glosada por Enrique Arias Valencia
¿Volverán las carmíneas buganvilias
a trenzarse en corona deslumbrante
y, de nuevo al ceñirse ahí en tu frente
sonriendo florearán?
Y, las aves tan canoras, ¿se atreverán a regresar?
De tu canción en mi mente ya rebelde,
y de nuevo a la mañana nívea, aun más dichosas,
sus trinos entonarán.
Sin embargo, rendidas por lo seco,
las buganvilias y las aves
despedidas por tu desdén justiciero
ambas, ¡no retornarán!
Todas las generaciones están mal, excepto la mía
-
Una vez, cuando yo estaba en la prepa, el mojigato que nos daba las clases
de “formación humana y cristiana” se aventó *un despotrique como de una
hora ...
Hace 1 semana.
7 comentarios:
Hola, yo de chica alucinaba con el poema de Bécquer. saludos.
Hola, Minerva, y en vista de que eres admiradora del gran poeta español, me interesa mucho saber qué te ha parecido mi glosa.
Mientras tanto,recibe de mi corazón una rosa...
¡Oh! ¡Que bello! La recibo con gusto. Me gustó mucho lo que escribiste. Gracias por la rosa.
Un abrazo.
ah! este no lo entendí....¿ me lo explicás?
un abrazo argentíno
Norita
Arrepiente, pues has pecado.
Contrición, aflicción y angustia,
aves, trinos y flores mustias
por aquel desdén, corazón pesado.
Arrepiente, pues has errado,
canciones de aves y flores bellas,
estarán, como siempre han estado
no lo ves?, la que se ha ido es ella.
Ktarsis: Atilio lo ha explicado de una manera excelente. Una vez, cuando salimos, a Lísida le hice una corona de buganvilias y también vi un ave misteriosa en su comedor.
Después, cuando Lísida se fue, en el poema creí que esos personajes se habían ido: aves y flores.
El padre Atilio me enmienda la plana, y sostiene que ellos no se han ido, quien se retiró fue Lísida, y por eso dice que me equivoqué en el poema.
Un abrazo a ambos
Minerva: Es un placer departir contigo.
Publicar un comentario