Como muchos jacobinos, Richard Dawkins dice que los gestos religiosos deberían reservarse al ámbito privado, y nada de que los niños aprendan dichos gestos de parte nuestra. Yo tengo una duda. ¿Estoy o no rindiéndole culto a esta escultura? ¿Se trata de la imagen de un dios, un ídolo o una obra de arte? ¿Puedo rendirle culto al arte? ¿Deberían los niños aprender mi amor por las imágenes? ¿Hay alguien a quien adorar? ¿No será que una imagen artística vale más que un vano silogismo?
Enrique Arias Valencia
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