domingo, 30 de agosto de 2009

Episodio de la Edad Argenta

Enrique Arias Valencia

Para mi barrio querido,
la así llamada "colonia" Postal

PRELUDIO…

En la primera parte de este trabajo un irracionalista intentará abordar algunos aspectos de lo que él entiende por materialismo filosófico, a riesgo de que quizá este irracionalista en realidad no entiende nada de materialismo. Con mucho cuidado se ha abordado la sección "...Y filosofía", donde se intenta introducir al lector al universo del materialismo filosófico, aunque con un toque de inoportuno hinduismo.

Quizá esté bien lograda la sección "Música sustantiva", de clara raigambre materialista.

En la sección "Música poética" se abandona la estética materialista en beneficio de la irracionalista, aunque quizá algo se traslape de un sistema a otro.

Nací y crecí en la Colonia Postal, en la Ciudad de México. Hoy esta colonia cumple noventa años de haber sido fundada. Por tal motivo, se organizó un festival conmemorativo en el parque de la colonia.

Si bien nunca he creído en Dios, entre 1985 y 1991 fui ferviente seguidor de un coro de iglesia, aquel que cantaba en el templo de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos. Ahí conocí a la mayoría de mis amigos, tanto de la colonia Álamos, como de la colonia Postal.

Fue mi amigo y vecino Jaime Adolfo Prieto quien me avisó de que el jardín iba a estar engalanado por la presencia de mis viejas amistades, aquellas a quienes conocí en el coro de iglesia, recién comenzaba la edad argenta.

Al festival llegué cuando estaba por principiar la intervención del Cuarteto Cristal, conformado por Miguel Ángel Mendoza Calva en la primera voz, Mauricio Córdova, el requinto Vicente Gutiérrez, el director del grupo Sergio Méndez Peña, Carlos Eduardo Arévalo y Óscar Sosa Trujillo. Aclarar cómo un cuarteto se las arregla para ser sexteto, excede a los límites de este artículo. Tómese como uno de esos muchos caprichos a los que nos tiene acostumbrados la música. Como el que se integrase un cantante extra en uno de los números del Cuarteto Cristal: José Luis Sosa Trujillo. Lamento no ser fiel en los detalles.

Quiero agradecer a la Delegación Benito Juárez, la cual se preocupó por hacer más agradable nuestro festival al dotarnos de sillas, una lona para protegernos de los elementos, e incluso, compartir con nosotros un almuerzo consistente en un tamal y un bote de jugo. No está demás señalar que estas cortesías corrieron por cuenta del departamento de participación ciudadana, a cargo del licenciado José Alberto Ayala Calva.

…Y FILOSOFÍA

Ensayaré ahora una breve muestra del materialismo filosófico, si bien con una intempestiva gota de sangre sánscrita. El argumento corre si se eliminan las referencias al velo de maya.

El mundo sobrevenido es el mundo físico. Es el velo de maya. Es M1 en clave mayor. Comprende según la tesis de Gustavo Bueno, los peñascos, los arroyos, las estrellas…

El mundo interiorizado es el mundo pensado. Es el velo de maya que vela sobre nosotros. Es M2 en clave mayor, la cual comprende toda la vida interior con sus emociones, sentimientos, pensamientos, resoluciones, y ensueños.

El mundo en tanto que relaciones conceptuales entre M1 y M2 y viceversa, es el mundo conceptualizado. Es el velo con el que cubrimos el velo de maya y con el que pretendemos descubrir nuestros desvelos. Es M3 en clave mayor, la cual comprende todas las realidades objetivas conceptuales (conceptos abstractos, proposiciones, teoremas, etc.). Es el tercer género de materialidad M3. Las relaciones entre las partes de M2 por medio de M1, y de las partes de M1 por medio de M2 forman la urdimbre misma del Mundo.


MÚSICA SUSTANTIVA

Llamaremos, pues, música sustantiva o poética a todas las manifestaciones artísticas musicales, pues según el materialismo filosófico se trata de música enfocada a representar contenidos que, fuera de toda duda, son muy disímiles; y que sin embargo convergen en lo que el filomat llama una cierta inmanencia o sustantividad. Estos contenidos pueden ser bellos o feos, elegantes o ridículos, luminosos o sombríos. Son estos contenidos heterogéneos, pero ordenados, los que los destaca de la vida prosaica.
La música sustantiva es, dicho sea de paso, un subconjunto de las artes sustantivas, las cuales también se distinguen de aquellas artes que tiene carácter práctico, o de las ceremonias religiosas, si bien todas estas bien podrían contener valores estéticos.

Rechazamos así la separación entre música culta, y música popular como criterio de clasificación.

MÚSICA POÉTICA

Ni cadenas ni lágrimas me ataron,
mas hoy quiero la calma y el sosiego,
perdona mi tardanza, te lo ruego,
perdona al andariego que te roba el corazón.
Álvaro Carrillo, “El Andariego”

Advertencia: esta sección puede contener altas dosis de irracionalismo. Se abandona casi por completo el modelo del materialismo filosófico en beneficio del nietzscheano. Yo, “el de lengua fácil y lectura difícil”, un esteta cursi, enfrenta de nuevo el problema del arte.

La visión apolínea del mundo consiste en descubrir el orden y la armonía del mundo en tanto que representación. No olvidemos que el mundo sobrevenido es el mundo físico. Es el velo de maya. Es M1 en clave mayor. Consiste según la tesis de Gustavo Bueno, en una pluralidad impersonal de infinitas materialidades codeterminadas. Por ejemplo, los peñascos, los arroyos, las estrellas, y las gemas. El Cuarteto Cristal interpretó de Güicho Cisneros, “Gema”, aquella pieza inolvidable de una época más romántica, menos tecnológica

Eres la gema que Dios convirtiera
en mujer para bien de mi vida,
por eso quise cantar y gritar
que te quiero mujer consentida,
por eso elevo mi voz
bendiciendo tu nombre
y pidiéndote amor.

