martes, 7 de septiembre de 2010

Crítica del designio manifiesto

Enrique Arias Valencia

Para Fernando G. Toledo, en lo que le soy deudor al materialismo filosófico en el presente trabajo. Los tropezones, seguro son míos.




¿Qué es la ciencia? Sea Universo a mundo y éste a Cosmos. La ciencia es un modelo del Universo. Es, por tanto, una descripción del mundo. Al ser un modelo, éste debe someterse siempre a revisión. La ciencia es en consecuencia, una explicación provisional del Cosmos, y como tal, no puede presentarse como una obra definitiva. Uno de los máximos logros de la ciencia es que cuenta con un aparato crítico que le permite autocorregirse, y así avanzar en su saber.

A partir de lo anterior: ¿Puede la ciencia pronunciarse en forma definitiva y concluyente acerca de la existencia de Dios? En vista de lo presentado, la respuesta debe ser no. Pues la ciencia, al ser una descripción del mundo, no puede pronunciarse en definitiva sobre asunto alguno. Lo único que puede es construir hipótesis, desarrollar un experimento que las confirme o descarte, y elaborar una ley o principio con base en lo planteado y observado.

En sana congruencia con lo anterior, el archifamoso ateo Richard Dawkins, en El espejismo de Dios, al considerar un espectro de probabilidades de la admisión de la existencia de Dios, desde el grado 1° “fuertemente teísta” hasta el grado 7° “fuertemente ateo”, no puede sino admitirse como un agnóstico 6°, pues la ciencia hasta ahí alcanza: “Probablemente Dios no exista, así que deja de preocuparte y disfruta la vida”:

“Yo me cuento a mí mismo en la categoría 6, pero inclinado a la 7—soy agnóstico sólo hasta el punto de que no soy agnóstico sobre la existencia de hadas en el fondo del jardín”.


Dawkins se queja de que la religión frecuentemente pisa el terreno de la ciencia. Pero, ¿qué pasa cuando la ciencia pisa el terreno de la filosofía? Esto empieza a parecerse al recorrimiento de Polonia tras la Segunda Guerra Mundial. Alemania le cede terreno a Polonia para que ésta le ceda parte del suyo a la URSS. Es ya una curiosa tradición que los aficionados a la divulgación científica tenemos que leer cosas como esta:

Paul Davies (1984): “El vacío es el milagroso cuerno de la abundancia de energía en la naturaleza. En principio no hay límite a la cantidad de energía que puede autogenerarse por la expansión inflacionaria. Es un resultado revolucionario en total desacuerdo con la vieja tradición secular de que «nada puede surgir de la nada», una creencia que data al menos de tiempos de Parménides, en el siglo V a. de C. La idea de una creación a partir de la nada pertenecía, hasta recientemente sólo al reino de la religión. Los cristianos han creído desde hace mucho tiempo que Dios creó el universo de la nada, pero la posibilidad de que toda la materia y la energía cósmicas aparezcan espontáneamente como resultado de un proceso puramente físico hubiera sido considerado como algo absolutamente insostenible por los científicos de hace sólo una década” [p. 207].

Brian Greene (1999): “Agujero negro sin masa. En la teoría de cuerdas, un tipo especial de agujero negro que puede tener inicialmente una gran masa, pero que se vuelve cada vez más ligero a medida que una porción de Calabi-Yau del espacio se contrae. Cuando esa porción de espacio se ha contraído hasta convertirse en un punto, el agujero negro ha perdido la masa que inicialmente tenía y ya no tiene nada de masa. En este estado, no manifiesta las propiedades habituales del agujero negro, como es el poseer un horizonte de sucesos” [p. 352].

Stephen Hawking (2010): “Dado que existe una ley como la de la gravedad, el Universo pudo y se creó de la nada. La creación espontánea es la razón de que haya algo en lugar de nada, es la razón por la que existe el Universo, de que existamos” [citado en la Web].

Gracias a Davies con la nada hemos topado. Un inesperado chapuzón metafísico en el terreno científico. No será el único, pues el planteamiento de Greene está relacionado con la teoría del Big Bang, la cual sostiene que el Universo comenzó a existir a partir de la nada. Carl Sagan y Stephen Hawking son dos destacadísimos promotores de este planteamiento.

