sábado, 5 de diciembre de 2009

Aria de la Suite para Orquesta Nr. 3 en Re mayor


Aunque no creo en Dios, Bach hace el milagro.
Enrique Arias Valencia

¡Qué poco se requiere para ser feliz! El sonido de una gaita. – Sin música la vida sería un error. ¡El alemán se imagina a Dios mismo cantando canciones!
Friedrich Nietzsche

10 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué agradable sorpresa! Enrique, esta es una de mis obras favoritas.

¡Muchísimas gracias por seleccionarla! Esta música hace que me conmueva y asomen las lágrimas a mis ojos. Ha sido un momento mágico en este día.

¡Buenas noches y dulces sueños!

Susie

Enrique Arias Valencia dijo...

Hola, Susie. ¡Qué bueno que me has visitado!

¡Te extraño tanto!

Manuel dijo...

Hola Arias. Obra inmensa de un ser humano excepcional.
En mi blog he colgado otra obra imensa:
http://elfiltrodemanuelmillan.blogspot.com/2009/12/la-musica-y-la-muerte-i.html
Gracias.

Enrique Arias Valencia dijo...

Maestro Manuel: la música que invitas a escuchar es divina. Ojalá Susie vea tu comentario y lea y escuche lo que aparece en tu interesante blog.

¡Salud, paz y alegría!

Anónimo dijo...

¡Hola, Enrique y Manuel!

Pues resulta que sí que he visto este enlace y me ha encantado la música. Es para cerrar los ojos y dejarse en las manos de Dios.

¡Te felicito Manuel! Es muy interesante lo que escribes. Y muy bonito el sitio en donde estás sentado. ¡Dan ganas de sentarse allí a leer o a escuchar música!

De allí he pasado a otras páginas y a otros comentarios.

¡Qué cosas! ¿Por qué los ateos no os olvidais de Dios ni por un instante? Ya digo yo que es conmovedor.

No suelo pensar en los ateos, nunca. Y desde luego, no les achacaría los males de este mundo.

¡Saluditos, cariñosos!

Susie.

Enrique Arias Valencia dijo...

Hola, Susie.

A título personal te contesto que me fascina la idea de que existiese un ser infinitamente bueno y omnipotente. ¿Cómo sería un mundo donde tal ser tuviese una actuación efectiva? la idea me llena de fantasías, delusiones y espanto reverencial. Pero sólo es una pseudoidea, después de todo.

¿Te cuento algo? Ayer fui a misa dos veces. Me gustan mucho los edificos barrocos, y las iglesias son los únicos palacios públicos de mi país. Fui a Santo Domingo y a la Catedral. Me puedo sentar, ver pinturas y esculturas llenas de mensajes interesantes, lenguaje plástico comprensible, escuchar un órgano restaurado del Siglo XVIII y oír cuentos bonitos de un mundo superior. ¿Qué más puedo pedir? Por cierto, cuando pasaron la bandejita de la limosna, di unas monedas en agradecimiento. ¡La misa católica es una obra de arte!

Extaño mucho a Papá Dios. Es una lástima que haya muerto y nos haya dejado huérfanos. No obstante, cuando me muera, no quiero ir al Cielo a reunirme con él, pues si me abandonó una vez, podría volverlo a hacer.

¡Salud, paz y alegría! Paz, idea loca, tiempos loquísimos.

Anónimo dijo...

Pues fíjate que yo no voy a misa más que en contadas ocasiones y me gustaría ir más pero me da pereza. Ya fui religiosamente cuando era niña y jovencita y hasta me confesaba si algún día faltaba.

Bueno, si tú crees que ha muerto y nos ha dejado huéfanos, lo siento por tí porque yo veo que vela por mí y me conduce. Pero claro eso o se siente o no se siente. Recuerda las palabras de mi amado Werther: "Nadie me dará los goces que mi corazón...(perdona que no conozca la cita de memoria pero es fácil encontrarla)

Yo creo que no tendría sentido ese mundo que anhelas con una actuación efectiva de Dios. Le encuentro más sentido a este mundo tal como lo tenemos. Un mundo en el que nos podemos mover a voluntad y elegir. ¿Qué mérito tendría que eligiésemos el camino de la virtud viendo a Dios de manera palpable, al alcance de nuestros sentidos? Sería puro egoísmo y fingimiento, tal vez.

En fin, Enrique, me gusta leeros y aprender cosas pero, sinceramente, no corro ningún peligro de que me vaya a convencer de vuestras ideas.

Por otra parte me gusta que el mundo sea diverso, sería horroroso no tener más que un camino a nuestro alcance.

¡Muchos besos!

Susie.

Manuel dijo...

Hola Susi.
Dios está siempre en mi pensamiento porque me considero católico, no de fe pero sí de cultura y religión. Fui bautizado y recibí los sacramentos, lo cual agradezco a mi madre, porque es la mejor madre del mundo y porque considero que, en general, la religión me ha hecho más bien que mal.
Otra cosa es que en la edad adulta nos entre un principio racional que haga bastante absurdos determinados principios de la religión. Comienza con un enfado con dios por no reflejar en el mundo su inmensa misericordia, pero luego sigue con determinados dogmas (la virginidad de María, la santísima trinidad) que acaban resultando como la creencia en los reyes magos.
Al final, considero simplemente que cualquier dios (Odín, Zeus, Mitra, Yavé...) es una convención humana para explicar lo inexplicable y para paliar el temor a la muerte. Pero no hago dogma de ello, es más, creo que quizá somos una pieza de un equilibrio perfecto en el universo y que ese equilibrio está ordenado por alguna causa que se nos escapa.
Soy un agnóstico que ha "experimentado" a dios, pero que considera esa experiencia como un juego neuronal de un febril adolescente. Con 38 años ese supuestoi ser no quiere asomarse en mi mente... y muchas veces lo busco.
Un abrazo y gracias por seguir mi blog. Te invito de corazón a que participes en él.

Enrique Arias Valencia dijo...

Susie dijo: Pues fíjate que yo no voy a misa más que en contadas ocasiones y me gustaría ir más pero me da pereza. Ya fui religiosamente cuando era niña y jovencita y hasta me confesaba si algún día faltaba.

Respondo: Quizá yo vaya a misa más veces que tú. Hay domingos en que asisto a tres. Sin embargo, no hay que olvidar que para mí la misa es una obra de arte, y nada más, pero también nada menos.

Manuel: Es curioso, yo nunca he puesto en duda los dogmas de la Iglesia. Por ejemplo, María puede ser virgen y parir. Como irracionalista no tengo problema en admitirlo. Es la ausencia de Dios la que me hizo ateo.

¡Saludos!

Anónimo dijo...

Manuel. Hoy he vuelto a tu blog. Desde allí, movida por la curiosidad, he buscado por la red a mi paisano Tárrega y ya sé algo más de él porque hasta entonces sólo sabía que era un prestigioso guitarrista de mi tierra.

¡Muchas gracias!

Susie.