domingo, 15 de agosto de 2010

La magia de las canciones de juventud

Enrique Arias Valencia

Si el pensamiento es tu destino, ofrécele lo mejor, lo más divino.
Nietzsche

Érase que se era una Eva futura. La idea original es del escritor Auguste Villiers de L'Isle-Adam, quien imaginó a Edison como el inventor de una autómata que tendría todo el atractivo de la mujer sin los inconvenientes del ser humano natural. No debería hacer aquí un análisis de lo equivocado que estaba Villiers de L'Isle-Adam al creer que las mujeres podían tener algún defecto; sino antes hacer eco de lo acertado de su visión futurista sobre lo que podrían hacer las máquinas.

Por ejemplo, las máquinas ya saben cantar. No lo hacen tan bien como los seres humanos, pero están aprendiendo muy rápido. ¡Yo creo que primero entenderán la máquinas el arte, aun antes que nuestros gobernantes!

A continuación les presento una máquina que canta una canción de mi amado Mahler ya con cierta emoción. Conozco gente que no se dio cuenta de que cantaba una computadora, por lo que si la prueba de Turing hubiese incluido un apartado estético, la máquina ya lo hubiese pasado. Ya hay, pues, artistas artificiales que cantan incluso mejor que varios cantantes de moda.





Este domingo he estado en la Sala Nezahualcóyotl para escuchar la serie de canciones conocida como El cuerno mágico del doncel, y Urlicht, la pieza anterior, forma parte tanto de este ciclo vocal, como de la Segunda sinfonía.

Ahora bien, “Donde resuenan las brillantes trompetas” fue la primera pieza vocal que escuché, una tarde soleada de mi lejana adolescencia. Antecedía el track de la Primera sinfonía en un disco de la Enciclopedia Salvat de los grandes compositores, grabación que escuché varias veces en el ático del Templo de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, hogar del entonces sacristán Juan Alejandro López Calzada.

¿Qué es el arte? Acabo de leer que Heidegger sostiene que “el arte es la fijación de la verdad que se establece en la forma”. Yo, el peor de los filósofos, tengo para el día de hoy la que quizá sea la peor respuesta para esta pregunta que Heidegger contesta con esmero en El origen de la obra de arte.

El arte es aquello que habla directamente de nuestras vivencias, a veces con pasmosa identidad. En el siglo XIX los poetas Arnim y Brentano recopilaron una serie de poesías populares alemanas. Las piezas hablan de lo que nos pasa a todos, y nos regresan al mundo real. Así, una de las líneas de “Leyenda del Rin” dice: “¿De qué sirve una amada, si mañana no estará?” Pregunta que me hace saber que la sabiduría popular y yo tenemos mucho en común, si bien yo no soy un hombre popular, aunque eso es de lo más común.

¿De qué sirve que la mujer no tenga defectos, si es en función de su perfección que es capaz de abandonarnos? Yo tuve una pareja tan inteligente que tan pronto le resulté aburrido, se deshizo de mí. Luego, ésta es la pertinencia de la Eva futura, de Auguste Villiers de L'Isle-Adam.

Para los inconformes, la función del arte debe ser redimirnos de la vida que llevamos. Incluso, la fuerza del poeta es capaz de iluminar y transformar nuestra existencia con aquello que tenemos: el pensamiento. La purificación de las pasiones es la serenidad de la contemplación de una obra perfecta en su contenido y plena de mensaje. Esto me lleva a la “Canción del prisionero en la torre”


Los pensamientos son libres,
¿Quién podría adivinarlos?
Pasan tan veloces
Cual nocturnas sombras.
No hay hombre que pueda conocerlos,
No hay cazador que pueda derribarlos,
Pues siempre así será,
Los pensamientos son libres.*

Y en vista de que el tema es la libertad, para la Eva de la Nueva Era de la tecnología, propongo que su diseño sea parte del software libre. ¿Sueno demasiado cínico? La vida debe atemperarse con bromas, para que la risa no nos abandone, a pesar de que la búsqueda de la felicidad, aunque sea mandato constitucional de al menos una nación, sea un fracaso. Canta así el prisionero:

Y pues tanto te lamentas,
Yo renuncio al amor,
Y si de valor me armo,
Nada entonces me será tormento.
Y así en mi corazón
Siempre risas, siempre bromas,
Pues siempre así será,
Los pensamientos son libres.