Tras 26 años de lecturas de divulgación de física teórica podemos advertir un patrón en los libros de dicha corriente, una serie de temas que, con ciertas variaciones, se repite como un bajo continuo:

a) El Universo comenzó a partir de la nada. Ésta es la teoría del Big Bang.
b) Hay una partícula indivisible. Los candidatos han sido los átomos, los quarks, y más recientemente, las supercuerdas.
c) Debería haber una teoría que explicara el comportamiento de todo el Universo. Einstein la buscó, pero fue incapaz de conciliar gravedad y cuántica. Desde entonces, han llovido muchas GTU: gran teoría unificada. La más reciente es la teoría de cuerdas/teoría M, la cual, en palabras de Greene:

“Sin duda, el logro de una comprensión total de la teoría de cuerdas/teoría M requerirá un largo y duro trabajo, así como una dosis igual de ingenuidad.

A cada paso que daban por el camino emprendido, los especialistas en teoría de cuerdas han buscado y continuarán buscando consecuencias de la teoría que se puedan observar experimentalmente. No debemos perder de vista las posibilidades remotas de hallar pruebas que confirmen la teoría de cuerdas, tal como se explicó en el capítulo 9. Además, a medida que profundicemos en nuestros conocimientos, habrá sin duda otros raros procesos o aspectos de la teoría de cuerdas que sugerirán otros procedimientos experimentales indirectos” [p. 326].


A partir del párrafo anterior, la exposición de Greene es densa en subjuntivos, que si bien son válidos en ciencia para construir las hipótesis, suenan muy extraños en una teoría que pretende explicar todo el comportamiento del Universo. Por lo tanto, lo que Greene admite es que la teoría M no ha tenido verificación experimental.

Hace varios siglos, con un sencillo argumento la filosofía sacó la tarjeta roja a Dios porque pretendió crear el mundo a partir de la nada. ¿Por qué habríamos de permitirle a la ciencia la misma osadía? ¿Es tan difícil de entender con Lucrecio que “De la nada, nada/¡Ni alguna cosa hacerse de la nada,/Confirman mis probados argumentos!?”:

Ninguna cosa nace de la nada;
No puede hacerlo la divina esencia:
Aunque reprime a todos los mortales
El miedo de manera que se inclinan
A creer producidas por los dioses
Muchas cosas del cielo y de la tierra,
Por no llegar a comprender sus causas.


La ciencia, quizá sabedora de nuestra enemistad, no puede sino dejar de pedir la desaparición de su enemiga. Varias veces mi gobierno ha querido deshacerse de la matrícula de filosofía. ¿Cómo enfrentar críticamente el mundo, sin las herramientas para ello?

¿Podemos prepararnos a criticar un libro que aún no hemos leído? Stephen Hawking y Leonard Mlodinow, en su nuevo trabajo The great design rescatan y actualizan muchas de las ideas expuestas arriba: un Universo basado en la teoría M, (y por lo tanto en una maravillosa hipótesis, que no teoría), con un Big Bang que supuestamente descarta a Dios como creador del Universo, pero que hace eco fantasmal de la Creatio ex nihilo, y que pretende desterrar a la filosofía para erigir a la ciencia como discurso hegemónico del mundo. ¡Que Dios nos libre de que sea sólo la ciencia quien nos dirija!

¿Cómo enfrentar las hegemonías? Por mi formación irracionalista, no tengo sino una propuesta defectuosa: no debería privar un árbitro de los discursos, sino que bien podríamos admitir que la búsqueda la estamos haciendo entre todos, y este ensayo es mi contribución a dicha idea.

Alguna vez Kant se preguntó si la metafísica podría presentarse como ciencia. Hoy volteamos la tortilla y nos preguntamos: cuando la ciencia plantea “Porque existe la gravedad, el Cosmos puede crearse por sí mismo?” [Hawking, 2010], ¿puede presentarse la ciencia como metafísica? Y esto, sin que la ciencia misma lo advierta. Algo podemos empezar a hacer, por lo menos a muy pequeña escala. En casa, podemos reemplazar la palabra “nada” del Big Bang por “singularidad”. En El universo elegante de Brian Greene se usa muy poco la expresión “nada”, aunque Greene ni siquiera advierte su carácter paradójico en la definición que citamos del agujero negro sin masa. ¿No sería apasionante que a los filósofos se nos permitiese especular con tan curiosa definición? Ahora bien: a la “teoría de cuerdas/teoría M” podemos llamarla “hipótesis M”. Es poquísimo, lo sé; pero algo es algo, dijo el calvo Diablo, y se tocó tres cabellos.

Cuando la ciencia no puede criticarse deja de ser ciencia y se convierte en dogma.

Si tuviésemos que considerar Todo lo que sea verdad de la teoría M, ¿qué quedaría de ella en virtud de su confesa inverificabilidad?

