sábado, 15 de octubre de 2011

Capilla de San Martín, en Tlayacapan



Filigrana viva, Dios desconocido

6 comentarios:

Manuel dijo...

Hola Enrique. he estado alejado de los blogs durante dos meses. Tras leer tu ensayo "Diablo, carne y mundo" me he puesto a meditar. Lo primero es sobre la falta de sonrisa verdadera en el cristianismo. No imagino a Jesús bromeando, siendo feliz con su amigos. Lo segundo es sobre todo lo que cuentas de Sor Juana Inés de la Cruz. No conocía su faceta defensora de la dignidad de la mujer. Lo tercero es sobre la maravillosa historia de La Mulata de Córdoba. Bienaventurado Pablo Moncayo por musicalizar tan hermosa historia.
Un abrazo.

Enrique Arias Valencia dijo...

Manuel: tu visita siempre me alegra el corazón. Gracias por tus tres gracias.

soy... dijo...

No tomo la idea.

Enrique Arias Valencia dijo...

Soy: es sobre el post anterior.

Darwin Bruno dijo...

Bonita imagen.

Enrique Arias Valencia dijo...

¡Gracias, Darwin!