miércoles, 30 de septiembre de 2009

Encuentro

Por: Simbol

Fue un fúnebre momento, quizás a medio día
Inesperadamente, y en una calle oscura
De frente me encontré con ¡¡La Filosofía!!
Con su traje de Papa, su bastón y tonsura.

No venía sola, no. Que tenía compañía
Un viejito algo torvo de mala catadura
Que le hablaba al oído y a veces sonreía
Y ella le contestaba, con algo de amargura.

Le dije: ¿Con quien andas que parece tu esclavo?
¡Pues hombre! ¡Con quién más que con mi fiel Gustavo!
¿Y qué es lo que le dices que suena como un llanto?

Pues que me han remitido innumerables quejas
De una de sus mas fieles y obedientes ovejas:
Me refiero a Toledo. ¿Por qué joderá tanto?

viernes, 25 de septiembre de 2009

San Jerónimo

El Convento de San Jerónimo fue el lugar donde vivió y escribió la gran poetisa Sor Juana en el siglo XVII. Actualmente está secularizado, y el edificio aloja la Universidad del Claustro de Sor Juana. Hoy por la mañana pasé frente al edificio, contrafuerte derecho a punto de ser derrotado por la hierba. No obstante, la vista era deliciosa, y agradecí a la naturaleza el paso de una efímera nube. Si bien el interior de San Jerónimo es magnífico, yo me deleité con el exterior.


Para Atilio, ese hermoso y grácil bucle de su amistad

¡Qué hermoso que se mira
el Sol levante tras el campanario
de lo que hoy se llama
el Claustro de Sor Juana
el atrio del Castalio!

Y frente al Sol,
la nube que se inflama;
con su paso gris
el viento en su desliz
al Sur por la mañana.

Enrique Arias Valencia

jueves, 24 de septiembre de 2009

Gödel y Cervantes

Enrique Arias Valencia

Veamos el Teorema de Gödel:

PROPOSICIÓN VI. “A toda clase c de fórmulas ω-consistente recursivas le corresponde una clase-signo r tal que ni v Gen r ni Neg (v Gen r) pertenecen a Flg (c), donde v es la variable libre de r”.

Intentemos desenmarañar la proposición. A manera de tentativa, llamemos v Gen r a dejar pasar cuando se pretende cruzar el puente.

Llamemos Neg (v Gen r) a no dejar pasar cuando se pretende cruzar el puente.

La ley que se aplica en el puente es el sistema expresado en la clase c de fórmulas recursivas sobre los que digan verdad o los que digan mentira.
Por eso la proposición VI nos convence de que “A toda clase c de fórmulas ω-consistente recursivas le corresponde una clase-signo r tal que” ni la afirmación ni la negación de cierta proposición podrán deducirse a partir de la ley que se aplica en el puente. Y eso es lo que hace el hombre. La “clase-signo r” es la paradójica afirmación del viajero que cruzará el puente gracias a la verdad dictada por Sancho. La sentencia del gobernador es más poderosa que el sistema establecido en el puente.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

La sabiduría de Sancho Panza

Enrique Arias Valencia

Sí y no, y nada más. ¿Es así? Pues aun si hay dos opciones puede haber tres. ¿Recuerda el lector cierto episodio sobre un puente que aparece en el Capítulo LI de la parte segunda de El Quijote, cuando Sancho Panza gobierna la Isla de Barataria?

Un día se le presenta a Sancho un forastero con un problema. Resulta que en cierto señorío había un puente con un guardia, y la orden que tenía era dejar pasar a los viajeros que dijeran la verdad y ahorcar a los que dijeran mentira.

Y sucedió que un hombre iba a pasar por el puente y el guardia le preguntó que a dónde iba, y el hombre contestó: “que iba a morir en aquella horca que allí estaba, y no a otra cosa”.

Entonces el guardia entró en un conflicto irresoluble, porque si el viajero había dicho la verdad, se le debía dejar pasar, pero el viajero había afirmado que iba a que lo ahorcaran, castigo reservado a su mentira, pero él no mentía, pues sería verdad que lo ahorcarían.

El caso era tan complicado que los jueces del señorío no pudieron dictar sentencia. El hombre añadió: “habiendo tenido noticia del agudo y elevado entendimiento de vuestra merced, me enviaron a mí a que suplicase a vuestra merced de su parte diese su parecer en tan intricado y dudoso caso”.

Consultaron a Sancho, quien dijo que lo mejor sería perdonarle la vida al viajero paradójico, con estas palabras: “soy de parecer que digáis a esos señores que a mí os enviaron que, pues están en un fil las razones de condenarle o asolverle, que le dejen pasar libremente, pues siempre es alabado más el hacer bien que mal”.