Por eso, si se quiere negar a Dios sin niveles, hay que abandonar la ciencia y atreverse a recorrer los bravos senderos de la filosofía.

Por lo tanto, aquí construyo mi pequeño edificio apoyado en los hombros de gigantes: materialistas, lógicos, ontólogos. Un concepto debe definirse sin contradicciones, pues se excluirían. Los caracteres de Dios son mutuamente excluyentes, y son por consiguiente, contradictorios. Luego, no hay concepto alguno de Dios. Y no necesito de la física de partículas para averiguarlo. Es cuestión de lógica.

***
Mini Bibliografía

Web

Para elaborar este ensayo me fue de mucha utilidad consultar el enlace del Repositorio de Ciencia, que conocí en la hermosa página del Dr. Gen. Clic aquí.


Por supuesto, los magníficos comentaristas de Razón Atea también están presentes.

***
General

Davies, Paul. Superfuerza, Salvat. [Versión original en inglés, 1984]
Greene, Brian, El universo elegante, Drakontos. [Versión original en inglés, 1999]
Hawking, Stephen & Leonard Mlodinow, The great design, 2010.

23 comentarios:

José Luis Ferreira dijo...

"¿qué pasa cuando la ciencia pisa el terreno de la filosofía?"

Si es buena ciencia, pasa que hace avanzar a la filosofía. De hecho, es lo que viene pasando desde el nacimiento de la filosofía. En el sentido que preocupaba a los antiguos griegos podemos decir, creo yo, que toda ciencia es filosofía.

Los científicos, cuando se ponen a opinar e interpretar más allá de lo que dicen los modelos hacen especulaciones que muchos filósofos creerán una invasión de su terreno, pero esto es, en mi opinion, tener un concepto muy pequeño de la filosofía. Por lo menos los buenos científicos hacen sus especulaciones a sabiendas de las limitaciones que impone lo que sí se sabe, lo que no se puede decir de muchos filósofos.

En cuanto a la existencia de dios, lo que propones tiene que ver mucho con el adelanto de las ciencias, que nos han enseñado la necesidad de definir bien y muchas maneras en que podemos estar definiendo mal. De ahí que observar lo mal definida que está cualquier definición de dios al uso sea un avance científico (incluyo la lógica y las matemáticas como ciencias y, por tanto, como parte de la filosofía).

genetticca dijo...

Dime Enrique.
Si dios creó el universo a partir de la nada...a él,quien lo creó? de donde emergió? cuales son los componentes que configuran su matéria?

Desde que la ciencia existe,existe tembién la filosofía, la que nos exponen doctos y sabios y la que particularmente se elabora en cada cerebro humano y que casi siempre muere en el mismo cerebro sin ser expuesta para ser comparada o criticada, compartida o, quien sabe, asimilada.
Evolucionan las ciencias a la par del tiempo, errores y aciertos permiten su avance, pero éstas nunca son exactas, todo en el universo es cambiante, por eso se haci difícil,por no decir imposible,una verdad exacta y concreta.
Se puede deducir, investigar, acertar, pero nunca concluir.

Bueno, ésta es mí mas modesta aportación a ese maravilloso escrito, no se más.

Us fuerte abrazo

Jack Astron dijo...

Hola Enrique.

Algunas consultas y comentarios respecto de tu excelente artículo.

Hace varios siglos, con un sencillo argumento la filosofía sacó la tarjeta roja a Dios porque pretendió crear el mundo a partir de la nada. ¿Por qué habríamos de permitirle a la ciencia la misma osadía?

¿No será la palabra "nada" una sobre simplificación de los divulgadores de la física para facilitar la comunicación de una idea? Porque entiendo que en el LHC todavía están intentando detectar partículas subatómicas relacionadas con la masa, una propiedad de la materia. En otras palabras, parece que nadie tiene bien claro todavía qué es la materia, y de la misma forma, qué es la nada.

La ciencia, quizá sabedora de nuestra enemistad, no puede sino dejar de pedir la desaparición de su enemiga. Varias veces mi gobierno ha querido deshacerse de la matrícula de filosofía. ¿Cómo enfrentar críticamente el mundo, sin las herramientas para ello?

No sabía que la ciencia consideraba a la filosofía como enemiga… Lo que sí veo es a la filosofía defendiendo territorios o áreas de conocimiento contra una especie de invasor, pero no percibo en ese "invasor" una mala intención, sino el legítimo deseo de aproximarse a la verdad. Pero tú debes tener más antecedentes; yo sólo soy un observador aficionado.

