Sigo creyendo que si para hacer el mundo Dios hubiese sido un poco más humilde, bien habría aceptado la ayuda de, por lo menos un poeta y un músico, y entonces el mundo sería siempre bello y esplendoroso, tan bello y esplendoroso como esta melodía, como esta poesía, como esta dulce voz de niña que prometía mucho, y que al final, como el mundo mismo, como nuestro ausente Dios, no nos dio nada.
Enrique Arias Valencia
Neuromante: El blues del ciberespacio
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Saludos, habitantes de la World Wide Web. Como quizá lo hayan notado si
siguen este humilde blog, he dedicado el presente año casi por completo al
estud...
Hace 2 días.
6 comentarios:
Así es amigo. El dios ausente no nos da nada y sorprendentemente coincide con nuestras esperanzas no correspondidas.
Yo se del tema pues la tarjeta de sonido de mi ordenador falleció hace unos días y por ello no he podido escuchar tus últimos posts.
En este caso recuerdo el vídeo de la pobre ninia cantora precoz y la histeria popular que sin dudas ha hecho de ella una gorda fea fracasada o, espero, algo menos.
El dios en cuestión y mi falta de tiempo confabulan en contra de mi placer auditivo.
Dios no existe.
Hola, Atilio. Las cosas empeoran: no puedo mandar mensajes a Blogger. Veamos si éste sí pasa. Por cierto, tu nueva foto me ha parecido maravillosa.
Gracias Arias.
Hola, Atilio. ¿Has conseguido ya una nueva tarjeta de sonido? Por cierto que tres de los videos que subí son composiciones musicales de nuestro amigo Manuel de Razón atea.
Un abrazo
Durante el día no tengo tiempo ni de respirar.
Sigo sumergido en "El mundo silencioso" (Jaques Cousteau dixit).
Además, siempre pensé que dentro de una CPU había un monito explotado brutalmente o un par de ratitas de laboratorio que no eran sacrificadas pero que eran esclavizadas por los malignos humanos. Y por cobardía nunca la abrí para ver.
Todavía ni miré los precios pero sospecho que es más fácil comprar otro ordenador. Igual tengo que encontrar el tiempo para hacerlo.
Y viendo esas imágenes sólo puedo decir que mis 4 días en Cardiff fueron demasiado poco!
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