Manifiesto contra el monopolio moral
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No existe el pecado original, ni el mandato divino, ni el imperativo
categórico. No hay nada sagrado. Nunca ha habido una edad de oro ni habrá
un fin de ...
Hace 1 semana.
6 comentarios:
Hola Enrique. he estado alejado de los blogs durante dos meses. Tras leer tu ensayo "Diablo, carne y mundo" me he puesto a meditar. Lo primero es sobre la falta de sonrisa verdadera en el cristianismo. No imagino a Jesús bromeando, siendo feliz con su amigos. Lo segundo es sobre todo lo que cuentas de Sor Juana Inés de la Cruz. No conocía su faceta defensora de la dignidad de la mujer. Lo tercero es sobre la maravillosa historia de La Mulata de Córdoba. Bienaventurado Pablo Moncayo por musicalizar tan hermosa historia.
Un abrazo.
Manuel: tu visita siempre me alegra el corazón. Gracias por tus tres gracias.
No tomo la idea.
Soy: es sobre el post anterior.
Bonita imagen.
¡Gracias, Darwin!
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