Es muy importante lo que hace Sancho, porque con su sentencia demuestra que la verdad es más poderosa que la demostración. Es decir, no podemos demostrar qué hacer con el viajero, pero la verdad saldrá a flote gracias a la sentencia humana. En este pasaje del puente Sancho Panza representa el sentido común en su más puro esplendor. Se trata de un gobernador que se hace noble por el trabajo y no por la crianza.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Cómo crear con lógica un mes de octubre feliz

Enrique Arias Valencia

Voy a agradecer por anticipado: que el mes de octubre de 2009 ha sido ya el mes más genial que he vivido, y esto es tan cierto que es autoevidente.

¡Vamos a crear un futuro feliz para todos!

ES ASÍ QUE:

Si los deseos de felicidad se hicieran realidad, la cláusula antecedente de esta proposición condicional sería cierta.

PRUEBA:

Sea p la proposición "Si los deseos de felicidad se hicieran realidad".
Sea q la proposición "la cláusula antecedente de esta proposición condicional sería cierta".
Sea V "verdadero".
Sea F "falso".
Sea → "entonces".
Sea ¬ "no".

POR LO TANTO:

p → q

F → q = V
p → V = V
p → F = ¬ p

¡Nuestra proposición condicional es verdadera en todos los casos! ¡En verdad funciona! ¡Qué alegría!

Por lo tanto, lo que dije sobre los deseos de felicidad es en todos los casos lógicos, por siempre y para siempre verdadero.

¡Que se cumplan sus deseos de felicidad!

¡Saludos de lógica cumpledeseos pa’ todos!

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Baila, tú que reinas

Para Mariana y su esposo, por el arte

Enrique Arias Valencia

Cáñamo, paladar delicioso es el disfrute de la danza folclórica. La danza regional es copal que no se aspira, sino que se mira. La carpa tendida como el noble velamen de una nave que nos transportará allende el océano de la imaginación por las tierras de Oaxaca, Veracruz y Jalisco, en el Parque de la colonia Moderna, en el marco de las celebraciones de nuestra independencia en la ciudad de México.

Música que emponzoña nuestra alma pues rebasa a la razón, porque la música embriagadora influye directamente sobre nuestra propia voluntad, es decir, sobre nuestros sentimientos, impresiones y emociones, con un efecto como el del mejor pulque del dios Quetzalcóatl, cuyo destino es beberse con el espíritu. Quizá la música embriagadora sea más fácil de ejemplificar que de definir: la música de Jalisco nos embriaga por completo, la de Oaxaca nos invita a reflexionar, la de Veracruz tiene buen lustre.

Látigo que fustiga al ocioso, la unión de danza y música me permitió gozar con la muestra de la solemnidad del baile de Oaxaca. Veracruz: el zapateo es coro mudo en los labios, verbo rítmico en los talones. Jalisco: feria de esplendores, pirotecnia del sentido.

Sáfico si desvelan mi sombra, ¿qué es el hombre? El abanico de lo humano es vasto y complejo, y sus límites se escapan a nuestra vista, pues pertenecen tanto al bien como al mal, la certidumbre y la incertidumbre, lo negativo y lo positivo. Por eso, estar frente al hombre es descubrir a la criatura donde se reúnen innumerables posibilidades, que se pueden enfrentar unas a otras. El colorido, la sonrisa y el vuelo curvo de las faldas largas de las jóvenes ante la línea recta y los ángulos del fusco traje de charro.

Sátiro si me cubren la cara, mi alma es un nudo Giordano que se desbarata con los movimientos que hacen de carne viva la Piedra de Sol en un círculo perfecto dividido en dos arcos. En su cuadratura perfecta, la Coatlicue debe sonreír satisfecha, pues es bien sabido que la prosa es al caminar lo que la danza es a la poesía.

Cráteras que se elevan garbosas, las mujeres portan flores en la cabeza; algunos números antes, el despliegue de las redes de los pescadores. Acerca de la contradictoria condición del hombre, se pregunta Pascal: “¿Quién desenredará este embrollo?” Esta pregunta sobre el embrollo que es el hombre, sólo puede ser formulada por un hombre, por lo que parece que el hombre es un extraño para sí mismo. Y al tratar de desenredar la madeja, al decidirse tanto por un camino como otro, el hombre no deja de pertenecer al género humano. Los límites de lo humano no pueden encontrarse.

