martes, 26 de agosto de 2008

Lo que me distingue

Enrique Arias Valencia

¿Existe Dios? A decir verdad, por las pruebas que tengo frente a mí, pareciera ser que no. El argumento del famoso ateo Fernando G. Toledo consiste en sostener que Dios es un absurdo lógico, y dado que los absurdos lógicos carecen de esencia, por tanto, Dios no tiene esencia. Mi punto de vista es diametralmente opuesto, y se basa en afirmar que el mundo es pasmosamente absurdo, y por consiguiente Dios no existe. En consecuencia, nuestros puntos de vista son irreconciliables, y por eso toda comunicación entre el señor Toledo y yo es imposible sin graves roces.
Si yo admitiese la tesis de Fernando G. Toledo que consiste en asegurar que los absurdos no existen, entonces yo llegaría a la conclusión de que el mundo no existe, en vista de que el mundo es absurdo. Si Fernando admitiese mi tesis que dice que el mundo es absurdo, también tendría que admitir que el mundo no existe, porque su planteamiento consiste en que los absurdos no existen.
¿Qué tan absurdo es el mundo? En México los políticos de izquierda están siempre dispuestos a apoyar el aborto como un derecho de la mujer. Supongamos que es un inocente el niño que reposa en el vientre de aquella que no quiere ser madre. Si se aborta, ¿se sacrificaría la vida de un inocente? Ahora, si no es un inocente aquel que reposa en el vientre materno; entonces, ¿qué es?
Estos mismos políticos de izquierda se oponen a la pena de muerte de secuestradores. ¡Oh, sí, en este caso la vida es tan valiosa! Por tanto, según esto, hay que mantener con vida, pagándoles los alimentos, el alojamiento y hasta la capacitación para el trabajo a hombres que definitivamente no tienen nada de inocentes; en tanto que hay personas tan diminutas que ni siquiera deberían tener derecho legal de ser reconocidas como tales. ¿Quién tiene derecho a la vida y quién no tiene tal derecho? La verdad, si me diesen a escoger entre tener de vecino a un nuevo bebé o un secuestrador vivo, yo me quedaría con el primero, digan lo que digan los políticos de izquierda.
A mí me parece que en todo este asunto el problema está en que el bebé no tiene todavía el dinero para sobornar a un juez, y así salvar su vida, en tanto que un secuestrador sí puede tener esa ventaja, y por eso el aborto es legal y la vida de un secuestrador es siempre valiosísima.
Si el mundo no es absurdo, Dios existe y estamos salvados.

6 comentarios:

maxcourrech dijo...

Comentario de maxcourrech

Detecto varios absurdos en tu argumentación:

1.- Dios contiene todo, incluso al absurdo, porque si el ansurdo fuera ajeno a Dios entonces Dios no es absoluto y deja de ser Dios.

2.- Me parece absurdo que ustedes esten alegando que Dios sea absurdo cuando muchos están viendo si Dios ha muerto o no, lo cual a todas luces es un absurdo.

3.- Me parece absurdo que te digas de izquierda y luego los critiques, aunque comparto tus criticas, sobre todo cuando defiendes el derecho a la vida de un bebé y no defiendes tato a los delincuentes, aunque falta precisar lo que en realidad es un bebé y lo que en realidad es un delincuente.

4.- Es absurdo que tomen en serio a los politicos y lo que dictaminan o hacen, porque ellos son los mas absurdos de la sociedad entera. Deberíamos empezar por renunciar al absurdo de la sociedad y su estructura, incluyendo al concepto de Dios (que por lo demás es una idea fundamental que hay que reivindicar) y crear un renacimiento del ideal absurdo de la edad de oro en la que todo es absurdo y sin embargo nada es absurdo, lo cual parece ser un absurdo pero no lo es.

Este comentario es muy absurdo y por ello no acepta criticas, porque sería absurdo.

Enrique Arias Valencia dijo...

En resumen: un mundo donde es más valiosa la vida de un secuestrador que la de un feto, es absurdo, y cualquier réplica racional secularista y de izquierda a este planteamiento, sólo es un ingenioso pretexto para no reconocer que la verdad está disociada de la realidad. Por tanto, no es la lógica lo que impera en este mundo, sino el absurdo.

Barullo dijo...

absurdo

Sin sentido o falso. Según Schopenhauer, Kierkegaard, Sartre y otros escritores, el mundo (o, por lo menos, la vida humana) es absurdo y por lo tanto no se puede dar cuenta del mismo en términos racionales. Consecuentemente estos escritores no pueden ayudarnos a comprender la realidad, y menos aún enfrentarnos con ella de un modo eficaz. Además su tesis es absurda ya que la absurdidad sólo puede predicarse de los símbolos o las ideas, pero nunca de objetos concretos como el mundo.

Arias:
Hay un blog que posiblemente te interese. Es de un Nietzcheano, pero mantiene la visión de que el mundo (o llamalo realidad) es caótico, pero en ello está lo bueno de la aventura de la vida.
Creo que algunos artículos te van a gustar. El tipo también es ateo (de hecho, escribió el libro Hijos sin Dios), pero no militante y ni siquiera con la misma posición filosófica que Fernando.
100 volando

Enrique Arias Valencia dijo...

Gracias, Barullo, mira que ya lo miro.

Salvador Núñez dijo...

Lo absurdo también existe, pero no tiene explicación.
Dios no es un absurdo, es un "casi imposible".
El universo tiene 3,600´000,000 y dentro de esos millones de años es probable que existan civilizaciones superiores a la nuestra, y que esa superioridad sea humillante para nosotros...Sin embargo eso no es Dios, solo estaríamos hablando de seres superiores, y por ende lejanos a nuestra "imagen y semejanza"

Para mi el problema filosófico de Dios está en su definición. Si uno establece un paralelo entre Dios y el Universo, es decir, lo convierte en su sinónimo, entonces Dios si existe. Si uno define a Dios como a un ser juez cruel y perfecto entonces Dios no existe. Como último ejemplo, si uno dice que Dios puede tener miles de definiciones entonces Dios será un mutante por los siglos de los siglos hasta el aburrimiento.

Saludos y adelante.

Enrique Arias Valencia dijo...

Excelente observación, Salvador.