¡Mis pensamientos son mordaces! ¡Les aseguro que San Antonio me dio hoy un sermón! ¿Y de qué sirven los sermones, aunque me fascinen? Aun a mis amigos los peces:

El sermón les ha gustado,
Mas igual que antes se conservan.

Blasfemar es imposible. Si eres creyente, tu insulto no puede importunar a Dios, quien trasciende todo. Y si no eres creyente, no hay nadie que reciba la blasfemia. Luego, sólo el prójimo creyente puede ofenderse con una blasfemia.

“Consuelo en la desgracia”. ¿Quién me acompañará a cabalgar? Por el momento, a pie, sólo el niño arriero, que apresta a Alondra. Libre por un instante, puedo galopar por el bosque. Al niño le daré una buena propina. A Lísida, la recordaré toda la vida.

Montaré mi caballo
Y de vino fresco beberé una copa,
Y por mi barba haré juramento:
Ser eternamente fiel a ti.

La Eva del porvenir está muy cerca, pues la fuerza de la imaginación puede traerla a la vida, aun para pesimistas como yo. Tal es la deslumbrante respuesta que podemos brindar cuando nos pregunten: “¿A quién se le ocurrió esta cancioncilla?”

La sinfonía de Schumann que escuché hoy también es catarsis. La dejaré en abstracto.

Por cierto, en el epígrafe cité de memoria a Nietzsche...

***

*Todas las citas de El cuerno mágico del doncel de este ensayito están tomadas del Programa de Lujo del Ciclo Gustav Mahler I que comparto con ustedes gracias a Internet.

Asistí el 8 de agosto del presente.

Temporada de verano 2010
Ciclo Gustav Mahler I

Sexto programa
Agosto 5, 7 y 8
Jueves: In memoriam Jorge Velazco (1943-2003)
Sábado: dedicado a la Facultad de Derecho
Domingo: dedicado al Instituto de Geografía
Carlos Miguel Prieto, director
Gustav Mahler (1860-1911)

Des Knaben Wunderhorn (El cuerno mágico del doncel) (42’)
1. Revelge (barítono)
2. Rheinlegendchen (mezzosoprano)
3. Trost im Unglück (barítono)
4. Verlor’ne Müh (mezzosoprano)
5. Der Schildwache Nachtlied (barítono)
6. Das irdische Leben (mezzosoprano)
7. Lied der Verfolgte im Turm (barítono)
8. Wer hat dies Liedlein erdacht? (mezzosoprano)
9. Des Antonius von Padua Fischpredigt (barítono)
10. Wo die schönen Trompetten blasen (mezzosoprano)
11. Lob des hohen Verstandes (barítono)
12. Urlicht (mezzosoprano)
13. Der Tamboursg’sell (barítono)

Barbara Dever, mezzosoprano
Jorge Lagunes, barítono

Intermedio

Robert Schumann (1810-1856)
Sinfonía no 3 en mi bemol mayor op. 97, Renana
1. Lebhaft
2. Scherzo. Sehr mäßig
3. Nicht schell
4. Feierlich
5. Lebhaft

2 comentarios:

Jack Astron dijo...

¡Hola Enrique!

Espero que estés bien.

Si hay algo que me resisto a creer, es que puedas resultar aburrido.

Un abrazo.

Enrique Arias Valencia dijo...

Hola, Jack. Tus palabras son un verdadero aliento fresco que exhorta a seguir adelante.

¡Gracias y un gran abrazo!