¿Podemos prepararnos a criticar un libro … que pretende desterrar a la filosofía para erigir a la ciencia como discurso hegemónico del mundo. ¡Que Dios nos libre de que sea sólo la ciencia quien nos dirija!

Entiendo que el libro sólo postula que Dios no sería necesario desde el punto de vista de la física. Sean Carroll lo explica aquí:

http://www.youtube.com/watch?v=L5ivOsS6_PM

La ciencia no pretende dirigir el mundo. Sólo buscar explicaciones a los fenómenos naturales, explicaciones basadas en evidencia.

Por eso, si se quiere negar a Dios sin niveles, hay que abandonar la ciencia y atreverse a recorrer los bravos senderos de la filosofía.

Es que "negar a Dios" no debiera ser el objetivo, sino encontrar la verdad, sea cual sea.

…Un concepto debe definirse sin contradicciones, pues se excluirían. Los caracteres de Dios son mutuamente excluyentes, y son por consiguiente, contradictorios. Luego, no hay concepto alguno de Dios. Y no necesito de la física de partículas para averiguarlo. Es cuestión de lógica.

Cierto, hay muchas concepciones distintas y contradictorias de Dios. Pero dejemos fuera la omnipotencia, la omnisciencia, su existencia eterna y otras similares (todas ellas inventos de religiones miopes nacidas del miedo a lo desconocido) y quedémonos con lo más básico, con la esencia de Dios. ¿No sería esa esencia la de haber creado nuestro universo?

Ahora, ¿no sería posible que alguna raza de seres súper avanzados hubiese creado el universo que conocemos? Y esos seres podrían haberse extinguido hace miles de millones de años… pero habrían sido los creadores. Serían nuestros "dioses".

Sé que parece una locura (a mi también me lo parece), pero nosotros ya estamos en condiciones de crear "pequeños" agujeros negros en el LHC. Si seguimos progresando sin extinguirnos, quién sabe de qué seremos capaces en el futuro lejano. De hecho me intriga lo que dice Carroll (y ya se lo habíamos escuchado antes a Krauss ¿recuerdas?): ¡no se requiere de energía para crear un universo! Lo hace parecer sencillo, una tarea para el colegio en una civilización súper avanzada :)

Disculpa el largo comentario, pero me fascina el tema, y es estimulante discutirlo con una persona inteligente que no piensa exactamente igual a mí.

(Si pongo esto en Razón Atea me acusarían de indocto :)

Un saludo.

Manuel dijo...

Uf, uf, uf...
Denso, bien articulado y muy interesante artículo. Jack Rational defiende muy bien algunas ideas que yo soy incapaz de explicar.
Particularmente, sólo indico que la ciencia y dios no se rozan ni un poquito. Otra cosa es ciencia y religión.
Yo no concibo la nada, pero el LHC quizá se lo explique a mis nietos.
Un abrazo.

Enrique Arias Valencia dijo...

Hola, José Luis. Dices: “En el sentido que preocupaba a los antiguos griegos podemos decir, creo yo, que toda ciencia es filosofía”.

Respondo: Parafraseando a Sócrates, ¿podemos decir, que toda ciencia que no pueda ser criticada no merece nuestra atención?

La prueba de que no hay un concepto coherente de Dios data de la antigüedad, y se la debemos a Epicuro (Samos, 341 a. C. - Atenas, 270 a. C.): “¿Dios está dispuesto a prevenir la maldad pero no puede? Entonces no es omnipotente”. Así de antigua es la ciencia que necesitamos para saberlo.

Hola, Genetticca. Así es, con toda su omnipotencia, Dios no puede cerrar la causa de los seres.

Hola, Jack. Dices:¿No será la palabra “nada” una sobre simplificación de los divulgadores de la física para facilitar la comunicación de una idea?

Respondo: Pero la comunicación de esa idea viola la conservación de la energía, pues esta última sostiene que la energía no se crea ni se destruye. Además, más adelante tú mismo llegas a admitir que en el Gran Colisionador de Hadrones ya se puede crear materia de la nada.

J: “No sabía que la ciencia consideraba a la filosofía como enemiga…”

R: Quizá se me pasó la mano, pero sé de buena fuente que en libro de Hawking sí se llega a pedir la eliminación de la filosofía. Y digo que se me pasó la mano, porque después de todo hay filósofos que sí admiten el papel “activo” de la nada: Nietzsche, Heidegger, Sartre...

J: “Entiendo que el libro sólo postula que Dios no sería necesario desde el punto de vista de la física. Sean Carroll lo explica...”

R: Quizá cuando la ciencia unifique todas las fuerzas de la naturaleza, también se unifiquen la ciencia y la filosofía en tanto que ontología. ¿Te imaginas?

