sábado, 28 de noviembre de 2009

Sor Juana y Aragón

Fragmento de San Pedro Nolasco, de Sor Juana Inés de la Cruz

Enrique Arias Valencia

El proyecto estético de sor Juana consistía en una obra de arte que abarcase todos los temas, todas las naciones del imperio español, todo el conocimiento.

En uno de sus poemas menciona al Reino de Aragón, con ocasión de la fiesta de San Pedro Nolasco, fundador de los redentores de la Orden de Nuestra Señora de la Merced. Comerciante activo en Valencia, Pedro Nolasco habría nacido en Barcelona o en el Mas Santas Puellas, cercano a Carcasona (Languedoc), alrededor de 1180. Si bien en su poema sor Juana sostiene que dicho santo era francés,* las alusiones a Aragón se deben en primer lugar, a las labores de Nolasco a favor de los cautivos de Valencia. En segundo lugar, a que fue el rey Jaime I de Aragón quien consintió la fundación de la Orden de Pedro. Y por último, a que fue el obispo de Barcelona quien le dio la instrucción canónica. Por lo tanto, la vida de Nolasco estuvo indisolublemente ligada a Aragón.

La orden de los mercedarios tuvo un importante papel en México. En forma amorosa y discreta, los colores de Aragón pueden verse en el Templo de Nuestra Señora de la Merced, en la calle de Arcos de Belén, en el Distrito Federal. Ahí, en el altar está un escudo con los colores amarillo y rojo. Durante cerca de diez años, mi familia vivió en la misma manzana donde se aloja el templo, de arioso altar barroco. Sin olvidar el enorme convento que dio nombre a todo un barrio de la ciudad novohispana: el Convento de la Merced, en el corazón de la ciudad. Hasta uno de los más concurridos mercados se llama así: La Merced.

Durante el barroco los villancicos se cantaban en cualquier época del año, no sólo en navidad.

Reproducimos aquí un fragmento del parágrafo 234 de los Villancicos de San Pedro Nolasco de 1677. No está de más señalar el detalle de que el escudo de los mercedarios luce las famosas barras gules y oro que se asocian con Aragón y Barcelona. La primera vez que un servidor vio esos símbolos era un partido de balompié televisado. Fue mi hermano quien me explicó los caracteres del Barça.

Sor Juana hace eco del célebre estandarte. El amable lector disculpará que yo confiese con cinismo sincopado que en las lineas de sor Juana encuentro mucho de la pasión futbolística: hay gloria, celebración, una flamante escuadra, triunfo y hasta lo que hoy identificamos con las barras del Barça, con un futbolista francés jugando en sus filas. Por lo tanto, sor Juana tenía bien presente el Reino de Aragón en su obra poética, verdadera Inundación Castálida.


En la Mansión inmortal
donde no habita la pena,
que es toda de gloria llena,
Jerusalén celestial
ya libres de todo mal
los espíritus gloriosos
todos celebran gozosos
de Pedro el triunfo feliz
que unió la francesa lis
a las barras de Aragón;
entre tan santo escuadrón
él muestra más bizarría,
por ser hijo de María.


Sor Juana Inés de la Cruz, a 1677

*Susie en Vida Natural ha hecho este interesantísimo descubrimiento: "En los tiempos de sor Juana Inés de la Cruz el territorio donde nació San Pedro Nolasco era francés pero no cuando nació el santo que era de la corona de Aragón, por lo tanto sería un santo aragonés o catalán, si se quiere".

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