Délfico se protege un secreto. ¿Qué es lo elemental? Una razón atómica. La danza es el arte de la razón atómica, pues el artista no se separa de su obra. La danza es por lo tanto, el arte donde artista y obra de arte forman una unidad indivisible. ¿Tengo siquiera un átomo de razón?

Lúpulo de dorada cosecha, la danza embriagadora habla directamente a nuestro corazón; por eso, cuando nos entusiasmamos con una invitación a la danza festiva, la seguiremos con las palmas, y advertiremos que nuestro yo no tiene más remedio que fundirse con la exaltada pasión que asiste a toda la concurrencia. Aplausos sin fin, alegría sin fondo.

México danza en tanto yo aplaudo tratando de seguir el ritmo marcado por el zapateo de un baile tradicional; pero debo confesar que mi pericia, aun en el aplauso que marco desde mi amado sillón, deja mucho que desear.

Cándido cuando lo hacen verbena. A veces pienso que este mundo tan sólo es el sueño de un Dios tierno e inocente que juega a crearlo para después sorprenderse con sus movimientos de danza y de música. Y perdónenme todas las detonaciones de legión de anacolutos. Por cierto, si tomamos las primeras diez sílabas de cada uno de los párrafos de este ensayo, casi se forma un romance decasílabo con esdrújulo inicial. Lamento no haber podido cuadrarlo para que quedaran dos estrofas de cuatro versos. El título corresponde al grupo de danza regional que inspiró este artículo.

BAILA, TÚ QUE REINAS

Cáñamo, paladar delicioso
Música que emponzoña nuestra alma
Látigo que fustiga al ocioso
Sáfico si desvelan
mi sombra,
Sátiro si me cubren la cara.

Cráteras que se elevan garbosas,
Délfico se protege un secreto.
Lúpulo de dorada cosecha,
México danza en tanto yo aplaudo
Cándido cuando lo hacen verbena.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Los Niños Héroes y Miguel Miramón

Enrique Arias Valencia

Para que alguien sea un héroe trágico debe morir en el desempeño de su papel. Así, por ejemplo, los Niños Héroes de México fueron un grupo de seis jóvenes que murieron trágicamente al enfrentarse a un enemigo superior en armas y experiencia el 13 de septiembre de 1847. La Gloria y la Fama los recibieron como héroes.

Sin embargo, no todos los jóvenes cadetes del Colegio Militar murieron aquel día. Entre otros, Miguel Miramón, un chico de dieciséis años, por azar salvó la vida. El Hado, patriarca impersonal del alma de los hombres, tiene reservada una vida adversa para aquellos que logran burlar sus designios. Un héroe debe morir en combate, o su alma pagará las consecuencias del absurdo de pretender ser un héroe vivo.

Por lo tanto, la tragedia personal de Miramón consistió en no morir ese día, y la historia nacional lo condenaría a desempeñar uno de los más tristes papeles que pueda conocer el hombre. En primer lugar, fue hecho prisionero de guerra de los invasores, toda una mancha para un soldado. Sería la primera, vendrían en Crescendo muchas más.

Andando el tiempo, Miramón se unió al Partido Conservador y después, confiaría su vida a la aventura romántica del Segundo Imperio Mexicano, para morir a destiempo en el Cerro de las Campanas, sin ninguna gloria, señalado por el oprobio de la traición.

Hay que destacar que Miramón amaba a su país. No obstante, su destino estaba sellado desde que escapó de la muerte en el momento en el que la Gloria buscó su alma. La Gloria quiere sangre, y sólo una vez toca a la puerta del soldado. Quiero destacar que Miramón no escogió su estrella: los dados del azar lo condenaron cuando niño, y a partir de ahí su suerte estaba echada sin que el error recayese directamente en él. Para quienes no somos héroes sólo somos el juguete del azar y del error.

La tragedia de Miramón fue doblemente trágica: el amor por su país lo transformó en uno de los más odiados oponentes del gobierno de Juárez. Miguel Miramón, despreciado por la muerte cuando niño, sería también despreciado por los liberales, por la historia oficial y por el Valhala Blanco que preside las faldas del Castillo de Chapultepec: sólo seis columnas se alzan en el Monumento a los Niños Héroes, porque la Fama quiere la sangre de sus hijos y le repugna la de aquellos que se ausentan a la hora del sacrificio.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Tarde de bronces, mediodía de ensueños en el ruedo

Enrique Arias Valencia

Para Eduardo Salceda Salinas, con verdadera gratitud

A: Ningún mexicano falta a la charreada.
B: Pues yo soy mexicano y nunca he asistido a una charreada.
A: Entonces no eres un mexicano verdadero.