J: Es que “negar a Dios” no debiera ser el objetivo, sino encontrar la verdad, sea cual sea.

R: ¿Es el objetivo de la ciencia encontrar la verdad o presentar un modelo provisional que nos explique el comportamiento del Universo?

J: Ahora, ¿no sería posible que alguna raza de seres súper avanzados hubiese creado el universo que conocemos? Y esos seres podrían haberse extinguido hace miles de millones de años… pero habrían sido los creadores. Serían nuestros “dioses”.

R: Más bien serían nuestros creadores, pero yo no les agradecería el que me hubiesen creado, y ellos no se podrían enterar, pues ya estarían muertos. Además: ¿quién o qué los creó a ellos?

J: Disculpa el largo comentario, pero me fascina el tema...

R: A mí también me fascina el tema, y por eso te contesto, y me alegra que escribas. No creo que haya “indoctos”, sólo hay buscadores de la verdad, y todos llevamos un ritmo distinto.

Manuel: Me encantó tu comentario. Tengo una gran duda, y es si pudieras ver si te parece que llevo razón en aquel asunto de Mahler y Bizet.

Vaya: y debo confesar que hoy he escuchado el segundo movimiento de la Sexta sinfonía de Mahler y es ahí donde encontré el melisma también, y no en la Quinta como puse en el post. He actualizado con base en esta corrección. El tema de la Danza bohemia se escucha con toda claridad en la voz de los violines en el 4:58-5:04 de esta grabación, aunque ya era citado por las maderas y las cuerdas durante varios compases antes. Incluso, a mí me parece que la vigorosa entrada del timbal está inspirada en el ritmo de la introducción en maderas y síncopas de las cuerdas de la Danza bohemia; pero sé que eso ya es una mera especulación… Sin embargo, en la Cuarta, como la escuché en vivo, seguro que sí está como dije originalmente en “España como madre del mundo”.

¡Clic aquí por favor!

Amigos: si me tardo en contestarles es porque no tengo Internet en casa.

Jack Astron dijo...

Enrique:

Un comentario sobre la "nada". En la conferencia 'A Universe From Nothing', de Lawrence Krauss, disponible en:

http://www.youtube.com/watch?v=7ImvlS8PLIo

En el minuto 00:20:05 dice (si lo traduje bien):

La "nada" dejó de ser la nada en Física. Debido a las leyes de la mecánica cuántica y relatividad especial, en escalas extremadamente pequeñas, la "nada" es realmente una hirviente y burbujeante infusión de partículas virtuales que aparecen y desaparecen en una escala de tiempo tan corta, que no alcanzamos a verlas.

Más adelante afirma que en la nada hay muchísima más energía que en las estrellas, así que no es raro que algo grande pueda surgir de ahí.

Una locura, pero como bien sabes, el mundo subatómico no se comporta de acuerdo a nuestra intuición.

Saludos.

Enrique Arias Valencia dijo...

Hola, Jack.

No es una locura, más bien quizá aún no hemos encontrado las palabras adecuadas para referirnos a lo que Atilio (y otros físicos) llama vacuum.

Jack: fíjate en esto: en toda la historia de la humanidad nunca se había presentado esta oportunidad. Por primera vez podemos intercambiar ideas personas que casi nada tenemos en común: irracionalistas, racionalistas, fisicalistas, etcétera.

Quizá deberíamos aprender las correcciones que los racionalistas nos hacen. A muchas de ellas, yo no las encuentro descabelladas. Claro que falta que aprendamos a discutirlo con más tacto.

Encontré en mi ensayo muchas abstracciones. Tomé "ciencia" como una generalidad. No todos los científico han aceptado la hipótesis M. Eso es importante destacarlo.

Me ha agradado mucho tu traducción del minuto 00:20:05.

Lola - Aprendiz dijo...

Hola Enrique, he tenido que leerte rápido, no dispongo de buena red, el roaming me arruina je,y este texto necesita reflexión, hasta pronto.

Jack Astron dijo...

Enrique

Lo que dices acerca de la posibilidad de intercambiar ideas entre personas que pensamos de forma distinta, y de hacerlo con tacto, me parece muy sabio. Trataré de no olvidarlo.

Atilio dijo...

Amigo Arias:

Yo no veo donde están los problemas que supuestamente, por el tono a veces sombrío que utilizas, existirían respecto de la ciencia y sus teorías.

Todo lo que dices es correcto y, sin embargo y sorprendentemente, sacas las conclusiones erradas.

