viernes, 18 de junio de 2010

Obertura Solemne 2012

Enrique Arias Valencia

Para Jaime Prieto, en fraternal amistad

Una retirada a tiempo es una victoria.
Napoleón Bonaparte

Los chicos New Age quieren vendernos un 2012 edulcorado por una supuesta profecía maya. En vez de seguirles el juego, desgarremos el velo de maya y gocemos con un bicentenario por adelantado sobre uno de los años más violentos de la historia del mundo, y la cuenta la paga Napoleón.

1812 fue un año encendido por una verdadera Guerra Mundial. Veamos: el 9 de enero, Valencia se rinde al mariscal del imperio francés, Louis Gabriel Suchet. Por tal acto, recibió el título de Duque de la Albufera, de parte de José Bonaparte o Pepe Botella, como le llamaban sus forzados súbditos.

Por otra parte, las huestes anglo-portuguesas asedian al ejército francés en la batalla de Badajoz. No olvidemos que en América todos los virreinatos arden de ideas independentistas. Es el tiempo de La Aurora de Chile y del nacimiento de la bandera argentina. Pareciera que hasta la madre tierra fuese sabedora de los acontecimientos, y un terremoto sacude Caracas. Al Norte, el 18 de junio, Estados Unidos declara la guerra al Reino Unido.

En una acción temeraria, Napoleón abre un segundo frente y comienza la campaña de Rusia. El 23 de julio estalla la guerra de independencia española. El 18 de agosto los británicos invaden Estados Unidos. La residencia del presidente arde en medio de la metralla. Algún día, para reparar los daños, será pintada de níveos tonos: tal es el origen de la Casa Blanca.

El 3 de septiembre es el Combate de la Retaguardia en Argentina. Después será el fin del Primer Triunvirato y el nacimiento del Segundo. El 7 del mismo mes, Napoleón aplasta a las fuerzas rusas en la Batalla de Borodino. El 2 de noviembre Simón Bolívar dará a conocer sus planes libertarios de Venezuela y Colombia.

Napoleón era responsable de varias de estas guerras. Tras saber que España había sido invadida por tropas francesas en 1808, los habitantes de los virreinatos americanos desconocieron al nuevo rey de la Península, José Bonaparte. Por ejemplo, en México, el cura Don Miguel Hidalgo y Costilla lanzó en 1810 el Grito de Dolores con estas palabras:

¡Viva la Virgen de Guadalupe!
¡Abajo el mal gobierno!
¡Viva Fernando VII!


El mal gobierno, era, por supuesto, el de Pepe Botella, hermano mayor del emperador Napoleón Bonaparte. Por lo tanto, podemos asegurar que la campaña napoleónica tuvo efectos en la América española. Ya muerto Hidalgo, la estafeta beligerante fue tomada por Don José María Morelos. El 19 de febrero de 1812 comenzó uno de los episodios más gloriosos de la guerra de independencia de México. Los españoles sitiaron la ciudad de Cuautla, y ésta resistió setenta y dos días.

En pleno sitio, eran tres mil efectivos de Morelos contra un formidable ejército de siete mil españoles. La madrugada del 2 de mayo de 1812, tras varios episodios de asedio y batallas, ninguno de los dos contendientes podía imponerse al otro. Los civiles habían sido evacuados para evitar su sacrificio inútil. Los soldados de Morelos padecían hambre y enfermedades. Los del español Calleja, eran consumidos por el tedio y las riñas, que se sucedían aún entre los altos mandos. A punto de desfallecer, Calleja mandó una carta al virrey avisándole que desistiría el sitio. Los insurgentes también estaban exhaustos; más de la mitad del ejército era víctima de una epidemia.

Aprovechando que los soldados españoles dormían, la tropa de Morelos comenzó a abandonar la ciudad de Cuautla. Tardaron menos de cuatro horas en desalojar la plaza. Fueron descubiertos por tropas de refresco de los españoles, quienes trataron de impedir la retirada de los insurgentes. Tras dos horas de lucha, el ejército de Morelos logró huir.

¿Fue una victoria española o mexicana? Es difícil de contestar. El sitio de Cuautla le costó el puesto a Calleja; por su parte, Morelos perdió dicha ciudad. Contrastes: en 1814, Calleja fue nombrado virrey. Morelos daría la vida por su patria en 1815.

Dicen las malas lenguas que al enterarse de la estrategia de Don José María Morelos desplegada durante el sitio de Cuautla, Napoleón exclamó: “Con dos Morelos y yo, conquistaría el mundo”. Sea o no cierto lo anterior. el 16 de septiembre de 1812, el emperador francés hubo de enfrentar el sitio y el incendio de Moscú, y ver cómo su campaña rusa se precipitaba en la catástrofe. Más de medio millón de hombres fueron incapaces de derrotar a la feroz resistencia del invierno ruso. En 1812 no sólo Napoleón abrió dos frentes de guerra. El Reino Unido libraba batallas en Europa y América.

En medio de tanta sangre, no está de más observar que el Reino Unido y Portugal son los únicos países europeos que nunca se han declarado la guerra.

¿Fueron las guerras napoleónicas ofensivas o defensivas? ¿Se defendía Francia de los enemigos de la revolución? ¿Eran únicamente los rancios monarcas absolutos quienes resistían la ofensiva del revolucionario Bonaparte? ¿Estaba el mundo preparado para ilustrarse con las ideas de libertad, igualdad y fraternidad? ¿Quién peleaba por los derechos del hombre y del ciudadano?

A pesar de la infatigable fanfarria de Tchaikovski, fue así como, un solo hombre, Napoleón, era el responsable directo e indirecto de que todo el mundo estuviese en guerra en 1812. De cumplirse el sueño napoleónico, Europa, buena parte de Asia y los virreinatos americanos hubiesen sido aliados del imperio francés, y el código napoleónico regiría en varios lugares del Orbe.

Por cierto que estas reflexiones nacieron al enterarme de la victoria de México sobre Francia con dos goles de dudosa factura durante este emocionante Mundial de Futbol, batalla deportiva que prefiero a las guerras sin sentido que siempre se han librado en esta verde, verde Tierra.

4 comentarios:

Minerva dijo...

Hola Enrique
Me encantó tu aporte y como lo relacionaste con éste hecho deportivo, el cual considero bueno pero es tan solo una victoria deportiva. Creo que el mexicano no está acostumbrado a ganar.
Un abrazo.

Enrique Arias Valencia dijo...

Hola, Minerva.

¡Un abrazo para ti también!

Jack Astron dijo...

Hola Enrique: muy entretenida e interesante reseña.

Nadie vaticinó los acontecimientos que marcaron 1812, y de la misma forma, nadie puede adivinar lo que ocurrirá durante 2012, con o sin calendarios antiguos a la mano.

Esperemos que sea un buen año para la humanidad, libre de guerras sin sentido, tal como dices.

¡Saludos!

Enrique Arias Valencia dijo...

¡Hola, Jack!

¡Esperemos que lo que le atribuyen a los mayas esté equivocado, y que triunfe la cordura!

¡Je je je!