jueves, 30 de diciembre de 2010

Ensayo sobre la depresión

Enrique Arias Valencia

Si bien mi depresión es cuando mucho, cuestionable, no me uní a Neuróticos Anónimos porque niego que puedan efectuarse el segundo y el tercero de los Doce Pasos Sugeridos de N.A.:

2. Llegamos al convencimiento de que sólo un Poder Superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio.

3. Decidimos poner nuestra voluntad y nuestras vidas al cuidado de Dios tal como nosotros lo concebimos.

Incluso, se me ocurre pensar que si Dios existiese, yo no estaría deprimido. Pero Dios no existe. Por eso, niego que haya un Poder Superior que pueda devolverme el sano juicio, y no hay por tanto, un Dios tal que pueda cuidarme o hacer algo por mí. Y aunque Dios me ha abandonado, sé que no estoy solo en esto.

En vista de que Dios no existe, decidí buscar ayuda con otras personas, que sí existen. Una excelente apreciación sobre el origen de la depresión, lo encontré en Biomanantial, y dice así:

“La raíz fundamental de la depresión crónica es un estilo de vida donde ha existido, durante un periodo prolongado de tiempo, una sensación de encerramiento, lo que quiere decir que el individuo no se ha podido realizar, que no hace o no ha logrado concretar lo que verdaderamente ama; la persona no se siente libre ni satisfecha de ser lo es. El centro del problema que alimenta la depresión radica principalmente en no saber qué hacer para realizar los anhelos más hondos y sinceros del corazón”.(1)

En su artículo, Laura Garcés apunta varias fases, rebeldía, resignación y soledad. La cura sugerida por la autora aparece en la segunda parte del artículo, y tiene que ver con lo que yo llamo El Verdadero Esoterismo, y que simplemente consiste en dos pasos, ya esbozados arriba: buscar la solución dentro de uno mismo y ponernos a hacer algo para realizarnos como personas.

La verdad, más que ponerme en manos de Dios, me gusta más hacer caso de la sensatez, y efectuar cambios desde dentro para después proyectarlos en mi mundo está todavía dentro de mis posibilidades humanas y por consiguiente siempre será más provechoso que esperar a que los dioses bajen a solucionar mis problemas.

Un descubrimiento mío sobre este asunto consiste en observar con cuidado dónde y cómo se presenta la depresión. Cuando la analizo con cuidado, ésta tiende a descomponerse en partes más simples. Una de ellas es un pensamiento de preocupación por algo que sucedió en el pasado o podría suceder en el futuro, pero nunca por lo que sucede en el presente. La otra parte son sentimientos encontrados: la dicha de saber que Dios no existe, y el pesar de saber que Dios no existe. En mi caso, sólo es sensato hacerle caso a la dicha, pues es la que, por experiencia y reflexión es real.

Espero que cada quien encuentre la cura que más le convenga.

(1) http://saludnatural.biomanantial.com/inteligencia_emocional/depresion-rebeldia-resignacion-y-soledad-2/

5 comentarios:

Jack Astron dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jack Astron dijo...

Hola Enrique,

Me parece que contar abiertamente este problema es una señal de gran valentía de la que poca gente es capaz, y que además puede ayudarte a superarlo, como sinceramente espero que ocurra.

Como dices, preocuparse menos del pasado y del futuro pero más del presente debiera ayudar. También se debieran rechazar de inmediato los pensamientos negativos, reemplazándolos por otros que nos hagan sentir bien.

Ojalá que la llegada del nuevo año te traiga nuevos proyectos, éxitos personales y profesionales.

Un abrazo.

Enrique Arias Valencia dijo...

Hola,Jack.

¡Feliz año nuevo!

Anónimo dijo...

Hola, muchacho.Si me lo permites opino que tú no estás deprimido. Podrás estar triste, desanimado,pero no deprimido.

El deprimido no hace nada, No se levanta de la cama, no come, no duerme, no tiene fuerzas ni para pensar que algún día saldrá de esa. No hace más que pensar en la muerte y en acabar con tanto sufrimiento. Se habla de la depresión con demasiada frivolidad. Cuando alguien ha visto a un verdadera deprimido sabe que es la muerte en vida.

Buenas noticias, un deprimido no escribe como tú lo haces. Y por cierto, muy bonito el relato de la bebé y el viaje para volver a verla.

Saludos.

Susie.

Enrique Arias Valencia dijo...

Hola, Susie. :)

¡Tienes toda la razón!

¡Gracias por compartir tu punto de vista, que me ayuda a ver la vida con ojos más claros y precisos!

¡Tu discurso destaca por su claridad y distinción!

¡Muy feliz año nuevo, y qué bueno que te gustó mi búsqueda de la bebé!