Para comenzar, no hay ningún problema en que la ciencia y los científicos hagan filosofía. Así como que tampoco los filósofos revisen si quieren las teorías científicas.

Efectivamente "singularidad" equivale a nada y, es cierto también, la ciencia reclama lo que se no se le otorga a los sostenedores de dios.

Lo único que olvidaste en todo tu comentario es que la ciencia es una expresión que representa una montaña gigantesca de pruebas, datos, observaciones, experimentaciones y repeticiones que confirman predicciones cuyo significado son las famosas teorías y leyes.

Tu pareces olvidar ese pequeño detalle equiparando las teorías científicas a los ensueños místicos de las religiones y las fantasías de hombres barbudos de la edad de bronce.

Y la cuestión se complica pues, en el caso de la teoría M, nos encontramos con todas las violaciones del pensamiento clásico que la teoría cuántica trae consigo y y que dan calambres y retorcijones intestinales a los filósofos. Con el problema añadido que es la teoría científica más verificada y la más precisa de la historia.

Es una falsa equivalencia la que propones entre la ciencia y las creencias religiosas.

En lo que tienes mucha razón es cuando dices que ambas son modelos explicativos de la realidad.
Como dice Hawking: "la ciencia va a ganar simplemente porque funciona".

Atilio dijo...

Jack:

"No sabía que la ciencia consideraba a la filosofía como enemiga…".

Pues no lo hace. En general, los científicos como Hawking se burlan de los filósofos con muy pocas excepciones: Dennett, Bolstrom, etc.
Luego de los teólogos, son los que más han sufrido a causa de ver sus grandes sistemas arruinados por una mera observación.

Y los únicos filósofos que están en contra de los científicos son aquellos que defienden las creencias religiosas y los poquísimos que construyen sistemas completos en la vana esperanza de tener una "teoría del todo" filosófica (una cosmovisión).

Jack Astron dijo...

Atilio, gracias por la aclaración.

Los seres humanos tendemos a aferrarnos a lo que aprendemos en nuestra juventud, y nos resistimos a cambiar. Quizás exista alguna ventaja evolutiva ancestral que justifica ese rasgo, pero en esta época de cambios vertiginosos, parece ser una desventaja.

Muchos de quienes han estudiado filosofía, teología o ciencias intentan defender sus posiciones a como dé lugar, olvidando que la obcecación nos lleva con casi toda seguridad a persistir en el error, ya que nadie es dueño de la verdad, la cual parece correr en zigzag delante nuestro.

Ojalá todos fuésemos más flexibles, y estuviésemos más dispuestos a aprender de los demás, sin burlas.

Saludos.

Enrique Arias Valencia dijo...

Atilio, azote de Dios y de los filósofos:

Dices: ....por el tono a veces sombrío que utilizas...

Respondo: Reconozco que se me pasó la mano en lo sombrío.

Atilio:...sacas las conclusiones erradas.

Arias: Veamos mis conclusiones erradas.

Atilio: Para comenzar, no hay ningún problema en que la ciencia y los científicos hagan filosofía. Así como que tampoco los filósofos revisen si quieren las teorías científicas.

Arias: Por lo tanto, sigamos revisando, cada uno en su puesto. ¡Y los puestos son intercambiables!

Atilio: Efectivamente "singularidad" equivale a nada...

Arias: Llámenle singularidad, estamos preparados para ese concepto. A veces creo que los divulgadores científicos nos subestiman. ¡Hay cosas que ya pueden ser llamadas por su nombre! Y “nada” es una de ellas, y “singularidad”, también.

Atilio:...y, es cierto también, la ciencia reclama lo que se no se le otorga a los sostenedores de dios.

Arias: Dejemos que los muertos entierren a sus muertos, y a la nada, nada.

Atilio: Lo único que olvidaste en todo tu comentario es que la ciencia es una expresión que representa una montaña gigantesca de pruebas, datos, observaciones, experimentaciones y repeticiones que confirman predicciones cuyo significado son las famosas teorías y leyes.

Arias: Lo único que he hecho es pasar una aspiradora pequeñísima por esa montaña, para aspirar cierto polvo metafísico acumulado: el de la nada. Y en esta tarea les agradezco a los materialistas esa búsqueda de rigor, ausente en mi alma...

Atilio: Tu pareces olvidar ese pequeño detalle equiparando las teorías científicas a los ensueños místicos de las religiones y las fantasías de hombres barbudos de la edad de bronce.

Arias: Hay cosas que todos compartimos. Errar es de humanos.

