martes, 10 de noviembre de 2009

En referencia al Ejemplo XXXV de El Conde Lucanor

Enrique Arias Valencia

Para Atilio en el Reino Unido
y para Susie en España,
pues en ambos está visto
que saben reír con una guasa,
dando el continente, por el contenido.


Confróntese este eixemplo de El Conde Lucanor con la reflexión que Douglas Hofstadter hace sobre la película gala La mujer del panadero, en Yo soy un extraño bucle* a propósito de la analogía vertida en los ambigüos comentarios y actos que el bonachón Aimable tiene a bien realizar cuando su esposa regresa de una aventura infiel, situación que coincidió con las andanzas de una pobre gata. Por cierto, yo no vi esa película, pero pude advertir el paralelo entre los actos del mozo musulmán del ejemplo hispano y los del panadero francés. La que sí vi fue una cinta mexicana, La tigresa, con un argumento isomorfo con los anteriores. En esta última versión, la historia se desarrolla en una hacienda de la ciudad de Cuernavaca, y el sencillo marido es Pedro Armendáriz, quien al final se revelará como un sombrerudo empistolao. La actriz era María Félix, quien se daba al papel de mujer orgullosa, en vez de simplemente brava y fuerte, como en el Ejemplo XXXV o de infiel, como la esposa de Aimable. Asimismo, esta peli mexicana se basó en un cuento de B. Traven, de la Canasta de cuentos mexicanos. ¿Qué tan mexicanos son esos cuentos?



El isomorfismo: en todos los casos, un marido de apariencia pacífica recurría a animales para ejemplificar la posible suerte de su mujer. Hay un refrán que ilustra este isomorfismo: "Te lo digo puerta, para que lo entiendas tú ventana". Por cierto que creo que yo nunca he sido tan insensato como para decírselo a una puerta, con tal de que lo entienda la ventana, pues ni la primera oye ni la segunda entiende. Luego, tampoco le hago caso a la gente que da este tipo de consejos. ¿Me creerá el lector?

Como soy un hombre muy impresionable, estoy seguro de que si alguno de los varones se hubiese valido de un tomate, la mujer de aquella historia no se hubiese impresionado con los actos del marido, y tendríamos un final completamente distinto a todos estos ejemplos.

También me parece que en Canasta de cuentos mexicanos se prueba que un caballo tiene más hunekers* que todos los animales que lo precedieron en su sacrificio; e indudablemente, todos ellos alcanzan más hunekers que un tomate. En todas las historias, la mujer, al salvar la vida tras advertir la didáctica metáfora, demuestra tener unos 100 hunekers (el promedio de un ser humano). En vista de su proceder, ¿cuántos ostentará el marido? ¡Todo un bucle extraño, sin duda!

"Hemos observado una y otra vez cómo las analogías y los mapeados dan lugar a significados nuevos que se superponen a los originales. Hemos visto también que hasta los significados primarios dependen de mapeados tácitos, con lo que, en definitiva, todos los significados dependen de alguna clase de mapeado, lo que equivale a decir que todo significado depende de una analogía".***


En el caso que nos ocupa la analogía es "suerte del animal" como "posible destino de la mujer brava". De cómo me llegué a interesar en todo este enredo, creo que las cosas comenzaron cuando el perfumista Eduardo Salceda un día me invitó a ver a la Félix (como el gato o mejor aún, gata). Por eso, cuando algunos meses después estaba leyendo "La ambigüedad latente en los comentarios del panadero", de Hofstadter, sin haber visto la película a la que aludía, yo tenía la rara sensación de que ya había sido testigo de la historia que Hostadter pormenorizaba, y pude prever el final. ¡No era un Déjà vu, era un bucle extraño! Y a continuación le platiqué al periodista Ricardo Ortiz las cuitas de Aimable y fue entonces que Ricardo me hizo saber que había una historia análoga en el Ejemplo XXXV de El Conde Lucanor. Lo leí de inmediato, y por su interés en los bucles, lo incluí en este blog. De la obra de Hofstadter me enamoré a segunda vista (la primera fue con Gödel, Escher, Bach).

Mi Tocayo, el señor Rojas leyó el borrador de este comentario, y a Ricardo y a mí nos comentó que esta historia, con una variación muy enredada, también está en La fierecilla domada, de Shakespeare. El autor inglés no sólo incluyó la historia principal, sino que añadió el detalle de que algunos personajes humanos fingían ser otros personajes humanos. ¡Hay un sueño al principio, como en La vida es sueño! Rojas abundó sobre la versión cinematográfica, dirigida por Franco Zeffirelli y estelarizada por Richard Burton en el papel del marido domador y Elizabeth Taylor como la fiera Catalina. Finalmente, también me he llegado a enterar de que Alejando Casona actualizó el ejemplo de Lucanor en el Entremés del mancebo que casó con mujer brava; esta última una obra que de la que no he visto ni leído el más mínimo fragmento, y que en consecuencia, en términos de honradez y buena educación no debería yo de comentar siquiera, porque ¿cómo voy a hablar de lo que no he visto? ¿Acaso el lector me creería capaz de semejante cosa?

* Douglas Hofstadter, Yo soy un extraño bucle, ¿Por qué un fragmento de materia es capaz de pensar en sí mismo?, Barcelona, Tusquets, pp. 194-195.
** Humorística unidad de medida de la cantidad de "alma" de un ser viviente. Un mosquito tiene 0.00000001 hunekers, en tanto que una mujer brava ostenta orgullosa más o menos 100. El nombre hace referencia al crítico musical James Huneker (1857 - 1921), quien escribió el prólogo para la edición de Schirmer de los Estudios de Federico Chopin. En su prefacio al Étude 11 en La menor, Op. 25, Viento invernal, Huneker observó que "Quienes no posean un alma grande, no importa lo ágiles que sean sus dedos, deberán abstenerse de tocarlos". De esta grave advertencia Hofstadter derivó la aguda idea del huneker como estándar de almidad.
*** Íbid, p. 201.

5 comentarios:

Dyas dijo...

Te contesto en tu blog al post que dejaste en el mío.
Pues sí, Äriastóteles, la ciudad es la
"Muy Noble y Más Leal ciudad de San Roque, donde reside la de Gibraltar", como reza en su escudo.
Y por supuesto que era yo quien rezaba el Santo Rosario cuando la tormenta derribó el techo del quiosco de enfrente de mi casa. Bueno, yo y mi familia, como ya cuento y salvo mi padre, que era "un poquito ateo".
Y ya es casualidad que tú fundaras ese pueblo de juguete, imaginario...!!

LOLA dijo...

Gracias a ti he retrocedido gratamente en el tiepo, a mi época de colegiala y a esas grandes enseñanzas del Conde Lucanor, uno de mis favoritos !!!

Lola Cienfuegos

Enrique Arias Valencia dijo...

Hola, Lola.

¡Genial, en serio!

Atilio dijo...

Ya he dicho en el pasado que te puedes ganar la vida muy bien con comentarios como este, muy bien escrito, lleno de información y buen humor. Se parece a Hofstadter.

Te recomiendo la lectura de una obra generosa y oscura escrita por Dennett y Hofstadter en 1981. Se llama "The Mind´s I" y consiste en textos de los autores y muchos otros (Borges,Turing, Dawkins, etc.) seguidos de reflexiones escritas por los autores de manera alternada y conjunta.

Enrique Arias Valencia dijo...

Hola, Atilio. Que tus palabras sean proféticas.