Glosa sobre unos versos de Luis Alposta
Enrique Arias valencia
Oceanida: Gracias por compartir tus excelentes versos. Espero me permitas hacer una variación sobre tu trabajo poético. Una glosa, pues, como se acostumbraba en el barroco
En mi alma un ápice, un pico
mi pequeñez desmesurada aviso.
Estoy a la orilla del océano cósmico.
Entender me es muy sencillo.
el nacimiento del desplazamiento,
de la idea su principio.
¿Puedo así tornarme a la indiferencia?
De mí mismo a imagen y semejanza
He forjado mi propia conciencia.
Soy la voz que predica en el desierto.
Y en tanto el eco de mi voz
se acompase al Universo,
perseveraré en mi ser.
***
El poema original
Enrique Arias valencia
Oceanida: Gracias por compartir tus excelentes versos. Espero me permitas hacer una variación sobre tu trabajo poético. Una glosa, pues, como se acostumbraba en el barroco
En mi alma un ápice, un pico
mi pequeñez desmesurada aviso.
Estoy a la orilla del océano cósmico.
Entender me es muy sencillo.
el nacimiento del desplazamiento,
de la idea su principio.
¿Puedo así tornarme a la indiferencia?
De mí mismo a imagen y semejanza
He forjado mi propia conciencia.
Soy la voz que predica en el desierto.
Y en tanto el eco de mi voz
se acompase al Universo,
perseveraré en mi ser.
***
El poema original
2 comentarios:
Gracias a ti por componer tan bella glosa, tienes la capacidad poeta de fabricar hermosura.
Un beso.
Pd.- Es realmente bonita!
Es un honor que me visites.
Muchas gracias por tus palabras.
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