Atilio: Y la cuestión se complica pues, en el caso de la teoría M, nos encontramos con todas las violaciones del pensamiento clásico que la teoría cuántica trae consigo y que dan calambres y retorcijones intestinales a los filósofos. Con el problema añadido que es la teoría científica más verificada y la más precisa de la historia.

Arias: Hay filósofos a los que no les dan calambres por el uso de “la nada” en una teoría científica. Nietzsche es un nihilista de principio a fin (por ahí comenté sus intuiciones, que según mi parecer, anticipan la cuántica. Clic aquí.) Heidegger sostiene que “la nada nadea”. Y en Oriente los budistas ven a la nada como una fuente creativa de meditación. Yo tengo mis particulares simpatías por la nada, pero curiosamente el concepto que admito de “nada” creo se parece más a la de los materialistas que a la de Nietzsche.

Atilio: Es una falsa equivalencia la que propones entre la ciencia y las creencias religiosas.

Arias: Un poquitín exagerado lo que hice y un poquitín exagerada tu frase.

Atilio: En lo que tienes mucha razón es cuando dices que ambas son modelos explicativos de la realidad.
Como dice Hawking: "la ciencia va a ganar simplemente porque funciona".

Arias: Y ya ves que José Luis Ferreira sostiene que cuando la ciencia es acertada, es filosofía: “Toda ciencia es filosofía” porque entonces se trata de amor al conocimiento.

JACK RATIONAL dice: “Los seres humanos tendemos a aferrarnos a lo que aprendemos en nuestra juventud...”

Respondo: Y pues bué: yo soy a la filosofía lo que Elizabeth Taylor es al matrimonio. ¡Je je je! Lo que quiero decir es que yo no estoy muy comprometido con mis ideas, sino más bien con mis sensaciones...

Atilio dijo...

Arias:

No tengo ganas de polemizar contigo, sobre todo porque tu postura tendrá elementos de tipo estético y emocional y yo pasaré como un maligno ultracientificista incapaz de comprender la condición humana.
Y eso, para ser franco, me desilusiona y aburre un poco.

Estoy a punto de terminar el libro de Hawking y debo decir que hay muy poco de novedoso y al mismo tiempo una claridad admirable que justifica el trabajo.
En mi opinión hay un solo concepto nuevo que es de la mayor importancia.
Se trata de postular una postura filosófica/científica llamada realismo modelo/dependiente.
Según esta postura, la realidad es solo perceptible a partir de modelos explicativos científicos confirmados o que serán confirmados en un futuro visible. entonces, el universo no necesita de la hipótesis de dios, como dijo Laplace hace 200 años.
Eso es lo que no es novedoso.
Lo que es novedoso es la formalización de tal resignación, la que hace que nuestra concepción de la realidad sea siempre a partir de algún modelo y no por vía directa.
Es el elefante en la habitación y armoniza, no solo distintos sectores de la física como la relatividad y la cuántica, sino todos los sectores de la ciencia, incluyendo la neurología que ya nos había mostrado cómo el cerebro construye tales modelos.

Recomiendo el libro.

Enrique Arias Valencia dijo...

Hola, Atilio.

1) Mándame la reseña que hagas del libro.

2) ¿Puedes admitir la resignación científica a la que te refieres? ¿Ésta es porque podemos ver que la ciencia es un modelo del mundo, y por lo tanto la resignación consiste en que nos damos cuenta de que el mapa nunca le será completamente fiel al territorio?

3) Un favor. Si tienes la versión electrónica del libro, con la opción de búsqueda, ¿puedes decirme cuántas veces aparece “la nada” en el libro?

4) En esta página nunca aparecerás como un maligno ultracientista.

5) ¿Admitirías que el realismo modelo/dependiente es una postura que busca enlazar filosofía y ciencia? ¿Qué tan acertado crees que está José Luis Ferreira cuando afirma “En el sentido que preocupaba a los antiguos griegos podemos decir, creo yo, que toda ciencia es filosofía.”?

6) Desde mi punto de vista, y hasta donde puedo ver, el realismo modelo/dependiente es una manera de hacer filosófica la capacidad de elaborar hipótesis con la que trabaja la ciencia. Las hipótesis son modelos en los que se establece una dependencia con “la naturaleza”, esto es, el objeto a observar. Con las conclusiones elaboraríamos el realismo, intuido en el modelo.

¡Salud e inquieta alegría!

Atilio dijo...

1) Escribiré la reseña para el blog de Dr Gen y te mandaré una copia.