Por cierto que ese, el significado original que tenía la palabra gema, esto es piedra preciosa, es el que uso de manera corriente cuando escribo, desde mensajes dirigidos a blogs hasta ensayos. Nunca uso la ironía en sentido peyorativo o sarcástico. Pero si a alguien he ofendido con mis barroquismos, quizá baste un bolero para compensarlo. El bolero “Perdón”, de Pedro Flores, fue interpretado a la manera de un contrapunto popular. Muy bello el contraste de las voces altas con las voces bajas.

Si tú sabes que te quiero
con todo el corazón,
con todo el corazón,
con todo el corazón.

Que tú eres el anhelo
de mi única ilusión,
de mi única ilusión,
de mi única ilusión.


Eso es lo que más me gusta de la vida: sus curiosos contrastes. Lo viejo es romántico, lo nuevo es tecnológico. Sin embargo, para probar que lo romántico no está peleado con lo actual, el Cuarteto interpretó “Tatuajes” del compositor contemporáneo Joan Sebastian. Y quien esto escribe sabe que toda esta canción es una obra sabia, como el velo de Maya desgarrado, y que hecho jirones, nos permite vislumbrar el trasfondo misterioso de las cosas:

Hiriendo mi felicidad
me alejo
a petición de tu orgullo
me iré.
Aunque eres mi necesidad
te dejo
pero eso de que te olvide
no sé.


La música poética es una prueba de que lo sencillo es lo adecuado: guitarras, bajo, requinto, maracas, voces y poesía. Palabra directa, que dice la verdad. Fueron veinte números musicales. No puedo reseñarlos todos. Sólo decir que como es costumbre, y tal y como dijo Nietzsche: “sólo como fenómeno estético están eternamente justificados la existencia y el mundo”.

Nunca falla: aunque Nietzsche se enoje, pues según este filósofo alemán el público no tiene nada qué hacer en la obra de arte, Miguel Ángel pide participar a la concurrencia cuando se interpreta “Sin un amor” un tema que termina con esa frase enigmática que dice: “Sin un amor no hay salvación” y que me recuerda “la redención por el amor” al estilo de Richard Wagner, pero ahora en español, coreado por el público y con guitarras. ¡Oír para creer!

Es el triunfo de la voluntad en todo el esplendor del ocaso, con toda la majestad del ojo de Apolo que se hunde en el horizonte, para dar paso, con la venia de Novalis, a las bendiciones de la noche eterna. Y llega lo que para mí es la culminación del festival. Sergio, Miguel, Mauricio, Oscar, Carlos Eduardo, Vicente y Pepe, quien es llamado al escenario, interpretan “El andariego” de Álvaro Carrillo:

Sólo tú, corazón, si recuerdas mi amor
una lágrima llévame por última vez;
en silencio dirás una plegaria
y por Dios, olvídame después.


Mi barrio cumple casi cien años de fundado. Es la fiesta y la poesía, son tiempos de reunión, de música y algarabía. Se ha cantado “El andariego” y otras veinte. Es todo un himno a la vida. No obstante, en mi corazón, tiempo ha que lo único que escucho es el latido lastimoso del fondo primordial de todas las cosas.

Sin embargo, se trata de una belleza trágica. No todo está perdido en tanto que tengamos arte para celebrar.
Salud

miércoles, 26 de agosto de 2009

Dios no existe

Enrique Arias Valencia



  • Albatrozz: dios no ha muerto, hay que matarlo (metal ñerísimo)
para Miguel Alberto Cuéllar, con gratitud


Cuando entré a la escuela secundaria, el impacto fue tan grande que, en mi delirio, llamé a esa época La Edad de Oro.

Nunca volví a vivir algo igual. Así, por ejemplo, mis calificaciones escolares eran tan elevadas que llegué a ser conocido como El Ciencias (aún no me había rendido a las fuerzas del irracionalismo). No había leído a Nietzsche, eran tiempos de color de rosa. Un día unos amigos y yo hicimos un dibujo mural en el pizarrón lateral del salón. Entre las ilustraciones que Cházaro trazó estaba el Capitán Cavernícola. Mi hábil amigo David reprodujo varios personajes de Un domingo en la Alameda, de Diego Rivera. Yo ya no recuerdo qué fue lo que dibujé, pero seguramente las figuras estaban inspiradas en las caricaturas que aparecían en la serie de libros de El maravilloso mundo de la tecnología.

Una de las formas de ser en el mundo en esa época era ser ñero, y me hice ñero. Ser ñero era ser rebelde, si bien nunca lo fui por completo. Jamás he sido muy preciso para las definiciones. Estaba de moda el grupo Van Halen, con su éxito Jump, y a eso, muchos de nosotros le llamábamos heavy metal. Me entusiasmaba dibujar bandas de rock por encargo de mi amigo Cajiga, los cabellos largos y la batería dispuesta. Bajo y requinto, cantante y fans. Hasta llegamos a inventar algunos nombres de bandas imaginarias.


Y un día, alguien sugirió incluir un letrerito en nuestro mural de blanco gis, tiza sentenciosa, con aquella frase que Diego Rivera pintó en su mural al fresco, pero fue borrada de la obra del célebre pintor, una locución que Ignacio Ramírez El Nigromante, había pronunciado en una Conferencia de la Academia de Letrán.

¿No es curioso que fuese David quien sugirió incluir la máxima en medio del muralito más representativo de una época inocente, en que las responsabilidades se reducían a lo que en opinión de quien esto escribe deberían de haberse reducido siempre, esto es, las responsabilidades intelectuales?

David quería ser sacerdote; de hecho, me había invitado ya a un retiro espiritual en el que se buscaban vocaciones para un oficio entonces decoroso.

Nuestra atestada Alameda, a la manera de la portada de un disco de los Beatles, consistía en personajes de dibujos animados de la televisión, estrellas de rock ñero e incluso un malogrado retrato de Albert Einstein. En medio, una banderola que aguardaba proclamar su mensaje.

