que Gran Bretaña e incluso antes de que clareara la unificación en Alemania e Italia.

¿Qué es la vida? ¿Es esto todo lo que hay? Discordias interminables, necesidades insatisfechas, enfermedades incurables y muertes sin sentido. A mis ojos curiosos la televisión y la experiencia personal me mostraban un mundo desolador. Desde niño fui ateo en secreto. ¿Dónde estaba el Dios bueno del que tanto me hablaban los adultos? De oídas me enteré que había partido el siglo anterior en una carroza fúnebre tras haber firmado Nietzsche el acta de defunción de su ilustre pasajero. ¡Dios es pasajero! El mío era un ateísmo intuitivo antes que racional. Más tarde, a medida que mis estudios avanzaban la ausencia de Dios se fue matizando conceptualmente. Que el Universo era regido por el Sol y no por nuestra Tierra: se lo debemos a Copérnico. Galileo se atrevió a afirmar que "El libro de la naturaleza está escrito en el lenguaje de las matemáticas". Por su parte, Kant había argumentado que el conocimiento está regido por la razón. No había habido creación de especies separadas, pues Darwin había descubierto que todas incluyendo la humana eran hijas de la evolución que resulta durante la lucha por la existencia y la supervivencia del más apto. Marx criticó el capitalismo pero nadie ha podido superar dicho sistema, el cual se ha vuelto verdaderamente salvaje. Freud nos arrebató el alma para sustituirla por una psique desequilibrada. Hoy Dawkins insiste en que la selección natural no opera al azar, ni por diseño. Weinberg argumenta que bien mirado, el Universo no tiene sentido. Por contra, Gustavo Bueno, el pensador del materialismo filosófico prueba que el término "Universo" es demasiado metafísico como para tomarse en serio, y así ad infinitum. Como Golum, el espíritu de Dios fue a refugiarse entre las brechas, y mientras el arroyo reflejaba su imagen, allá fue alcanzado por el más feo de los hombres.

“¡Se respetan las personas, se cuestionan las ideas!” A lo largo de mi vida, Benito Juárez me ha acompañado con sus dilemas. Su figura a veces me ha indignado: quizá debamos a sus decisiones el extravío de los archivos de San Jerónimo, el convento donde vivió y escribió sor Juana Inés de la Cruz; seguro que fue su gobierno liberal quien demolió varios de nuestros monumentos nacionales por el solo pecado de ser edificios religiosos. Y sin embargo, Juárez estaba interesado en las ciencias, en el ferrocarril, en el progreso. El presidente de origen zapoteca tenía en gran estima el Ensayo Político sobre el Reino de la Nueva España de Alexander Von Humboldt; veía en él una promesa de adelanto. Quizá también a Juárez le conmovió cuando en los prolegómenos del Cosmos, Humboldt hablaba de un "empirismo racional".




En mi navegar por Internet fue así que en el blog de Tork me enteré de que había sido convocada en la Ciudad de México, con sede gemela en Guadalajara, la Segunda Marcha Atea “Por una sociedad laica y sin discriminación” para el domingo 27 de septiembre de 2009. Cuando llegué los organizadores tuvieron a bien facilitarme una hermosa bandera con una A negra, leyenda solferina, que blandí orgulloso. Varios pendones más fueron distribuidos entre los manifestantes.

La cita de partida y de llegada sería el Hemiciclo a Juárez. Mármol dórico, cráteras en los extremos, ocho fustes, escalinata tentadora, al centro del semicírculo clásico es coronado don Benito por un ángel secular, la Gloria, mientras la República ilumina la escena con la antorcha de la libertad. ¡Juárez, siempre Juárez! Enfebrecido, al terminar la caminata atea subí al estrado del anfiteatro y tras las extendidas alas del águila republicana, antecedida por dos leones, en el sitio de honor ondeé el único lábaro con el que me siento identificado: el pabellón ateo. Fue sólo un instante, perdido en medio de una manifestación pacífica, ordenada, con decidido amor al progreso.





Muy a pesar nuestro, y según mi parecer, la estrella del liberalismo, con todos sus bemoles nos iluminaba desde el cielo juarista. A lo largo del día, varias veces se repetirían las referencias al Indio de Guelatao. Antes de la marcha, un ávido viandante preguntó: “¿Era Juárez ateo?” Por ahí un informado ateo replicó: “No. Juárez era masón, y los masones creen en el Gran Arquitecto del Universo”. No pude menos que sonreír. Después de todo, ¿qué cosa es el Gran Arquitecto del Universo? Durante el trayecto, a un hombre mayor se le ocurrió gritar: “¡Viva Juárez!” y no han faltado críticos al exabrupto político. Por ejemplo, Héctor Julián Coronado Cervantes sentenció en su blog:


“De vuelta al Hemiciclo, oí a uno de los organizadores echar vivas a Juárez. Me provocó el mismo desconcierto que los gritos que se echan cada 15 de septiembre. Oír gritos de vivas a un muerto (por más notable que haya sido) me suena, por lo inútil, a invocación zombie”.