2)Es la resignación, como bien dices, a no ser capaces de tener una relación directa y simple con el mundo. Elegí el término resignación porque la ciencia está más cercana al empirismo que cualquier otra postura filosófica. Estrictamente hablando no hay resignación pues en la ciencia no hay expectativas o no deberías haber.

3) No creo que el término aparezca muchas veces. Es mencionado en relación al principio de Lucrecio pero "vacuum" es mucho más usado pues, como aclaré en otro br, la nada no existe pero el vacuum si y, si bien no hay materia detectable en el mismo hay mucha actividad energética: partículas virtuales, quantum jitters, campos, libertad asymptótica, etc.

4) Gracias. No aparezcas tu como un esteta excesivamente frágil.

5) Totalmente de acuerdo con José Luis Ferreira. Más aún, no comprendo la obsesión de ciertos aprendices de brujos filosóficos en decir que esto es filosofía y esto no lo es, que aquello no debe ser dicho por un científico pues es filosofía y que deben quedarse dentro del dominio de su ciencia (que me pregunto cual es al fin, habida cuenta que en los últimos 300 años los científicos no han parado de teorizar), etc.
Si los científicos pensasen así estaríamos todavía tratando de controlar al fuego por simple trial and error. Teorizar, imaginar, crear modelos, tanto matemáticos como conceptuales, elaborar teorías y revisar anticipadamente su corrección por vía de deducciones e inducciones lógicas, pensar en definitiva, es la actividad intelectual humana más común. Como pueden los filósofos reclamar exclusividad de tal cosa? Es escandaloso, es estúpido y es risueño por su tentativa reglamentación burocrática tercermundista.
El libro de Hawking no tiene complejos. Como dije en el otro bar, es pura filosofía que está COMPLETAMENTE justificada por ciencia conocida.

6) Hay que ir al inicio del proceso.
El ser humano tiene, como casi todas formas de vida, sus mecanismos de detección del mundo, su capacidad de procesamiento de datos obtenidos y, porque es una forma de vida "superior", capacidad de análisis de distintas opciones para proceder. Además de una enorme cantidad de programación automática.
El espectro electromagnético es enorme pero lo que nuestros ojos pueden detectar es el equivalente de dos centímetros y medio en una línea imaginara que va de New York a Los Ángeles, es decir, insignificante.
Cual es la realidad entonces? No es lo que podemos ver como esta pequeña información ilustra claramente.
Porqué podemos ver solo eso?
Porque el sol irradia la mayor cantidad de su electromagnetismo, es decir luz, en esa frecuencia.

El realismo modelo/dependiente es la manera natural de conocer el mundo. Nuestro cerebro ha evolucionado para tal fin. así como nuestros órganos. Y también nuestra capacidad de pensar al respecto.
Es el triunfo del positivismo, del fisicalismo, del realismo, del cientificismo, del reduccionismo y del emergentismo (pero no de aquel que cree que las emergencias existen per se). La metafísica no sería algo existente sino parte de los modelos que creamos para comprender el mundo.
Nadie nunca podrá saber de primera mano en que consiste el mundo. Solo podremos hacer modelos representativos del mismo que funcionan de acuerdo a la observación, experimentación y repetición. Las leyes de la naturaleza son partes de esos modelos.
Realismo está allí para indicar que el mundo externo y "real" existe.
Modelo/dependiente está allí para indicar que nuestra capacidad de comprensión de tal mundo es indirecta y falible.

Enrique Arias Valencia dijo...

Hola, Lola. Un abrazo desde mi plaza.

genetticca dijo...

Me ha encantado vuestra disertación,he aprendido mucho de ella, sobre todo me ha encantado la dignidad y la elegancia con la que habeís dialogado.todo un placer.

besos a todos

Atilio dijo...

Gracias Genetticca.

Besos de vueltas.

Jack Astron dijo...

Gracias genetticca.

Una forta abraçada.

Enrique Arias Valencia dijo...

Gracias, Genetticca.

Juanele dijo...

muy buen artículo, Enrique. La ciencia, en especial la mecánica cuántica, suele tocar la puerta de la filosofía cuando llega al punto de plantearse qué es exactamente la realidad que está intentando describir. En mecánica cuántica, el problema del entrelazamiento y del colapso de la función de onda, son la punta de lanza del contacto inevitable que hay con la consciencia... y nada está claro en este aspecto hasta el día de hoy

Enrique Arias Valencia dijo...

Hola, Juanele.

Indispensable tu comentario.

Luego, al tratar con la materia fundamental esta investigación plantea el problema de la consciencia y entonces la física teórica se dirige a las especulaciones filosóficas.

¿Conoces ya la teoría M?

¡Salud e inquieta alegría!