Y fue así que el destino quiso que la frase apareciese una mañana de septiembre: limpia, fresca y jovial. "Dios no existe", lucía nuestra gran pizarra y ningún profesor ni alumno se sobresaltó con ella. Hubo quien hasta sonrió malicioso. No fue una sorpresa. Desafiando una autoridad que no existía, corrían los tiempos de la Edad de Oro, y la vida era nuestra juguetona aliada porque nos sonreía cómplice convertida en el Sol del amanecer.

martes, 25 de agosto de 2009

TRAGEDIA Y FARSA ASTRONÓMICAS

Enrique Arias Valencia

Karl Marx afirmó una vez que todos los acontecimientos históricos suceden dos veces, primero como una tragedia y en segundo lugar como una farsa. Si la condena de Galileo en 1633 fue la tragedia, entonces podemos suponer que el perdón que pidió la iglesia católica hace algunos años, le pidió a Galileo es la farsa. Al menos la tradición popular está convencida de que Galileo fue virgen y mártir de la ciencia. Sin embargo, los más sabrosos acontecimientos de la vida de Galileo nos entregan un retrato más humano, sin su aureola de santidad pero mucho mas interesante.

Nuestra pregunta será ¿es Galileo una víctima inocente de las persecuciones de la malvada inquisición o tuvo que ver su carácter tan ajeno de los matices de la leyenda del cándido mártir?

Finalmente quizá Galileo sea en realidad la farsa que precedió a una tragedia que se llevo a escena antes del heliocentrismo militante del siglo XVI.


GALILEO EL TERRIBLE
El primer conflicto entre ciencia y religión se libró en torno a los cielos, durante el alba de la astronomía telescópica. Claro que hubo antecedentes de heliocentrismo entre los griegos, pero fueron los renacentistas italianos quienes convirtieron dicho sistema en una obra de arte. Por supuesto, la fuente de inspiración del renacimiento era la antigüedad clásica.

Lutero afirmaba que Copérnico era un blasfemo al proponer el eterno girar de la Tierra alrededor del sol; por que en las escrituras se entendía que la Tierra estaba fija, pues el mismísimo Josué había detenido el sol para ganar una batalla con el favor de dios.

No obstante, como en Copérnico había demorado la publicación de su obra casi hasta el día de su muerte habrían de ser otros quienes se dedicaran a desarrollarla y difundirla. En Alemania, el astrónomo místico Johannes Kepler estaba convencido del sistema copernicano por que rendía culto a Helios, Señor y dador de vida. Kepler contaba con el apoyo de influyentes jesuitas, era él de carácter diplomático y por ello tuvo graves problemas con la iglesia, salvo algunos roces esporádicos.

El creador del lenguaje matemático de la ciencia renacentista fue Galileo. E l descubrió las leyes de la dinámica en el sentido moderno del concepto.

Y sin embargo, Galileo salta ala inmortalidad cuando se entera de la invención del telescopio en Holanda; por que si bien los flamencos usaban el telescopio para buscar nuevas tierras en altamar, para columbrar nuevos mundos en los cielos. Armado por el blasón del heliocentrismo Galileo descubrió los satélites de Júpiter que fueron llamados galileanos.

Uno de los máximos logros de la ciencia, es que cuenta con un mecanismo que le permite, con el tiempo autocorregirse. Lo que emprendemos los seres humanos, no es perfecto pero sí perfectible por medio de la práctica. Desde aquel año de 1609 en que Galileo Galilei uso su anteojo de treinta aumentos para estudiar el firmamento su figura quedó esculpida en la historia de la ciencia como una presencia paradójica . En la vida de Galileo intervienen su carácter personal, su solitario espíritu, su presunción sus modales sarcásticos y su egoísmo. De otro modo, ¿cómo podríamos explicarnos que en el Dialogo sobre los sistemas principales del mundo, nuestro héroe no menciona los descubrimientos de Kepler que tanto le habían servido, pero si tiene tiempo para burlarse del papa en dicha obra?. "Galileo se equivocó con su teoría de las mareas para apoyar la teoría de los movimientos terrestres, si bien era un error bastante comprensible para la época en que lo cometió".* Sin embargo, Galileo con su telescopio había observado correctamente que Venus presenta fases como lo prevé el modelo copernicano.

Galileo era muy hábil para buscarse enemigos influyentes. Disputaba con el jesuita Scheiner el descubrimiento de las manchas solares, y cuando Galileo publico su Diálogo, el sacerdote hizo notar que uno de los personajes de la obra, el torpe Simplicio, el cual defendía la idea de una Tierra inmóvil era una burda caricatura del papa Urbano VIII. Lo mas curioso es que dicho papa había sido amigo de Galileo, incluso había compuesto un poema para celebrar su descubrimiento de los cuatro satélites de Júpiter; pero el astrónomo se las ingenio para enemistarse con él y el papa no tuvo mas remedio que citarlo a declarar en el tribunal de la Iglesia. Galileo fue juzgado y obligado a desdecirse en 1633. No fue torturado pero si amenazado. Como podemos ver parece que Galileo provoco su propio juicio en el cual no sufrió el rigor de toda la ley, por lo que se trato de una farsa dirigida por su temperamento.


GIORDANO BRUNO
Galileo fue la farsa. Si Karl Marx tiene razón debemos buscar la tragedia que precedió a Galileo. El 27 de febrero 1594 Giordano Bruno es encerrado en el calabozo del Santo Oficio de la ciudad de Roma, debido a la actitud que el reo había mostrado hacia variados temas científicos y teológicos.

Recordemos que en la época de Bruno había quienes afirmaban que la Tierra ocupaba el centro del Cosmos, y había quienes defendían con pasión desmedida la idea de que era el Sol del centro del Universo. Pues bien, para Bruno el universo es infinito y no tiene centros particulares, con un número infinito de soles y planetas, haciendo pedazos el sistema de Ptolomeo, desbaratando incluso las esperanzas del heliocentrismo neonato. Giordano demostró que ni la Tierra ni el Sol eran el centro del Universo.