En compañía de su madre, mi queridísimo amigo Eduardo Salceda me ha invitado a un espectáculo de charrería en un lienzo charro. Arte del jinete ducho, el espectáculo quizá recordaría las gauchadas a nuestro estimado argentino Fernando G. Toledo, el coleo de toros al venezolano Simbol, el rodeo chileno a nuestro camarada Perro, el rodeo gringo a Anthares, y las corridas de toros al hispano Dark Packer. Sobre este último, a veces pienso que ningún español verdadero usaría un apodo como el que se atreve a ostentar en lengua inglesa uno de los rostros de la oscuridad. Sobre todo si recordamos que la españolísima corrida de toros es la madre de todas las prácticas anteriores.

Fue así como quiso la providencia que el Núcleo Radio Mil celebrase su Tercera Justa Pozolera en el Lienzo Charro de Constituyentes. Me inclino a creer que charro se deriva de chauch, que en mozárabe andaluz significa jinete. Parece que la voz también inspiró el argentino gaucho. Luego, la charrería es uno de esos deportes que se practican a caballo. Como es mi fatal costumbre, no puedo ser fiel en los detalles, sólo un exaltado reseñista de sentimientos.

Gracias a Dios que mi amigo Eduardo estaba cerca para explicarme las suertes. Si algo tienen de acertadas mis descripciones a él se las debo. Lo errores, son como ya es costumbre, hijos de la razón de las sinrazones de un servidor. La mía es la visión del esteta, no la del experto. Fueron las agudas observaciones de Eduardo Salceda las que me convencieron de que la charrería es un deporte por lo recio, pero también es un arte por lo preciso. Blasco Ibáñez nos acostumbró a la sangre y la arena. Por fortuna vi poca sangre y mucha arena. El ruedo recuerda el de las corridas de toros. La manga estaba inhabilitada por un templete de cimbra donde varios cantantes subieron a lo suyo.

Las suertes charras alcanzan el número de diez. La primera, el desfile de los equipos. Un estandarte de cuero acompaña a varios caballos. Corceles son pinceles en un lienzo de arena. Los pintores son los jinetes, su trazo se percibe como movimiento; efímera pintura que no quiere ser perenne. Son las formas de la geometría del espacio en un espacio sin tiempo.

Cala de caballo. Para mostrar la obediencia del corcel, nada mejor que hacerlo recorrer el terreno justo para calarlo. Músculos bien entrenados, crin sedosa, cuerpo noble y siempre dispuesto a la montura.

La escaramuza de las mozas. Los encuentros y desencuentros comienzan en círculos y terminan en rectas que en orden preestablecido, jamás se encuentran. Todo un himno a la precisión. Indispensable el traje de Adelita o de charra. Si así fueran las escaramuzas de la guerra, la política internacional sería miel sobre hojuelas. El porte es toda una lección de elegancia.

Piales en el lienzo. Lazado de las patas de yegua. Los jinetes hacen suertes con la reata, círculos, óvalos y parábolas; los entendidos les llaman resortes, arcadas, espejos. El lazo entonces se apresta para el remate de rodada, la máscara o bigotona; o el desdén. No sé si se terminó chorreando alrededor de los cuadriles; pero seguro que no fue con los tirones de la muerte ni con el ahorcado. El caso es que en el momento conveniente, se arrojó el ineludible lazo. Fuste quemado es el aroma del ruedo. La juventud, lozanía y musculatura desbocadas son una impresión grata para el ojo sereno. El cuerpo que se mueve es un cuerpo hermoso. Galope recio y fatal caída.

Manganas. Inmisericorde lazado de las patas de un corcel. Me tocó ver varios derribos. Contemplar esta suerte me llevó a entender un curioso mexicanismo. Cuando alguien se tropieza y se cae, exclamamos “¡Riata!” Por extensión, cuando alguien se precipita aun sea en forma metafórica, también decimos “¡Riata!” El jinete que laza las patas delanteras del potro con la reata con el fin de derribarlo, lo explica todo. “¡Riata!” Desgraciado cuaco.

Jineteo de toro. A pelo, el charro monta un toro hasta que al final es derribado. Juro por Dios y por María Santísima que he visto aquí una excelente metáfora de la vida misma. ¿Cómo hará un verdadero descreído para jurar con tal de que los demás le crean?

Jineteo a pelo de yegua. He creído ver aquí una metáfora que me dice que es más fácil domar yeguas que otro tipo de hembras.

Extrañamos el coleadero, que desde la propia montura consiste en jalar la cola del toro con el fin de derribarlo.