Más tarde nos enteramos de que el responsable de los incitantes vítores al Benemérito era ajeno a los promotores de la Marcha Atea. Aun cuando nuestra manifestación era apolítica, no pude evitar pensar qué sería de nosotros sin Juárez. Quizá el proceso secularizador de México se hubiese retrasado, como sucedió con la revolución industrial, por ejemplo. Tal vez seamos peces ateos en un océano de aguas juaristas, que no hemos advertido que gran parte del oxígeno laico de nuestra patria se lo debemos a los liberales del siglo XIX.

Una de las consignas que coreamos decía: "¡No creo ni rezo, pienso y actúo!" Durante la jornada conocí a Tork, a Ramasknight, a Martín Fragoso (con su playera de Jesucristo metalero), a Incognia, me parece que a Rafita y a varios compas más. Extrañé a Christian, a quien no conozco en persona. Cuando pasamos frente a San Hipólito los altavoces del templo comenzaban a cantar: “Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo”. Las esbeltas torres cuya arista, torsión imaginaria, esquina real apunta hacia el observador de frente a la fachada siempre me han fascinado. Campanario barroco, rejas que abrazan un atrio íntimo en declive escalonado. Al lado, el convento es una magnífica fiesta de arcos y fustes. Retrasado como iba, pues el cansancio me había empezado a vencer, mi bandera era la de la estrella solitaria que se enfrentaba a un mundo dominado por intereses espirituales, más que racionales. Pero, para un irracionalista como yo, ¿qué es la razón?





Hay quien dice que Hipólito fue el inaugurador de la lista de antipapas; si bien, después abjuró de sus posturas. La fiesta del conspicuo mártir, el 13 de agosto de 1521 la ciudad de México Tenochtitlán cayó en manos españolas. Al atardecer el capitán Hernán Cortés ordenó colocar la piedra angular del primer templo católico en el Continente Americano. Como era costumbre, éste fue dedicado al santo del día. Cuatrocientos ochenta y ocho años después, un sereno contingente ateo pasaba frente a la popular iglesia. Al día siguiente se celebraría ahí la multitudinaria pachanga de San Judas Tadeo. En nuestro desfile, la consigna que más me gustó decía: “¿Quiénes somos?” Y respondíamos: “¡Ateos!” Fue una experiencia inolvidable corear aquello frente al templo de San Hipólito. El año pasado, al coincidir la marcha con la fiesta de San Judas, algunos momentos fueron hilarantes.

La paz destacó en nuestra marcha. Prácticamente nadie nos agredió, sólo uno que otro peatón nos cuestionó, sin llegar jamás a la violencia. Ramasknight se encargó de debatir con un hombre que intentó hablarnos de “El Dios Verdadero”. Una señora nos invitó “A reconocer que Dios vive en cada uno de los seres de la naturaleza”. A aquellos que sostienen que “todo es uno” me gusta probarles que de cualquier manera, no compartirían su cuenta bancaria conmigo, luego, no todo es uno en el universo económico.

Y fue la mañana y la tarde del segundo día ateo. Volvimos al Hemiciclo a Juárez, y en medio del razonado furor que se atreve a proclamar que Dios no existe, no pude evitar subir al estrado para ondear la bandera de un ateísmo joven que a mí me alcanzado en una edad que se precia de su desencanto.

Enlaces de interés:

Tork

Libre Pensar

Colibrí Zurdo

Ateos Mexicanos

Ateísmo mexicano

ADM.org

viernes, 2 de octubre de 2009

jueves, 1 de octubre de 2009

Tipo galeato

Por: Fernando G. Toledo

Una discusión filosófica a veces rebosa la argumentación para alcanzar las cumbres de la estética. Aquí un ejemplo tomado de Razón atea.

Se quejaba este buen hombre
De las cosas que leía.
Muy molesto, le afligía
Algo que tenía nombre,
Y era nadie, se asombre,
El nombre «Filosofía».
Decirlo ya le dolía,
Y no hallaba sobrenombre.
Para evitarlo alababa
(Y se ocultaba en) la ciencia,
Pero era pura apariencia…
Pues ¡también filosofaba!
Revise quien no lo crea:
Lo hacía en Razón Atea.


Fernando G. Toledo sostiene: “Por cierto, acerca de «tipo galeato»: « Con este nombre, un poco arcaico, designo la actitud antifilosófica mantenida por escritores de temas realmente filosóficos, pero que, por causas diversas, desean segregarse de la filosofía»”.