También declaró que las estrellas se mueven y los movimientos perfectamente circulares solo existen en la geometría y no en la realidad. Por eso las órbitas de los planetas no deben considerarse circulares, como afirmaba toda la antigua astronomía. Su libro Del infinito universo y de los mundos era toda una provocación, pues la Iglesia opinaba, que infinito sólo Dios.

Bruno era un sacerdote, pero en filosofía mucho de panteísta. Contemplaba la naturaleza como vida, alegría y belleza, plena de actividad y divinidad manifiestas. La religión nada significaba, a menos que el Creador fuera distinto de su creación. Bruno sostenía que eran idénticos. El nuevo Cosmos de Bruno no tenía sitio para el cielo de la religión. Elucubró la imposibilidad de obtener mediciones precisas, ya que si los cuerpos están formados de átomos en continuo movimiento, entonces los extremos de estos y del instrumento de medición no son precisos. Estos argumentos y otros muchos provocaron su arresto y fue sentenciado en la hoguera el 17 de febrero de 1600.


CONCLUSIÓN
Galileo expresó que: “El libro de la naturaleza está escrito en el lenguaje de las matematicas”. Y vaya que se empeñó en demostrarlo. Muchos años después, Descartes heredó la enseñanza de Galileo y en un chispazo de intuición descubrió el plano que ahora lleva su nombre. Hay quienes responsabilizan a Descartes por la supuesta catástrofe que dividió al mundo en dos mitades. Una espiritual y otra material. En realidad, cuando el filósofo francés elaboró el plano cartesiano no sólo dividió el mundo en dos sectores conocidos como X e Y, también dividió su plano en cuatro cuadrantes. Y la herencia de Descartes es sólo una metáfora que podemos trascender con la ayuda del panteísmo como el que practicó Giordano Bruno; después de todo, para Bruno el Universo es infinito, y eso es algo que muchos matemáticos de hoy también lo saben.

*Debo a Fernando Cuartero la corrección en cursivas de esta frase, que en mi autoría decía de manera inexacta: "Galileo también falseó una teoría de las mareas para apoyar la teoría de los movimientos terrestres".

jueves, 20 de agosto de 2009

Blanca crisálida de la inocencia terrible

Enrique Arias Valencia

Algunas cosas son, para todo propósito práctico, seguras. Si saltamos desde una ventana del décimo piso, podemos estar bastante seguros de que nos daremos un feo golpazo, no por la caída, como se dice, sino por la llegada.
Victor J. Stenger,
según traducción de Fernando G. Toledo


El poblado del sur de la Ciudad de México está enclavado en un cerro que saluda verde y pleno. Quiso la Providencia que el domingo pasado fuésemos mi hermano y yo a aquel pueblito que todavía conserva cierto aire de provincia, siendo ella un refugio para el alma que busca un poco de paz y armonía, ya perdidas en las grandes ciudades.

Era la fiesta de la Asunción de María. Quienes me conocen saben que si bien soy un rabioso ateo, por una razón de simpatía he querido ver en la Virgen María una metáfora de la pureza y del buen gusto, sin que por eso sea yo un hombre puro y de buen gusto, pues una cosa es el Dios, y otra su devoto.

Y es así que en torno a María se reúnen la ciencia, la música y la poesía. Para escándalo de propios y extraños, María representa en mi fuero interno la materia, pues ésta ni se crea ni se destruye, sólo se transforma; y lo mismo pasa con la integridad de María. ¿Por qué soy capaz de hacer esa asociación, con base en qué patrón he establecido esta relación entre la materia y la Virgen María?

En tanto que los danzantes retornan de un viaje del que no fui testigo, tres bandas tocan en el atrio de la parroquia de la Asunción de María, en Villa Milpa Alta. De la primera fue la obertura Semiramide, de Rossini, de la segunda los Cuadros de una exposición de Mussorgsky, y de la última, el final de la Quinta sinfonía de Shostakóvich.

Y es así como entramos en materia. Las bandas de pueblo tienen un toque de sabia inocencia que prepara al alma para la experiencia de lo divino, esto es, la poesía. Y no fue casualidad que la segunda banda interpretase el finale de la Cuarta sinfonía de Tchaikovsky, obra que en opinión del propio compositor retrata un sueño de demencia.

Vivimos en un mundo en donde impera la demencia: guerras, pestes, hambre y muerte. Vemos a los seres vivos evolucionar desde criaturas microscópicas hasta criaturas macroscópicas, adaptándose siempre para la guerra, devorándose unas a otras; unas en el papel de peste y otras en el papel de apestadas, unas muertas de hambre, con garras y colmillos, y otras muertas de hambre también, pero dotadas con pezuñas y aficionadas a la hierba. Y bien podemos decir así que “todos los seres vivos son mortales”.

¿Fue el mundo creado con inteligencia? ¿Fue el mundo creado? ¿Qué es la inteligencia? ¿Es esto todo lo que hay? Dice el alma embravecida: “Sólo un Dios demente pudo haber creado el mundo”. Y contesta serena la ciencia: “¡Ea, pues, salgamos a buscar al Divino!” Y la ciencia busca, y busca. Y Dios no aparece. En tanto, lo que sí aparece son evidencias de que Dios no existe.

¿Y si fue la naturaleza quien lo hizo todo? Creemos ver que la naturaleza ensaya una nueva creatura. La mariposa alza orgullosa el vuelo, y el instante siguiente es devorada por un pajarillo.