Aunque parezca increíble, tampoco se mostró la terna en el lienzo, cosa que extraña pues es ésta la suerte más antigua de la charrería. Se trata de lazar a un toro con recia reata de la cabeza y de las patas y a continuación abatirlo. Es seguro que para los más conservadores a una charreada sin terna en el lienzo le falta algo, y quizá alguno sostenga que no se trata de una verdadera charreada. ¡Derecho de antigüedad, pues!

El paso de la muerte. Vi cómo se derribaba el jinete en su audaz intento por conseguir lo imposible. Saltar de una montura a otra, ambas a pleno galope. Polvareda de por medio, la vida es de los audaces, pero la muerte suele aguardar a los temerarios.

Quién sabe por qué, un charro se puso de pie en la silla de su corcel, e intentó hacer suertes con la reata. Fue increíble que al final de la justa se invitase a veintidós de la concurrencia a un breve partido de balompié. Hasta porterías de metal se montaron. Mi amigo no se aguantó las ganas, y saltó al ruedo. Yo literalmente miraba los toros desde la barrera, porque los organizadores de la charreada tuvieron a bien soltar un intempestivo bovino a los incautos jugadores. Mi amigo improvisó un capote con su chamarra. Los pitones estuvieron muy cerca de todos, y los cabezazos y embestidas del toro no pudieron faltar.

¿Qué tan mexicano es ser charro? ¿Qué tan charro es el mexicano? El traje de charro consiste en pantalón, chaparreras, botines, espuelas, camisa, saco, y sombrero de ala ancha. A veces el conjunto incluye brocados de plata. A continuación, la música. Un canoro mariachi, traje de charro, los bronces despiertos, una cantante vernácula de nombre Mariana montada en noble rocín, y uno que otro varón de cuyo nombre no quiero acordarme. Los bronces del mariachi, las trompetas, siempre me hacen pensar en esa canción que en voz de Jorge Negrete se ha hecho característica de México, Aunque lo quieran o no:

Y aunque lo quieran o no
ser charro es ser mexicano
sencillo, valiente y sano
franco de a carta cabal.

Para que un mariachi sea un verdadero mariachi debe incluir los bronces de las trompetas. Sin embargo, esto no siempre fue así. Dicen los que saben que fue Emilio Azcárraga Vidaurreta, fundador de la estación de radio XEW quien dotó de trompeta al mariachi. ¡Claro!, para que el conjunto luciese mejor en las transmisiones radiofónicas.

¿Qué tan verdaderamente mexicano es el chocolate, el maíz, el aguacate, el quelite, el chile y el guajolote? Eduardo y su madre me invitan un sabroso y mexicanísimo pozole: caldo de maíz, carne maciza, orégano, chile piquín, tortillas en tostadas, aguacates y sal. Un refresco acompañó el almuerzo, y un trago de mezcal aguardentoso nos terminó de quitar la sed.

Todavía tuve tiempo de deleitarme con la vista de una que otra belleza humana. Los sombreros vaqueros y de charra, las botas y botines, las faldas largas o en su defecto el pantalón de mezclilla son indispensables entre las jóvenes en este tipo de espectáculos.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Oración indispensable (revisada)

Padredawkins* o Dawkinsnuestro

Enrique Arias Valencia

Dawkins ateo que estás en las ciencias.
Memetizado sea tu nombre.
Venga tu ingenio.
Hágase la voluntad de la naturaleza
así en las plantas como en los animales.
El gen nuestro favorable dánosle hoy,

para la lucha por la existencia
de cada día.
No perdones nuestras creencias
así como nosotros no perdonamos
aquellas que a la razón más ofenden.
No nos dejes caer en la religión,
y líbranos de Dios,
en un santiamén.


Juro que fue el Espíritu de la Naturaleza quien me inspiró en revelación darwinista la línea que se refiere a la lucha por la existencia y la supervivencia del más apto. EAV

Gracias sean dadas a San Atilio, quien en batalla escolástica batió una herejía que se había trasminado en el texto del Evangelio.

* Título sugerido por Manuel. Doy Fe.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Oración indispensable

Enrique Arias Valencia

Dawkins ateo que estás en la ciencia.
Memetizado sea tu nombre.
Venga tu ingenio.
Hágase la voluntad de la naturaleza
así en las plantas como en los animales.
El gen nuestro favorable dánosle hoy.
Perdona nuestras creencias
así como nosotros perdonamos
tu agnosticismo.
No nos dejes caer en la religión,
y líbranos de Dios,
en un santiamén.

martes, 1 de septiembre de 2009