Y a pesar de todo, aun en este Siglo XXI, hay quienes todavía creen. ¡Seguro que habéis oído del diseño inteligente! Aquella vana opinión que sostiene que los seres vivos fueron creados con base en un plan, producto de la inteligencia. ¿Obró Dios con inteligencia al crear a sus creaturas? Ahí están los seres que nacen con limitaciones, más torpes o más débiles que sus congéneres. Mariposas que al salir de su capullo no pudieron alzar el vuelo, ballenas varadas en un arrecife porque sus aletas no eran lo suficientemente fuertes, mis propios ojos con espejuelos…

Y pues quien esto escribe ha querido expresar este desencanto del mundo en forma de una ironía filosófica, que al serlo, es completamente en broma, y completamente en serio. El etólogo Richard Dawkins sostiene que el cuerpo humano no nos aporta prueba alguna de diseño inteligente. Lo que vale para el cuerpo, vale para el cerebro. Lo que vale para cada cerebro del género humano, vale para el cerebro de Dawkins. Por lo tanto, por las pruebas que Dawkins mismo sostiene, en el cerebro de Dawkins no se distingue atisbo alguno de diseño inteligente. Luego entonces, en el cerebro de Dawkins no hay diseño inteligente distinguible. Ni una pizca, y él solito nos lo dijo.

Y el alma rebelde sentencia: “¡Ea, que la naturaleza es chapucera!” Pero no me he querido quedar a solas con esta impresión, y he salido a proclamarla a un foro ateo. Y hete aquí que fue en el excelente foro de Razón atea donde el brillante investigador S. Jarré me replicó:
“En realidad el chapucero (de existir) sería Dios, no la naturaleza. La naturaleza es una fuerza, un motor que inspira una simulación de creación bastante sofisticada valiéndose de siglos. Por eso, cuando se alude a que Dawkins mismo tiene un cerebro que no ha sido diseñado de forma inteligente, es totalmente cierto, no obstante, como buena simulación, sirve de utilidad para lo que se le pueda dar. Tanto Dawkins, tú o yo, tenemos un cerebro que es casi como un apaño evolutivo, que simula un diseño al igual que el resto del organismo, y en tanto exista esa simulación (que insisto: se generó a través de millones de años de continua evolución) en tanto existirá un atisbo de inteligencia que emane de la misma”.


¿De dónde procede nuestra capacidad de atribuir propiedades antropomórficas a la naturaleza? Chapucera, simuladora. También en Razón Atea, pero con una doctrina conocida como humanismo naturalista científico, Antonio Chávez Sánchez Silva tuvo a bien presentar la teoría de la agencia, cuyo concepto principal en breve, y según un diccionario de Internet quiere decir:

“Desde el punto de vista filosófico, se considera Agencia a la capacidad de un agente de actuar en el mundo; capacidad que incluso puede extenderse a entidades ficticias o no existentes. Esta capacidad de actuar no significa persé una dimensión moral específica para realizar un simple acto de selección para actuar, tema que es tratado por la agencia moral”.

La agencia es la capacidad de descubrir e incluso imponer patrones en el mundo que observamos. Los patrones no tienen existencia objetiva, y somos nosotros quienes los atribuimos a la naturaleza.

Entonces lancé en Razón atea esta pregunta: “¿Es chapucera la naturaleza o es una hiperactividad de la agencia decir eso de nuestra bella madre natura?” Con la respuesta de Jarré que vimos arriba.

Anthares, el bebé rebelde de Razón atea dijo: "No entiendo mucho lo de la agencia de Antonio". Y Antonio contestó: "Un buen ejemplo para enteder qué es: la capacidad de los infantes para darle vida a sus juguetes".

El ateo Atilio con interés científico formó un nuevo argumento, y un servidor lo resumió. Es así que pregunté a Antonio: “¿Tiene razón Atilio cuando sostiene que afirmar la no existencia de patrones en la naturaleza conlleva la refutación del principio antrópico fuerte, y es esto lo que sostiene el humanismo naturalista científico y su aparato del estudio de la cognición?” Y Antonio replicó: “Sí, es un modo de ilustrarlo”. En vista de nuestras constantes rencillas, a mí no me cabe duda de que a nosotros los ateos, el ateísmo es la diferencia que nos une. Pero por un instante, los rabiosos ateos hemos estado de acuerdo en algo. Vuelvo a casa renovado.

Enriquecido por la discusión, mi ateísmo estético es ahora capaz de advertir la terrible inocencia de la naturaleza. Ella es inocente de los pecados de Dios. La Naturaleza no es chapucera. Dada la agencia, la naturaleza es como Nuestra Señora, la Madre del Dios por quien se vive en su advocación de la Asunción de María. ¡Dios tiene un origen, y es la materia! ¡La materia es la madre de Dios! ¡Dios es hijo de María, quien hoy regresa contenta al Cielo, pues sabe que por fin he entendido que la naturaleza no es inepta! ¡Es tan difícil hacer a un lado los antropomorfismos! En mi alma, aun con todas sus garras y colmillos, el universo entero recupera su dignidad, su castidad, su blancura, su perfección, su orden y decoro (en realidad nunca los había perdido). Y esta ciencia inocente de la mariposa de blancura sabia, es en palabras de la poesía, boca de la Virgen, un secreto susurrado al oído atento:

Sábelo bien, tenlo por cierto,
hijo mío, tú el más pequeño,
que yo soy la Virgen perfecta
siempre Casta, María santa.

Cauce del verdadero Dios viviente
de la Causa cabe quien está todo,
sábelo bien que es mi vivaz retoño,
estampa fiel de aquel por quien se vive.

El autor del mundo y de su asunto,
Causa de las personas, en conjunto
el dueño en voluntad del firmamento,
Señor del cerca y dueño del junto,
y del Orbe terrestre, soberano dueño.

sábado, 15 de agosto de 2009

Noche de plenilunio en San Pablo Oztotepec




Enrique Arias Valencia

La primera vez que pisó la Luna un Homo sapiens yo no pude ver el prodigio porque esa noche me abandoné a los brazos de Amparito. Así me dijo mi abuelo en el pueblo de San Pablo Oztotepec... Mi interlocutor hace una pausa, y me muestra la Luna en su modesto telescopio. A continuación, añade con voz grave: “En octubre de 1917 el poeta Amado Nervo escribió el poema «El gran viaje», que en su primera estrofa incluye dos preguntas, un encabalgamiento, y una exaltada exhortación a la ciencia”:

¿Quién será, en un futuro no lejano,
el Cristóbal Colón de algún planeta?
¿Quién logrará, con máquina potente,
sondar el océano
del éter, y llevarnos de la mano
allí donde llegaron solamente
los osados ensueños del poeta?

Mi interlocutor continúa: “En San Pablo hay varios templos. Dos de ellos coronan cierta cima del cerro donde se aloja el poblado. Uno de los edificios es la pequeña capilla de Chalmita, al lado, la capilla abierta. Pareciera que la capillita data del virreinato, la capilla grande es más reciente, seguro que es del siglo veinte”. A doscientos metros de los templos, hollando el bosquecillo, podemos montar un improvisado observatorio, pues aquí las luces del pueblo son menos agresivas. La Luna de hoy es magnífica. Es una invitación a recordar la hazaña de hace cuarenta años. ¡Por fin el hombre había llegado a la Luna! Nervo no pudo disfrutarlo, había muerto en 1919. Mi amigo calibra su instrumento, y comienza a hablar de los cráteres lunares. De pronto su discurso se interrumpe: una bandada de murciélagos irrumpe victoriosa, y sus sombríos chillidos sobrecogen el corazón de los presentes. San Pablo Oztotepec significa “Encima de la gruta”. En el escudo del pueblo puede verse un glifo que quizá sea un murciélago dentro de una caverna.

¿Quién será en un futuro no lejano
el Cristóbal Colón de algún planeta?

¿Y qué sabremos tras el viaje augusto?
¿Qué nos enseñaréis, humanidades
de otros orbes, que giran
en la divina noche silenciosa,
y que acaso hace siglos que nos miran?

Al despedirse la bandada, no puedo dejar de pensar cómo es posible que en este milenio que nació cansado todavía nos sorprendan los seres vivos de nuestro propio planeta. ¿Cuánto más nos sorprenderían los seres vivos de otro sistema? Muchos de nosotros en nuestra cándida esperanza hemos querido ver en ellos a seres que serían mucho más inteligentes que nosotros. Amado Nervo también acarició esa idea, y así apuntó:

Espíritus a quienes las edades
en su flüir robusto
mostraron ya la clave portentosa
de lo Bello y lo Justo,
¿Cuál será la cosecha de verdades
que deis al hombre, tras el viaje augusto?

¿Con qué luz nueva escrutará el arcano?
¡Oh la esencial revelación
que fije nuevo molde al barro humano!

¿Quién será en un futuro no lejano
el Cristóbal Colón de algún planeta?

La visita de sabios del Cielo es un tema recurrente del imaginario colectivo. Da origen a la religión y a la más acendrada fantasía. También es la madre de los delirios más desbocados. ¿Cuántas personas no habrán visto por ahí, ya no digamos un ovni, sino un extraterrestre hecho y derecho con un mensaje sospechosamente humano, demasiado humano?

Y no hay nada más humano que el amor. Mi interlocutor no deja de suspirar por la ausente Amparito. Yo también alguna vez pude deslumbrarme con la luz de la ternura de Lísida, y fue en San Pablo Oztotepec donde culminó con un beso una conversación, una noche sin Luna en un café, con los templos de Chalma y Chalmita resguardando el paisaje de una fiesta mágica en el corazón de ayer. La fotografía la tomó ella, y data de esa fecha, por eso las nubes cubren el cielo, en contraste con la noche que redacté estas líneas.

Por cierto que Lísida nació un día de aniversario de la llegada del hombre a la Luna. Por eso, tras su partida, lo único que hice esa noche fue llorar su ausencia.

domingo, 9 de agosto de 2009

Homenaje palimpsesto a la Virgen María

Enrique Arias Valencia

Para Jimena, la hija de Manuel Millán, en su nacimiento

Magnificat
anima mea Dominum,
et exsultavit spiritus meus
in Deo salutari meo.

Lucas 1:46 &

En un muy interesante y muy divertido artículo llamado "Ateos por Jesús", el etólogo ateo Richard Dawkins, entre muchas ideas, afirma que "La religión motiva a las personas a flagelarse la espalda, o a prenderse fuego a ellas mismas o a sus hijas, a denunciar que sus abuelas son brujas o, en casos menos extremos, a permanecer arrodilladas semana tras semana durante ceremonias estupefacientemente aburridas". Como al final Dawkins suelta un juicio de valor, creo que puedo contestarle. ¿Son aburridos los cultos religiosos? He hecho la prueba tres domingos seguidos. Primero me fui al Santuario del Señor de la Cuevita, en Iztapalapa, a participar en una misa cuyo dato más característico consistió en que durante, me parece que el Ofertorio, una soprano cantó el Ave María de Bach-Gounod.

¿No es para estremecerse saber que Johann Sebastian Bach compuso un preludio en Do mayor, con el cual se abre su colosal Clave bien temperado, partitura que tras la muerte del compositor, y sabrá Dios cómo, fue vendida como papel para envolver? Varios años después, la esposa del músico Charles Gounod fue a comprar pescado, ¡y le empacaron su pedido con la partitura del Do mayor del Clave!

Al llegar a casa, la señora mostró a Charles la página. El maestro estudió aquellas notas, y tras deleitarse con su delicada belleza, sobre el preludio barroco, Gounod compuso la melodía de un Ave María. Por eso esta obra tiene dos compositores. ¡Se trata de un palimpsesto musical! Fue esta la pieza que escuché en una oscura iglesia el primer domingo de mi experimento.

El segundo domingo me fui a un poblado del sur del Distrito Federal, Villa Milpa Alta. No escogí el día, fue mera chiripa. Y hete aquí que era la fiesta del barrio, y la ceremonia fue llena de esplendores y colorido. Pueblo de reyes, barrio de espíritus de Dios. Ha sido la fiesta de la Santísima Virgen en el barrio de los Ángeles en Malacachtepec Momozco. La misa comenzó con aquel himno que reza:

Pueblo de reyes,
asamblea santa,
pueblo sacerdotal,
pueblo de Dios,
bendice a tu Señor.

Himno que tengo en grande estima y muy curiosa virtud, porque me fue presentado hace muchos años por el sacristán de la parroquia donde por primera y última vez tomé el sacramento de la comunión. Algo que me llamó la atención fue que no se rezó el "Yo pecador". Tras la misa, las danzas prehispánicas. Así es: el atrio del templo se despejó para que se presentasen hombres y mujeres ataviados con penachos de largas plumas, cascabeles en los talones y el taparrabos en su pundonoroso sitio. Al comenzar la ceremonia se enciende el enervante copal, se tocan las caracolas, se pulsan las conchas (una especie de bandurrias) y se entona una melodía que dice:

El Señor Momozco
esta tierra dio.
Toda en herencia
nos la entregó.


Por cierto que la caja de las bandurrias está formada por la concha de un armadillo. Y entonces comenzaron cuatro horas de danzas prehispánicas. Tambores de guerra, copal y casacabeles. Las plumas, los colores, los escudos, y el saludo a los cuatro puntos cardinales. Y nada más tocar este asunto de los cuatro puntos cardinales, deja de ser aburrida la religión. Resulta que los frailes que llegaron a México tan sólo terminada la conquista, tuvieron a bien permitir a los arquitectos indígenas participar en la construcción de los primeros templos católicos de la Nueva España, y por eso, quienes elevaron todos los edificios religiosos del México del siglo XVI e incluso varios del XVII, fueron artistas que estaban iniciados en las artes secretas de la geometría, y una de las cosas que hicieron fue trazar la planta de los templos cristianos con una perfecta orientación mesoamericana. El templo donde me encontraba tiene una fachada que mira al Occidente. Cuando los danzantes hicieron el saludo a los cuatro puntos cardinales, sus plantas se desplazaron por un espacio sagrado, un cuadrado que había sido dibujado con varios siglos de anticipación por sus antepasados. Esto no sucede en todos los templos de México, así, por ejemplo, la fachada de la muy noble y muy criolla Catedral Metropolitana, mira al Sur.

¿Por qué es interesante que la fachada de un templo del Centro de México mire al Occidente? Si nada más fuera esto, la cosa no despertaría ningún interés. El caso es que cuando miramos la portada de muchos templos del sur de México, tras dicha fachada se recorta la silueta de la que según la leyenda, es la pareja del Popocatépetl. El efecto es impresionante en San Bernardino de Siena, en Xochimilco. La montaña pareciera ser el marco perfecto del templo. Hoy todavía llamamos Iztaccíhuatl a ese volcán, nombre que quiere decir: La mujer que duerme. Visto en conjunto, un templo del siglo XVI, con su planta indígena, su iglesia católica y su marco de volcán, es todo un palimpsesto del paisaje.

¿Forma parte del culto la planta del templo? Indudablemente. El atrio de un templo mexicano es literalmente la pista de baile de danzas sagradas que antecedieron al cristianismo en América por varios milenios, y sus movimientos están determinados por la cuadratura de la tierra y los astros del cielo. ¡Para un danzante la Tierra no puede ser redonda! En nuestro muy querido México sabido es que debajo de muchos templos cristianos, está un templo indígena, perfectamente orientado, como el templo de la superficie. Un palimpsesto arquitectónico.

El estandarte de uno de los danzantes está ornamentado por el anverso que muestra a Jesús resucitado; sin embargo, el reverso ostenta un precioso Tláloc azul, dios de la lluvia y Muy Señor Nuestro. Sincretismo hermoso, celebrado con embeleso, palimpsesto religioso.

Danza que danza una señora con su hijita en brazos. Es increíble que en medio de tan intensa actividad la niña ni se inmute. Pero cuando la tía la toma un momento, la bebé despierta y rompe a llorar. Regresa a los brazos de su madre.

Los giros de los danzantes hipnotizan, los tambores de guerra predisponen al corazón para un combate imaginario, los cascabeles nos comunican un mundo trascendente que habla el lenguaje directo de la Voluntad; los movimientos de los brazos y las piernas, los gritos, los pasos, y el copal nos rinden a los brazos de la naturaleza del espíritu. De vez en cuando un danzante rinde reverencia a Ometéotl, "que es Dios". Tampoco faltan las referencias a Tonantzin, nuestra madrecita. ¿Aburrido? ¡The God Delusion es refutado con pasos de baile! Al final, el más anciano de la tribu toma la palabra, para cantar a capella:

Ya se va la danza azteca
Ya acabamos de danzar.
Para el año venidero
sabe Dios quién volverá.

Ya nos vamos, madre mía.
Nos vamos a retirar.


Debajo del texto latino de la fiesta dedicada a Santa María de los Ángeles está escrito otro texto, no con alfabeto latino, sino con pictogramas mexicas.

En más de un sentido, el objeto de la poesía de la que el viejo danzante hace eco consiste en pintar los emblemas de un mundo sombrío. Siglos atrás, ya Nezahualcóyotl, el rey poeta, cuyo nombre significa Coyote que ayuna, natural de estas tierrras, había advertido la impermanencia de todos los seres del mundo, en el poema "Yo lo Pregunto", y que en la escuela me hacían recitar, cosa que evitó que me aburriese en horas de clase:

Yo Nezahualcóyotl lo pregunto:
¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra?
Nada es para siempre en la tierra:
Sólo un poco aquí.
Aunque sea de obsidiana se quiebra,
Aunque sea de oro se rompe,
Aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:
Sólo un poco aquí.

El misterioso sonido del aliento de las caracolas me da estéticos escalofríos. Cuando los danzantes se dirigen al interior del templo para dar gracias, uno de ellos toma la palabra y sentencia: "Vamos a dar gracias a Dios, que en última instancia no tiene forma ni espíritu". Tras escucharlo, cursi como soy, me arrodillo gustoso con ellos. Quizá aburrirse sea cuestión de temperamento. A mí, la mera verdad, no me aburren varios rituales religiosos. Y para volver a probarlo, el tercer domingo fui a una parroquia que tengo muy olvidada, ahí donde canta la Sociedad Coral Cantus Hominum. Y de nuevo fue la maravilla y la gracia, el altar y la música. Una de las partes del rito católico fue engalanado con el Ave María de Jacques Arcadelt. Una de las mejores vacunas para el aburrimiento es mi permanente ignorancia. Grande fue mi sorpresa cuando, platicando con el director del coro, yo sostenía con gran necedad que dicho Ave María es contrapuntístico, y Leonardo me corrigió, (con un paternalismo que me recordó a nuestro Atilio) haciéndome ver que el Ave María de Arcadelt está compuesto con base en la armonía, y no el contrapunto. El Ave María de Arcadelt hace que sean verdad las palabras: "París bien vale una misa". Voz sobre voz, me arrodillo frente al arte de las divinas armonías, palimpsesto de voces.

La comunión fue cantada por la hija de Leonardo, y fue así que su dulce voz de niña dio vida al Ave María de Schubert, el cual me sirve para cerrar este homenaje a la Virgen con este paralogismo: para este irracionalista embravecido, la Virgen María es una metáfora perfecta de la ley de la conservación de la materia. Por lo tanto, si la Virgen María es la madre de Dios, y María es metáfora perfecta de la materia, palimpsesto juguetón, luego la materia es la madre de Dios. A que sí.

lunes, 3 de agosto de 2009

Gato ternura yoga



Gato ternura yoga

domingo, 2 de agosto de 2009

sábado, 1 de agosto de 2009

Neomarxismo amartillado

Enrique Arias Valencia

La ley de educación sexual no es una opinión; es una ley y hay que cumplirla.
Alberto Sileoni


Según monseñor Héctor Aguer (el actual Arzobispo Metropolitano de la ciudad de La Plata), el manual "Material de formación de Formadores en educación sexual y prevención del VIH/sida",* que está destinado a los jóvenes argentinos para ser usado en las escuelas, presenta una opinión "reduccionista", "constructivista" y "neomarxista" de la sexualidad. Para agravar las cosas, el mentado libro impone de manera totalitaria un montón de dogmas ateos. O sea que educar a los jóvenes a uno lo lleva inevitablemente a ser reduccionista, constructivista, neomarxista y un dogmático ateo.

Y hete aquí que tratando de ver lo que tengo de neomarxista dado que estoy totalmente a favor de la educación sexual de los jóvenes, pude encontrar en un libro de Stephen Jay Gould de cuyo nombre no quiero acordarme, aquella deliciosa sentencia de Karl Marx que dice así: "Todos los acontecimientos históricos suceden dos veces: la primera vez como una tragedia, la segunda como una farsa". Y como buen ateo que soy, espero que se cumpla este dogma marxista, pues eso quiere decir que lo que vivimos ahora ya no es tanto para llorar, sino para reír. Sólo habría que buscar a qué vieja tragedia corresponde esta nueva farsa.

Consideremos, con una óptica totalitaria: ser enemigo de la educación sexual es ser enemigo de la educación, y ser enemigo de la educación es ser enemigo de la cultura, y ser enemigo de la cultura lo lleva a uno a enemistarse con la poesía. A que sí.

Y es así que de una manera bastante constructivista y reduccionista, encuentro que en el siglo XVII hubo en Nueva España un arzobispo llamado Francisco de Aguiar y Seijas, quien le hizo la vida de cuadritos a la poetisa Sor Juana Inés de la Cruz. Y es que Aguiar no veía con buenos ojos que una mujer entregada a la vida religiosa también se diera un tiempecito para componer poemas y obras de teatro; amén de una vida social inmensa, pues la cultura está hecha de relaciones: sólo somos dueños de lo que compartimos, lo demás son placeres solitarios que no rinden fruto alguno. No debemos olvidar que en plena época de la Santa Inquisición eran totalmente incompatibles lo sagrado y lo profano. Y pues ser mujer intelectual con muchos amigos fuera del convento era algo ya no digamos profano, era toda una profanación del mundo establecido. Entre sus composiciones perfectas, cantó la Madre Juana:

Óyeme con los ojos,
Ya que están tan distantes los oídos,
Y de ausentes enojos
En ecos de mi pluma mis gemidos;
Y ya que a ti no llega mi voz ruda,
Óyeme sordo, pues me quejo muda.


Quién sabe si no sería la maldita envidia la que movió al Aguer de entonces, Aguiar de aquella época, aguafiestas de siempre, a censurar todas las actividades artísticas de la inocente monja. Lo que siguió fue espantoso. Revestida de valentía, la Madre Juana encarnó el personaje con el que se expresó su tragedia: ser una mujer inteligente en un mundo dominado por varones imbéciles. Entre cantos y rezos, trasfondo una epidemia, la existencia y el intelecto del alma sutil se consumirían en un sombrío convento del siglo XVII. ¿Merecía el mundo a sor Juana o sor Juana merecía el mundo que le tocó vivir? La copa derramada reboza con sangre virginal, sangre que servirá para firmar un pacto con los poderes del Cielo, una abjuración con las letras, y a continuación será partir y dejar en la más oscura orfandad a la Tierra del teatro y la poesía. La pluma calla.

Aguiar y Seijas consiguió aplastar a una de las más bellas flores del Siglo de Oro so pretexto de la religión. Una verdadera tragedia que me hace avergonzarme de pertenecer al género masculino.

Hoy, el moderno Aguiar, monseñor Aguer busca agriarnos la alegría de tener acceso a la educación sexual. ¿De quién depende que esto no acabe en tragedia, y que podamos reírnos de esta farsa? De nosotros depende.


*Un título que molesta por su redundancia, dicho sea de paso.

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